Image: América, América o la tierra prometida

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Escenarios

América, América o la tierra prometida

10 mayo, 2013 02:00

Alejandro Calva y Aurora Cano en Arizona. Foto: José Jorge Carreón.

La coproducción hispanomexicana 'Arizona' denuncia en el Teatro María Guerrero los auténticos hilos, tanto personales como colectivos, que mueven la xenofobia y la inmigración. A partir del 14 de mayo, Juan Carlos Rubio e Ignacio García abren fronteras a un fenómeno universal.

Llega el autor y director Juan Carlos Rubio (Montilla, Córdoba, 1967) al Teatro María Guerrero con una sólida trayectoria a sus espaldas. Arizona, una de sus obras emblemáticas junto a textos como Humo y Esta noche no es para nadie, vuelve a nuestra cartelera dirigida por Ignacio García, quien ya montó Flor de otoño, de Rodríguez Méndez, en el mismo escenario del Centro Dramático Nacional. Rubio, reconocido con la Mención de Honor del Lope de Vega, el Premio Teatro SGAE o el Ciudad de Alcorcón, se adentra en esta obra en el escabroso territorio de la inmigración, las fronteras y, por qué no, en el aún más incomprensible ámbito de la estupidez humana y los límites de su manipulación.

La chispa surge en 2005 cuando el autor de Cien metros cuadrados se encontró con una noticia en el periódico que hablaba de unas patrullas armadas de ciudadanos norteamericanos que vigilaban la frontera para "reflexionar" con sus vecinos del sur o, dicho de una manera más directa, para impedir el paso de mexicanos ilegales. Eran los años de efervescencia económica en España y todavía recibíamos una gran cantidad de inmigración procedente del norte de África y de Suramérica. Hoy, paradójicamente, el fenómeno vuelve a estar de actualidad pero en sentido contrario. "La obra -explica el autor a El Cultural- se desarrolla en Estados Unidos pero podría haber transcurrido en España. Abandonar tus raíces, tu familia, tus amigos, tu forma de vida es un verdadero drama si tienes que hacerlo obligatoriamente. La intolerancia y la xenofobia no son patrimonio exclusivo de ningún país, es un mal universal. Precisamente porque el fenómeno se ha invertido ahora, deberíamos ser más solidarios. Los hechos hablan por sí solos".

La obra, que podrá verse en el María Guerrero a partir del próximo 14 de mayo, es una coproducción del Instituto Nacional de Bellas Artes de México y el CDN, y la protagonizan los actores Alejandro Calva y Aurora Cano. "Curiosa paradoja que un elenco mexicano de vida a dos estadounidenses empeñados en impedir el paso de sus vecinos. Quizá algún día sean ellos los que tengan que cruzar esa misma frontera sur en busca de una vida mejor", pronostica el autor. Rubio presume, a propósito de esta coproducción hispanomexicana, de que en el teatro no existen aduanas y considera importante que se puedan "invadir" otros territorios con un montaje que tiene un mensaje imperecedero. Los protagonistas, Margaret y George, acuden a la frontera para cumplir una misión: "Su historia es la historia de todo ser humano y viven la encrucijada que surge entre ver la realidad y ayudar o dar la espalda y mirar hacia otro lado. El problema tiene muchos ángulos y matices pero, evidentemente, yo doy el mío".

Arizona pone el foco en cuestiones como el miedo al otro, al diferente, la obsesión por protegernos y en el fin último de todo: el poder. Se ve que Juan Carlos Rubio lo ha meditado con profundidad al considerar que siempre defendemos lo nuestro, o lo que consideramos nuestro, por miedo a perderlo: "Somos depredadores. Siempre ansiamos lo del otro, la historia de la humanidad lo demuestra con miles de guerras para conquistar otros territorios. La diferencia cultural suele ser la excusa y el motor de la búsqueda de poder". Finalmente, y pese a la coyuntura que vivimos, el autor se muestra optimista con la situación de nuestro teatro: "Vivimos un gran momento con muchos autores creando textos interesantes. El CDN se ha convertido al fin en un verdadero impulsor de nuestra dramaturgia".