Image: Ortve cumpleaños ¿feliz?

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Música

Ortve cumpleaños ¿feliz?

26 mayo, 2005 02:00

Leaper dirige a la ORTVE caracterizada para el anuncio navideño del ente público

La Orquesta y Coro de RTVE celebra esta tarde su 40 aniversario con un concierto que, a las órdenes de Adrian Leaper, acoge excepcionalmente el Auditorio Nacional. El Cultural analiza las dificultades por las que pasa la formación del Ente Público, que han puesto un borrón en este cumpleaños.

La obra elegida para esta celebración, la Segunda Sinfonía de Mahler, más conocida por su sobrenombre, Resurrección, parece querer enviar un mensaje a la sociedad en un momento en el que las aguas del Ente Público bajan revueltas. El cacareado informe del Comité de Sabios recomendaba su inclusión en una fundación en la que intervendrían (y por tanto deberían sufragar económicamente) tanto el organismo RTVE como el Ministerio de Cultura. La pasada semana, el sindicato UGT, anunciaba una reconversión laboral -desmentida por los responsables- que podría afectar a aquellos trabajadores de más de cincuenta años. Porque, a pesar de su rejuvenecida plantilla, la ORTVE cuenta con algunos músicos que superan dicha edad. Y pese a que todo está, nunca mejor dicho, en el aire, nadie duda que la impresionante deuda acumulada durante decenios, ha llevado a una situación insostenible al Ente que, sin duda, afectará a su orquesta.

Esta situación no es diferente a la que viven otras formaciones europeas. Sin ir más lejos, hace dos años, la Sinfónica de la ORF de Viena entraba en una crisis de la que todavía no ha salido. Varias orquestas radiofónicas alemanas han vivido procesos de reconversión y las italianas dependientes de la RAI se fusionaron en una única institución con sede en Turín, cuyo titular es Fröhbeck de Burgos. De la treintena larga de conjuntos que son miembros de la Union Européenne de Radiotelevisión (UER), alrededor de una decena está viviendo momentos "de reflexión" ante la difícil situación por la que pasan las instituciones de las que dependen.

última en llegar
La Orquesta de RTVE dio su primer concierto oficial el 27 de mayo de 1965, siendo Ministro de Información y Turismo Manuel Fraga. Fue prácticamente la última (si descontamos a la ORF que se funda en 1969) en llegar a un club que había nacido vinculado a la difusión de la música a través de las ondas. De hecho, cuando Igor Markevich, su primer titular, subía al podio instalado en el Teatro de la Zarzuela, alguna entre sus más célebres hermanas ya era historia, caso de la NBC (National Broadcasting Corporation) de Nueva York que, tras alcanzar fama a las órdenes de Toscanini, se disolvía en 1954. Por otro lado, algunos conjuntos ya existían desde los veinte, caso de las radios de Dinamarca, Finlandia, Frankfurt o la NHK de Tokio, todas ellas en activo.

La mayoría se reconvirtieron o consolidaron entre los treinta y los cuarenta y en algunos territorios, caso de Alemania, tejieron un riquísimo entramado que sirvió de impulso a la creación musical del siglo XX, sobre todo cuando las otras orquestas abandonaron a los contemporáneos en beneficio del repertorio decimonónico. Basta repasar el legado de estrenos de muchas de ellas para constatarlo. Para algunas, esta apuesta figuraba en letras de oro en su ideario.

Pero todo ello ha evolucionado. El maestro Michael Gielen, que ha sido titular de la SWR de Baden Baden, institución que ha acometido más de trescientos estrenos en sus cinco décadas de vida, señalaba recientemente a El Cultural que "la mayoría de las orquestas de radio hacen una vida de concierto normal. Apenas tocan música nueva y prácticamente no se distinguen del resto". Esto se debe, en su opinión, a que el público opta por "quedarse en casa y eso está pasando en todo el mundo. Así que las sinfónicas de la radio se han visto obligadas a cambiar. En una época hubo un público pequeño y fiel para la música contemporánea, pero ahora hay que llegar a un público más grande, y quizá no quede más remedio que mezclar la música actual con otras piezas de la gran tradición".

Impulso de la cultura
Sin ir más lejos, la Orquesta de Radiotelevisión Española, en su informe de actividades sobre su programa del año 2003, señalaba que su labor "se basa en el impulso de la cultura y el fomento de la educación musical de los ciudadanos", prácticamente lo mismo que podría escribir cualquier otra orquesta. No es de extrañar que en fuentes de los departamentos económicos del Gobierno se señale, confidencialmente, que "si la orquesta es como las demás, ¿qué sentido tiene si valoramos su coste y sus resultados?". Y si durante los últimos años, el alto presupuesto que requieren las ciento sesenta personas que integran orquesta y coro, ha sido esgrimido incluso como razón fundamental de la labor cultural del Ente, en la actualidad, y ante una deuda que supera el billón de las antiguas pesetas, no es de extrañar que quieran meter la tijera allí donde haga falta.

