Escena de La chica de la agencia de viajes nos dijo que había piscina en el apartamento.

La compañía El Conde de Torrefiel pone el próximo miércoles sobre el escenario uno de sus característicos títulos explicativos dentro del Festival de Otoño a Primavera, que recala este mes de noviembre en la madrileña sala Pradillo: La chica de la agencia de viajes nos dijo que había piscina en el apartamento.



El período vacacional visto como la búsqueda absurda de un paraíso irreal de ocio y placer sirve como punto de partida para el cuarto montaje de esta compañía tras La historia del rey vencido por el aburrimiento (2011), Observen cómo el cansancio derrota al pensamiento (2011) y Escenas para una conversación después del visionado de una película de Michael Haneke (2012). La insatisfacción constante es una de las bases de la obra. "Los textos están articulados a través de los deseos que nunca llegan a cumplirse y cómo esto se normaliza en un estilo de vida que devora personas, ideas y experiencias", explica Gisbert, que reconoce como primer impulso de estas creaciones las lecturas de Platón, Nietzsche y Thomas Bernhard.

"Todos ellos creyeron verdaderamente vivir el peor momento de la historia de la Humanidad -precisa el director, mitad de un proyecto que completa la actriz Tanya Beyeler-. ¡Quién no ha pensado alguna vez estar viviendo el peor momento de la historia! Por eso entendí que la barbarie no sólo es una constante sino que es la vida misma, el motor que obra entre nosotros, aliviado puntualmente por el amor y la buena música".