'Casa en llamas', 'El 47', 'La estrella azul', 'La infiltrada' y 'Segundo premio'

'Casa en llamas', 'El 47', 'La estrella azul', 'La infiltrada' y 'Segundo premio'

Cine

Regresa con fuerza el entretenimiento en los Premios Goya

Los galardones auspician un cambio de paradigma en la industria. Un cine de vocación popular, sin miedo al género o a buscar la emoción por la vía directa o visceral, como El 47 o La infiltrada, ha orillado al realismo de corte sensible.

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Tras pasar por Málaga, Valencia, Sevilla y Valladolid, los Goya mantienen su itinerancia por la península ibérica y desembarcan ahora en Granada, tierra del pionero cineasta José Val del Omar, con un programa de actividades que ya se despliega por toda la ciudad, que incluye desde la proyección de las películas que optan a los cabezones hasta encuentros con los nominados.

Todo conducirá al Palacio de Congresos y Exposiciones el día 8 de febrero, donde las actrices Maribel Verdú y Leonor Watling ejercerán de anfitrionas, siendo la primera vez que dos mujeres presentan el sarao –y que otras dos, Laura Márquez y Paloma Rando, lo guionizan–. De la gala no ha soltado nadie prenda, ni ellas ni los productores Tinet Rubira y Ángel Custodio ni el presidente de la Academia de Cine Fernando Méndez-Leite, aunque se da por hecho que habrá un emocionante homenaje a su antecesora en el cargo, Marisa Paredes, actriz inolvidable a la que perdimos el pasado diciembre.

Para elevar la calidad de la gala, no deberían mirar más allá de la lista de nominados a la mejor canción, entre los que encontramos a artistas de la talla de María Arnal, Yerai Cortés, Valeria Castro y Alondra Bentley. Aunque los que están confirmados son grandes músicos locales, como Miguel Ríos, Dellafuente, Estrella, Kiki y Soleá Morente y Lola Índigo.

A los que no esperamos encontrar en la gala (aunque sería un puntazo) es a la banda granadina Los Planetas, ya que parece que a sus miembros –de por sí poco dados al boato de estas ceremonias– no les ha convencido Segundo premio, filme que se inspira en la historia de cómo pergeñaron su legendario disco Una semana en el motor de un autobús. Los académicos le han concedido a la oscura poesía visual del filme de Isaki Lacuesta y Pol Rodríguez nada menos que 11 nominaciones, entre ellas la de mejor película.

La música, el eje de 2024

Pero la música no solo juega un papel fundamental aquí, sino en buena parte de la cosecha del cine español de 2024. Ahí están dos fenomenales óperas primas, emocionantes, arriesgadas en lo formal y con estilo: La estrella azul (8 nominaciones), en la que Javier Macipe cuenta el periplo argentino del líder de Más Birras Mauricio Aznar y que opta también al galardón a mejor película, y La guitarra flamenca de Yerai Cortés (2 nominaciones), en la que Antón Álvarez –o C. Tangana– nos descubre la historia familiar de un talentoso guitarrista flamenco.

Sin olvidar Polvo serán (2 nominaciones), el heterodoxo musical sobre la eutanasia de Carlos Marqués-Marcet, que se tiene que conformar con una única opción de metal, para el chileno Alfredo Castro a mejor actor.

En el último lustro un realismo de corte sensible, con un toque costumbrista y con una apuesta por el naturalismo en las interpretaciones, se había colado siempre en la categoría de mejor película, con magníficos títulos como Lo que arde (Oliver Laxe, 2019), Las niñas (Pilar Palomero, 2020), Libertad (Clara Roquet, 2021), Alcarràs (Carla Simón, 2022), La maternal (Pilar Palomero, 2022) o 20.000 especies de abejas (Estibaliz Urresola, 2023).

Aunque la apuesta se mantiene con las 4 nominaciones de Los destellos, de Pilar Palomero, y la presencia de Los pequeños amores de Celia Rico en montaje y de Por dónde pasa el silencio de Sandra Romero en dirección novel, parece que regresa con fuerza un cine de vocación popular, de entretenimiento, sin miedo al género o a buscar la emoción por la vía más directa y visceral, quizá siguiendo la línea que marcó la triunfadora de la anterior gala, La sociedad de la nieve de J. A. Bayona.

Es el caso de los filmes que, junto a Segundo premio y La estrella azul, pugnan por el Goya a la mejor película: el amable filme de denuncia El 47 (14 nominaciones), el sólido thriller La infiltrada (13) y la afilada comedia Casa en llamas (8). Las tres se han colado entre las diez películas españolas más taquilleras del año.

El extraño caso de El 47

Las 14 nominaciones de El 47 le otorgan el papel de favorita a pesar de que, de manera sorprendente, ni el director Marcel Barrena ni Eduard Fernández, cuya carismática actuación es por mucho lo mejor del filme, opten a sus respectivos galardones.

Claro que Fernández sí está nominado a mejor actor por otro descomunal trabajo, su interpretación del falso superviviente de los campos de concentración Enric Marco en Marco (5 nominaciones), de Aitor Arregi y Jon Garaño, y las reglas de los Goya le impedían aparecer nominado dos veces en la misma categoría.

La reivindicación de la herencia charnega y de la lucha vecinal del barrio barcelonés de Torre Baró de El 47, narrada a través de la historia del conductor de autobuses Manolo Vital, es uno de los trabajos que ponen de manifiesto el buen momento de la industria del cine catalana, cuyo sello se encuentra también en Salve María (2 nominaciones), el thriller psicológico sobre la maternidad de Mar Coll, y en Casa en llamas, la tragicomedia de Dani de la Orden, que cuenta con un reparto en estado de gracia.

De hecho, es su protagonista, Emma Vilarasau, la única que parece con opciones de disputarle el Goya a la mejor actriz a Carolina Yuste, que brilla en La infiltrada, de Arantxa Echevarría, filme basado en hechos reales que con escenas de tensión y un gran sentido del ritmo narra la historia de una policía que se infiltró en los años 90 en ETA.

Yuste, además, está nominada como directora por su cortometraje documental Ciao Bambina, por lo que podría hacer doblete. También podría recolectar dos nuevos goyas Pedro Almodóvar, nominado a mejor dirección y guion adaptado por La habitación de al lado (10 nominaciones), aunque el filme no aparece entre los candidatos al premio a la mejor película.

Los más suspicaces verán esta ausencia como un síntoma de las supuestas malas relaciones de la Academia con el cineasta manchego. En cualquier caso, tras ganar el León de Oro, el primer trabajo rodado íntegramente en inglés de Almodóvar ha pasado de puntillas por la temporada de premios. Con todo, sus dos actrices, Julianne Moore y Tilda Swinton, sí optan al galardón.

Tampoco ha conseguido convencer a los académicos Jonás Trueba con Volveréis, al menos no al mismo nivel que a los críticos de la prestigiosa revista francesa Cahiers du Cinema, que situaron el filme en el décimo puesto de las mejores películas de 2024. En los Goya, el cineasta madrileño se tiene que conformar con las candidaturas de Vito Sanz a mejor actor y la de Miguel Ángel Rebollo en dirección de arte. Bien merecía estar con su mejor filme, una divertida y romántica oda a la repetición, en las categorías de mejor película, dirección y guion original.