"Con todas sus limitaciones, la Orquesta ha hecho una gran labor" afirma el compositor Jesús Villa Rojo. "En algunas etapas ha tenido una importante apuesta por la música menos convencional y, en cuanto a su calidad, no se puede negar que ha mejorado considerablemente". "Su desaparición sería un tragedia" afirma el también compositor Joan Guinjoan, último Premio Tomás Luis de Victoria. "Es una entidad indispensable para el país. Incluso habría que impulsarla, por lo que sería imprescindible que saliera de ese marco, el Teatro Monumental, que no es el más adecuado. Allí da una imagen si no de abandonada, al menos, de no estar suficientemente protegida", comenta a El Cultural.

Y es que frente a la confortabilidad que ofrece el Auditorio Nacional, el veterano Monumental, donde lleva a cabo su serie la orquesta y desde la que se emite por radio y televisión, ha envejecido mal. Su temporada cuenta con un público fiel, aunque de edad media muy alta. Ello pese a que los conciertos son los más baratos de la vida musical madrileña. También, desde diferentes ámbitos, se ha criticado su programación estable calificándola de "conservadora" aunque la llegada de Adrian Leaper haya supuesto algunas, e interesantes, modificaciones. "Frente a a la actividad modélica de los conjuntos alemanes o de los países del Este, la ORTVE ha estado lejos en lo que supone una apuesta por la creación contemporánea", afirma Angel Medina, catedrático de la Universidad de Oviedo. "Desde Markevich a la actualidad, parece haberse eclipsado, en parte por su escasa presencia en radio y, sobre todo, en televisión y en parte por su limitada proyección exterior". "Ello no oculta, sin embargo, su excelente labor de grabaciones de archivo, realizada durante años y que aporta un legado muy importante que, de otra manera, sería inaccesible", comenta.

Pese a todo, estudiosos, músicos y aficionados apuestan por su continuidad y su potenciación. "Por el simple hecho de existir es buena" afirma rotundo Francesc Bonastre, catedrático de musicología de la Autónoma de Barcelona. Borrarla de un plumazo sería un acto "de ignorancia por no haber explicado su labor".

Momento de reorganización
Quizá sería el momento, opinan unos y otros, para reorganizarla en todos los aspectos. "Hay ejemplos en Europa que funcionan muy bien y que podrían servir de modelo, caso de la BBC londinense o de la Orquesta Filarmónica de Radio France", señala Medina. La posibilidad de vincularse a un festival como formación residente, como sucede con la BBC y los Proms, Radio France con Montpellier, o Baden Baden con Donaueschingen, podría ser también un estímulo. Pero, ante todo, su presencia se justifica por sí misma ya que, como señalaba Adrian Leaper, su director, a El Cultural, "la función de las orquestas de radio y televisión no ha cambiado sustancialmente. La necesidad de la música está constantemente presente como una parte de una cierta calidad de vida".


Nueve titulares
Desde su fundador, el ruso Igor Markevich (en la imagen, a la izquierda) hasta su actual responsable, el británico Adrian Leaper (en la foto de la derecha), los titulares de la ORTVE se han dividido entre españoles (Antoni Ros Marbá, Odón Alonso, Enrique García Asensio y Miguel Angel Gómez Martínez) y extranjeros (a los dos anteriores hay que añadir el húngaro Arpad Joó y el rumano Sergiu Comisiona). Con muchos altos y bajos, ninguno de sus nueve rectores la ha sabido, o podido, impulsar a la primera división europea entre las que militan la BBC de Londres, la Filarmónica de Radio France o la Radio de Baviera. A la larga, el no haber encontrado un líder carismático ha influido en perjuicio de la imagen del conjunto. En todo caso, aunque su historial no ha sido tan brillante como el de sus hermanas, por el podium de la formación han pasado ilustres figuras entre las que destaca Sergiu Celibidache, que dejó un recuerdo excepcional, por no olvidar a Lorin Maazel (con quien se barajó algún tipo de vinculación), Kiril Kondrashin, Lord Yehudi Menuhin o Charles Dutoit, entre otros. Compositores de prestigio como Carlos Chávez, Nadia Boulanger, Aaron Copland, Luciano Berio o Krysztof Penderecki también presentaron sus creaciones en primera persona.