
David Cronenberg: “Las teorías de la conspiración dan consuelo y poder”
David Cronenberg estrena 'Profanación': "Las teorías de la conspiración dan consuelo y poder"
Después de una filmografía consagrada a la comunión entre el cuerpo vivo y la tecnología, lleva esta ligazón hacia la descomposición y la necrofilia simbólica en su nueva película proyectada en el PUFA de Valladolid.
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Este thriller dramático con giro hacia la conspiranoia es su película más personal. David Cronenberg (Toronto, 1943) ha hablado abiertamente del profundo dolor causado por la muerte de su esposa por cáncer hace ocho años.
El protagonista de Profanación es un oncólogo que pone en marcha un restaurante con un cementerio de alta tecnología adjunto, donde poder asistir al declive físico de los cadáveres enterrados en sus tumbas. El concepto está inspirado en su experiencia de duelo y en su anhelo de permanecer conectado con su mujer.
Su propuesta ha clausurado este sábado la segunda edición de PUFA (Pucela Fantástica), Festival Internacional de Cine Fantástico y de Terror de Valladolid, y será estrenada por Filmin tras su programación en el Atlàntida Mallorca Film Fest.
Pregunta. ¿Se ha detenido a pensar en la posible viabilidad comercial real del servicio funerario que propone en su película o lo considera puramente una construcción metafórica?
Respuesta. Las prácticas funerarias en el mundo son a veces muy extrañas y curiosas, solo hace falta investigar un poco, tanto en el presente como en el pasado. Así que es bastante posible que si este servicio se comercializara, conectase con personas interesadas.
P. ¿Lo concibe como un servicio con vocación elitista y de pago o como un proyecto humanista o incluso gratuito?
R. No olvide que para algunas personas la muerte no es el final, sino que sienten que en otra vida, en el cielo y así, se reencontrarán con el ser querido. De modo que tal vez no les interese tanto el cuerpo. La cremación, de hecho, implica deshacerse de él, lo que supone una realidad sin vuelta atrás. Es algo que me deja pensativo, porque si consideras ese cuerpo que viste por última vez como lo único que queda, puedes concluir que solo si lo entierras, perdurará.
»Hoy desenterramos esqueletos de hace 5.000 o incluso 10.000 años, así que, al menos, el esqueleto puede continuar existiendo. ¿Cuál es la mejor alternativa? Cada cual tendrá que decidirlo. Hay muchas personas en el mundo y algunas, muy diferentes de mí.
P. ¿Qué lo llevó a centrarse en el concepto del sudario como eje estético y conceptual?
R. Los sudarios son una de las muchas formas en que se entierra a los muertos. Me pareció evocadora, posible y cercana. Yo mismo inventé la tecnología. Aunque lo planteé como un objeto estético, este sudario es una especie de cámara tridimensional. La tecnología para desarrollarlo ya existe. Perfectamente podrías introducir un sistema de cámara 3D en una tumba, dentro de un ataúd, con iluminación LED que durase 10 años.
P. Usted ha declarado que esta es quizás su película más personal hasta la fecha. En ese sentido, ¿fue deliberado el parecido físico del protagonista, interpretado por Vincent Cassel, con usted? ¿El personaje podría ser su alter ego?
R. Le da esa impresión por el parecido entre nuestros peinados. Fue una coincidencia, no nos parecemos tanto. Muchas personas me han dicho que yo soy mucho más guapo. Todos mis filmes son personales de algún modo. A veces es evidente, a veces solo lo saben quienes me conocen. Por ejemplo, Un método peligroso (2011), que trata sobre la relación entre Carl Jung y Sigmund Freud, es muy personal, aunque no lo parezca. Siento un gran afecto por la era en la que se desarrolló el psicoanálisis.
»No obstante, efectivamente, puede que esta sea la más personal que he hecho. Hay líneas de diálogo en la película que fueron pronunciadas por mí y por otras personas cercanas. Constan en la trama literalmente. Pero no todo está sacado de la realidad. Es una mezcla de invención con experiencias vividas en primera persona.
Vincent Cassel, en 'Profanación'
P. ¿Diría que Profanación nace de esa etapa de introspección personal?
R. No creo que el arte sea terapia para el que lo ejecuta, pero sí, tal vez, para quien lo recibe. Algunos espectadores han dicho que esta película les ayudó a procesar su propio duelo. Y eso es hermoso. Pero yo, en el set, solo soy un director. Me preocupo por la iluminación, los ángulos, la actuación... Es una dinámica profesional. No estoy llorando en cada escena, sería paralizante. Incluso La mosca o La zona muerta contienen trauma y duelo. Estas películas fueron una forma de procesarlos, pero no de solucionarlos.
“Algunos espectadores han dicho que esta película les ayudó a procesar su propio duelo. Y eso es hermoso”
P. Con una carrera tan prolífica como la suya, ¿qué permanece constante en su forma de dirigir desde sus primeras películas hasta ahora?
R. Cuando haces tu primera película, no sabes nada. Hanif Kureishi escribió el guion de Mi hermosa lavandería (Stephen Frears, 1985) y después de asistir al rodaje se animó a dirigir Londres me mata. Dijo que fue un desastre. No sabía qué hacer, a qué se dedicaba cada cual, cómo coreografiar las escenas o usar el espacio. Yo también pasé por eso en mi ópera prima, aunque menos, porque ya había hecho cortos underground.
»Solo cuando llegas a cierto nivel de confianza profesional sabes cómo hacer una película y qué tipo de director eres. Hay muchas formas de serlo. Puedes ser introspectivo, muy expansivo, gruñón... Una vez descubres la tuya, todo es igual. Diría que mis últimas veinte películas han sido experiencias idénticas.
P. Una ausencia notable en la película es la de hijos entre los personajes principales. ¿Tener descendencia es una forma de supervivencia?
R. No pienso en mi legado. Cuando muera, no me importará. Coincido en que es una forma de seguir vivo, en cierto modo. Aunque mis cuatro nietos tienen el ADN de mi esposa, no me consuela. Como te dirían mis hijos, no es como tener a tu madre todavía contigo. Me procura cierta conexión emocional, pero sigue sin ser lo mismo.
P. ¿Por qué eligió hablar de teorías paranoicas como un giro estimulante en la película?
R. Lo que intento es hacer de la paranoia y la conspiración una estrategia para afrontar el duelo. Es una manera de buscarle explicación a una muerte que consideras un sinsentido. La humanidad necesita significados que nos procuren cohesión social y consuelo filosófico. Pero ¿y si no hay un significado?
»Si eres existencialista, la vida humana no tiene sentido porque la vives y se acaba. De ahí surgió el teatro del absurdo. Las conspiraciones dan sentido. Y poder. Si crees que sabes algo que los demás no, te sientes especial. En un mundo sin explicaciones, eso da alivio.