Kraftwerk durante un concierto de su espectáculo Kraftwerk 3-D.

La emblemática banda alemana Kraftwerk, una de las pioneras de la música electrónica, dará ocho conciertos seguidos en el Museo Guggenheim de Billbao entre los días 7 y 14 de octubre de 2016. En el espectáculo, titulado Kraftwerk 3-D. The Catalogue - 1 2 3 4 5 6 7 8, el grupo interpretará cada noche un álbum diferente de los más destacados de su discografía, empezando por el célebre Autobahn, el disco con el que debutaron en 1974. En las noches sucesivas, tocarán las canciones de Radio-Activity (1975), Trans Europe Express (1977), The Man-Machine (1978), Computer World (1981), Techno Pop (1986), The Mix (1991) y Tour de France (2003).



Las entradas saldrán a la venta este martes 9 de febrero con un precio de 70 euros. La banda quiere llegar al mayor número posible de seguidores interesados en ver el espectáculo, de modo que ha obligado a la promotora Doctor Music, organizadora de los conciertos, a garantizar que cada comprador solo pueda adquirir un máximo de cuatro entradas para una única noche.



El concepto de este espectáculo comenzó a fraguarse en 2011, cuando la banda inauguró en una galería de Múnich una instalación compuesta por ocho vídeos de Kraftwerk en tres dimensiones. Poco después iniciaron una gira de conciertos celebrados mayoritariamente en museos -el primero de ellos fue el MoMA de Nueva York-, en los que interpretaron, con el método explicado en el párrafo anterior, los álbumes más destacados de su discografía. Finalmente, unieron ambos conceptos al incorporar a estas actuaciones la proyección de vídeos con animaciones en 3-D.



La banda ya presentó en Barcelona una versión simplificada de este espectáculo, Kraftwerk 3-D (en conciertos de una sola noche), en el Festival Sónar de 2013 y en abril de 2015 en el Gran Teatre del Liceu.



Kraftwerk nació en Düsseldorf en 1970 de la mano de Ralf Hütter y Florian Schneider. Fue de las primeras bandas que utilizó únicamente instrumentos electrónicos para crear su música, tomando como punto de partida el krautrock que se desarrolló a finales de los 60 en Alemania y la música experimental. Sus letras, sencillas y con una ambigüedad entre la ingenuidad y la ironía, ensalzan el progreso tecnológico.