David Gilmour, Roger Waters, Nick Mason y Richard Wright tras su actuación del concierto Live 8 en Hyde Park, en 2005.

La mítica banda británica Pink Floyd publicará en otoño un nuevo disco, 20 años después del anterior, The Division Bell (1994). El nuevo álbum llevará por título The Endless River (El río sin fin), y está compuesto con material sobrante de las sesiones de grabación del disco anterior, que precisamente acaba de ser reeditado en formato de lujo.

La noticia saltó a las redes antes de tiempo y de manera extraoficial cuando Polly Samson, la mujer del cantante, guitarrista y compositor David Gilmour, la desveló en Twitter. Poco después, la corista Durga McBroom-Hudson, que trabajó con la banda durante los 80 y los 90, publicó otro mensaje en Facebook en el que confirmó el lanzamiento y agregaba que las canciones datan de las mencionadas sesiones, en las que ella puso su voz.

Samson declaró que este estas grabaciones "son el canto de cisne de Rick Wright", ya que en ellas aparece material inédito del teclista y miembro fundador de la banda -junto a Syd Barrett, Nick Mason y Roger Waters-, que murió en 2008.

A pesar de los rumores, los medios británicos aseguran que los miembros de Pink Floyd no tienen previsto tocar juntos de nuevo y que Waters ni siquiera ha participado en este proyecto.

Pink Floyd nació en 1964 y es una de las bandas de rock más influyentes de la historia de la música. Su líder primigenio, Syd Barrett, fue sustituido en 1968 por David Gilmour y Roger Waters asumió el liderazgo del grupo. Bajo su "mandato" y hasta su salida en 1985, Pink Floyd vivió una etapa de enorme éxito comercial con álbumes como The Dark Side Of The Moon, Wish You Were Here, Animals y The Wall, su undécimo disco de estudio, que contenía el mayor hit de la banda, Another Brick In The Wall. La segunda parte de esta composición es la más conocida de las tres piezas que la integran. La letra de la canción habla de las estrictas normas de los colegios británicos a mediados del siglo XX y se convirtió en un himno universal contra los abusos de la autoridad.

Después de dejar el grupo, Waters emprendió una batalla legal contra sus antiguos compañeros por seguir utilizando el nombre Pink Floyd, ya que él quiso disolver la banda y el resto de miembros, encabezados ahora por Gilmour, decidieron seguir adelante. Tras una larga enemistad, Waters volvió a reunirse con la banda sobre un escenario en 2005, en el concierto Live 8 celebrado en Hyde Park para reivindicar la lucha contra la pobreza mundial.