Vuelven al Auditorio Nacional de Madrid, esta vez a la temporada de Ibermúsica, la Sinfónica de Bamberg y su responsable artístico desde hace trece años, el británico Jonathan Nott. En 2013 actuaron dentro del ciclo de La Filarmónica. Se unen la acrisolada solidez de un excelente conjunto germano tradicional y la agilidad, modernidad y capacidad de aclimatación del joven maestro. Directores como Joseph Keilberth o Eugen Jochum dejaron su impronta en la formación, que ahora maneja con dedos delicados y espíritu abierto el actual titular.

En el primer concierto, el sábado 10 de enero, se programa el repetitivo pero muy bello Triple Concierto de Beethoven, en el que tocarán dos solistas de la orquesta, el violinista Bart Vandenbogaerde y el chelista Ulrich Witteler, junto al pianista David Kadousch, un alumno de Bashkirov en la Escuela Reina Sofía de Madrid.

La segunda parte aparece ocupada por el acto I de La walkiria de Wagner, plato fuerte donde los haya. Los tres solistas son la delicada y musical soprano lírica Michaela Kaune, el robusto tenor, aún en fase de crecimiento, Andreas Schager y el bajo Mikhail Petrenko, de emisión irregular y canto engolado. Al día siguiente (domingo,11) se propone un programa clásico-romántico que combina dos sinfonías: la esbelta y dicharachera n° 87 de Haydn y la n° 8 de Dvorák, una partitura que desprende gracia, vigor y amor a la tierra.