Image: JRJ según Carmen Linares

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Música

JRJ según Carmen Linares

La cantaora homenajea al poeta en 'Raíces y alas'

27 noviembre, 2008 01:00

CARMEN LINARES Y JUAN CARLOS ROMERO, DURANTE SU ESPECTÁCULO 'RAÍCES Y ALAS'. FOTO: LUIS CASTILLA

El último trabajo de Carmen Linares, Raíces y alas, retoma el formato de Locura de brisa y trino al adaptar, sobre los acordes de Juan Carlos Romero, poemas de Juan Ramón Jiménez, "un poeta", cuenta a El Cultural, "que no es fácil de cantar".

Que en esta época el flamenco pretende ver el mundo a través del cristal de la poesía es un hecho incuestionable. De la poesía de autor, me refiero, la que firman los más destacados nombres del paisaje literario de hoy. El último y recién publicado disco de Carmen Linares se titula Raíces y alas y en él se integran los versos de Juan Ramón Jiménez musicados por el guitarrista y compositor onubense Juan Carlos Romero. El estreno, en forma de espectáculo, tuvo lugar en el teatro Lope de Vega, de Sevilla, durante la pasada Bienal. "El trabajo que hemos hecho, precedido de una minuciosa selección, ha supuesto un reto continuo, porque los poemas no tienen la disposición de las letras flamencas clásicas y, sin embargo, lo hemos resuelto rítmicamente de manera que se ajusten a los distintos estilos con una síntesis melódica necesaria y suficiente para que se identifiquen. Juan Ramón no es un poeta fácil para ser cantado", dice Carmen Linares. A pesar de todo, ella supera estas dificultades con una técnica prodigiosa, con su exquisita sensibilidad y la riqueza de sus registros, que son los que otorgan a cada apunte juanramoniano la temperatura emocional adecuada.

El riesgo poético. Raíces y alas es una apuesta valiente y de alguna manera arriesgada que ya ensayó en 2000 con Locura de brisa y trino, una obra compuesta por Manolo Sanlúcar sobre textos de García Lorca. Pero aquí, en este hermoso retablo, que es al mismo tiempo un homenaje al poeta de Moguer, Carmen Linares camina con más soltura, dominando un lenguaje que ya se le hace familiar y dando un salto cualitativo en su personal universo de la expresión artística. "Hemos respetado los versos originales de Juan Ramón, sin tocarlos", afirma, para explicar la actitud que han mantenido en la elaboración del disco: "Nos pusimos al servicio de lo que demandaban esos poemas: si hay uno que necesitaba la música de los fandangos de Huelva, pues se le ha aplicado. De esa manera, todo ha fluido mejor. No hemos estado supeditados a unas estructuras determinadas, ni teníamos un compromiso explícito que nos obligara a aplicar criterios que antes o después nos podían coaccionar". Carmen insiste en estos aspectos, que son al fin y al cabo los que han propiciado un trabajo desprovisto de ataduras: "Sinceramente, tengo la suerte de que estoy por encima de cualquier condicionamiento. Lo que me importa es que el resultado sea de calidad. Cuando hace diez años hice la antología La mujer en el flamenco, llevé a cabo un ejercicio estilístico riguroso, porque así lo requería el momento; para Raíces y alas he empleado una total libertad, pero como soy cantaora, mi voz tiene el aroma de Andalucía y siempre suena flamenca".