El espectáculo 3D de Kraftwerk es el principal reclamo del Sónar 2013.

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  • 20 años no son nada o son todo un mundo. De las 6.000 personas de aquella primera edición celebrada en una Barcelona ingenua y post-olímpica a las 100.000 que abarrotarán dos décadas más tarde el festival, Sónar es más que un certamen en el sentido de ser un escenario para diversos artistas, es una marca en sí mismo. Todo un estilo de hacer música, vivirla, disfrutarla y conquistarla que ha creado escuela y se ha convertido en una de las señas de identidad más simbólicas de la capital catalana con franquicia en Sao Paulo o Tokio. Para celebrar dos décadas de éxito imparable, los responsables (Sergi Caballero, Enric Palau y Ricard Robles) han confeccionado un cartel de lujo en el que brilla, por encima de todo, el show de Kraftwerk, que llega a España tras arrasar en el MoMA de Nueva York.



    Pioneros de la música electrónica y por extensión de toda una forma de entender la cultura contemporánea, Kraftwerk presentan un espectáculo en 3D en el que repasan toda su discografía y que tiene aires de gran acontecimiento por cuanto supone la "summa poetica" de un proyecto musical pero también visual en el que la tecnología se convierte en una nueva forma de estar en el mundo. Surgidos en los años 70, sus propios líderes, Ralf Hütter y Florian Schneider, han mostrado su sorpresa por el éxito: "Antes estábamos solos, ahora todo el mundo trabaja con máquinas". Lanzados al estrellato definitivamente con Autobahn (1974) y autores de discos tan famosos como Trans-Europe Express (1977) o The Man-Machine (1978), verlos en directo el viernes con toda su parafernalia futurista marcará el momento más simbólico del aniversario.



    Del CCCB a la feria de Barcelona, el Sónar cambia de ubicación y vuelve a crecer. Por las noches, sigue en la feria de Hospitalet, escenario con aires "poligoneros" e industriales que también casa con su espíritu de rave y acontecimiento al mismo tiempo exquisito y popular, de mezcla entre fiesta desmedida y lugar para la vanguardia e incluso el esnobismo. El jueves arranca la fiesta con Liars, grupo neoyorquino nacido hace una década al calor del auge del post punk americano (los tiempos de los Strokes) y que en su último disco, WIXIW, ha girado hacia un sonido más puramente electrónico que va del ambient de temas como The Exact Colour of Doubt a hits pop para la pista de baile como la canción que da título al disco o His and Mine Sensations. Será curioso ver cómo encajan sus populares hits anteriores en el nuevo camino que han tomado.



    El jueves también permitirá ver un proyecto tan curioso como el que une a Pascal Comelade, al piano y órgano, con Richard Pinhas a la guitarra y sintetizadores con el acompañamiento de la sección rítmica de la Bel Canto Orchestra, fundada por el propio Comelade hace ahora veinte años. El francés Sébastien Tellier es otro clásico con casi quince años de carrera a sus espaldas. Desde siempre practica un pop electrónico lírico y melódico que en su último álbum, Pépito Bleu, vira hacia una ampulosidad con ecos espirituales e inclinación new age. Otros veteranos, los neoyorquinos Metro Area, clásicos de la música disco, brillan junto a un joven renovador como el pianista Francesco Tristano, que en su último disco se atreve nada menos que a llevar a Bach hacia el terreno de la electrónica. La música de baile pura y dura llega de la mano del dance de los noruegos Lindstrom & Todd Terje o el house de Gluteus Maximus.



    El viernes está marcado por la actuación de Kraftwerk pero hay mucho más que disfrutar. Skrillex, nombre artístico del productor californiano de 25 años Sonny John Moore, es la sensación del momento gracias a sus beats cardíacos en los que propone una reinvención del electro house en clave robótica y acelerada que ha dado lugar a su propia etiqueta: Bropstep, superación del dubstep de toda la vida por la vía de la máquina pura y dura. Solicitado por Lady Gaga, The Black Eyed Peas o La Roux, Skrillex es una apuesta por la diversión pura y dura, un producto genuino del pop de Los Angeles pasado por el turmix de Aphex Twin, su ídolo.



    La otra gran luminaria de la noche es el chileno-americano Nicolas Jaar, que con varios EPs y un álbum (Space is Only Noise) publicados en los últimos años se ha convertido en una de las voces más interesantes de la electrónica contemporánea. Producto de mil influencias distintas, sin apartarse del pop, lo más curioso de Jaar es cómo logra integrar desde el rock a los ritmos latinos (la icónica Mi mujer) pasando por un lirismo a lo James Blake para convertir su música en algo muy reconocible, etéreo y al mismo tiempo de una gran densidad poética, sus canciones suenan como el eco de una belleza superior que solo intuimos.



    El viernes es un gran día en el Sónar y viene marcado por más hitos. Major Lazer, proyecto que aúna el reggae y la electrónica siguiendo la tradición del dance hall, se ha hecho muy popular gracias a canciones como Get Free, canción que ha sonado en todas partes a todas horas, o Pon de Floor, que sirvió como base a un hit de Beyoncé Knowles. Major Lazer está formado por Jillionaire y Diplo, que también actúa como dj como fin de fiesta y donde dará rienda suelta a su sabiduría a la hora de mezclar sonidos de todo el mundo con las últimas innovaciones electrónicas. Y no hay que perderse a la anglo-pakistaní Natasha Kahn con su proyecto Bat for Lashes, autora de una de las canciones más bellas del año pasado, Laura, o el electro pop de Two Door Cinema Club o el funk del muy famoso Jaime Lidell. Y a los platos, dos luminarias como Derrick May o Richie Hawtin.



    El sábado Pet Shop Boys actúan como cabezas de cartel. Con más de cien millones de discos vendidos, todo el mundo conoce la leyenda de la pareja formada por Neil Tennant y Chris Lowe, quienes presentarán su nuevo show en directo y adelantarán las canciones de su nuevo disco, Electric, previsto para julio. Otros veteranos con solera como Jurassic 5 vuelven a reunirse tras varios años desaparecidos. Estos hip hoperos de California adquirieron una gran fama la década pasada con su rap clásico y orgánico que rehuye de las grandes producciones para centrarse en las rimas y unas influencias claramente old skool que beben del soul y el funk. Los estadounidenses Chromatics conquistaron el mundo el año pasado con su cuarto álbum, Kill for Love, en el que practican un electro rock con toques italo plenamente disfrutable.



    El sábado será también la noche en la que brillarán los DJs. Ángel Molina, mito de la escena patria, será el encargado de abrir boca para el concierto de Pet Shop Boys; los franceses Justice presentan un dj set en el que darán rienda suelta a su popular house con toques de rock; los británicos 2manydjs son enormemente famosos gracias a la facilidad con que encadenan un hit detrás del otro para que la diversión no termine nunca y todo un clásico como Laurent Garnier, uno de los djs más famosos de todos los tiempos y el número uno de Europa, será el encargado de cerrar el festival.