Las reacciones a la muerte de Carlos Saura no se han hecho esperar. El mundo de la cultura, y por supuesto el del cine, se han pronunciado sobre su fallecimiento. Una de las primeras instituciones en valorar su obra ha sido la Academia de Cine, la institución que le ha concedido el Goya de Honor que debería haber recibido este sábado (aunque ya se lo había entregado físicamente hace unos días). "Saura fue uno de los cineastas fundamentales de la historia del cine español", señalaba la institución que preside Fernando Méndez-Leite.

Último director clásico

Mientras el presidente del Gobierno Pedro Sánchez lo consideraba "un patrimonio cultural de nuestra historia", el Ministerio de Cultura y Deporte de Miquel Iceta  destacaba en redes su contribución al cine español, poniendo en valor el Premio Nacional de Cinematografía de 1980 y la Medalla de Oro al mérito en las Bellas Artes de 1991. Para el productor Agustín Almodóvar fue "el último director clásico" de nuestro cine, y Antonio Banderas destacaba "una obra indispensable  para la reflexión profunda sobre los comportamientos del ser humano".

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Otra de las valoraciones que coincide en la "grandeza" de un director como Carlos Saura es la de su hijo Antonio, que declaraba a Radio 5 que "ha muerto al pie del cañón, creando casi hasta el final", seguramente pensando en Lorca por Saura la obra de teatro que tiene pendiente de estreno (el próximo 15 de febrero) en el Teatro Infanta Isabel de Madrid y en el documental Las paredes hablan, ya en salas.  

Modernidad y memoria

De este último rodaje tiene un grato recuerdo el paleoantropólogo Juan Luis Arsuaga: "Lo conocí en Atapuerca y entre los bisontes. En esos días pensaba que yo quería ser como Carlos Saura cuando llegue a su edad. Guardo sus recuerdos como un tesoro". Y es que el director, fallecido a los 91 años, es, para el crítico y poeta Marcos-Ricardo Barnatán "el cineasta de la modernidad y de la memoria".

"Aragonés amante de su tierra y apasionado de la fotografía, retrató como pocos a la sociedad en todas sus obras. Su aportación al cine moderno es indiscutible", señalaba Pilar Alegría, ministra de Educación y Formación Profesional. De "figura indispensable" lo ha calificado Alberto Núñez Feijóo, mientras que la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, lo ensalzaba como un "maestro del cine, la literatura y la fotografía".

Tiempo en soledad

La escritora Elvira Navarro prefiere destacar de uno de sus cineastas favoritos una de sus películas, Cría cuervos, cinta de 1971 que representa un cine "osado y personal". La actriz y productora Assumpta Serna subraya su respeto por "el silencio, tanto en la vida como en el cine. Testarudo, disfrutaba en soledad de su tiempo y de sus aficiones". También desde el flamenco han llegado las condolencias. El cantaor Arcángel lo ha calificado como de "genio absoluto en todo lo que hacía".

Historia viva

Uno de los escritores que conoció a Carlos Saura fue Ignacio Martínez de Pisón, también aragonés. "Fueron días de animada convivencia y largas conversaciones -desveló a El Cultural-. Para mí, que me había formado como cinéfilo a través de sus películas, estar con Saura era como estar con la historia viva del cine español: tocó todos los palos (vanguardia, drama, comedia, musical, cine realista) y siempre los tocó bien. Para mí Cría cuervos sigue siendo un clásico insuperable, pero podría citar cerca de una docena de películas suyas que no le andan a la zaga.