Música

Bach, cantatas profanas BMW 30A y 207

Gustav Leonhardt (director). Monika Frimmer (soprano). Café Zimmermann

6 marzo, 2008 01:00

alpha 118

Está muy bien conocer obras de Bach que han llegado a nosotros en su vertiente sacra y que fueron trazadas originalmente para el consumo profano. Es un ejemplo la Cantata 30a, de 1737, homenaje a un recién nombrado ministro. La composición, titulada Angenehmes Wiederau, freue dich (Agradable Wiederau, alégrate), bautizada como drama per musica, es alegórica, con texto del fiel Picander, posee amplitud y grandeza y cuenta con cinco hermosas arias, cuatro de ellas da capo. La música es imaginativa, bella de colores y de una magnífica exaltación rítmica.

En 1738 el compositor utilizará casi todo el material en una cantata para la festividad de San Miguel, BWV 30, que es la que se conocía hasta hoy. Afortunada reconciliación de las cuerdas divididas (Vereinigte Zwietracht der wechselneden Saiten) , BWV 207, de 1726, asimismo alegórica y con extensos recitativos, más largos que los de las obras sacras, está dedicada al profesor de derecho Gottlieb Kortte. Es una cantata brillante. Se reconocen en determinados pasajes fragmentos literales del Primer Concierto de Brandenburgo. Bach utilizaría en 1735 gran parte de la música para otra cantata, BWV 207a, a la gloria del rey Augusto II.

Tratamiento interpretativo, con arreglo a criterios historicistas, en los que es maestro Leonhardt -que ha grabado muchas cantatas en la integral con Harnoncourt, pero no éstas-, austero, firme en lo rítmico, transparente en las líneas, riguroso en los acentos, quizá sin la elocuencia de un Gardiner o un Koopman, pero certero y minucioso.
Emplea en total 31 músicos: los Cantores del Centro de Música Barroca de Versalles y Café Zimmermann. Solistas vocales muy decentes, tanto la aniñada soprano Monika Frimmer, como el contratenor Robin Blaze, el tenor ligero Markus Schäfer y el fluido barítono Stephan MacLeod.