“Un lugar de encuentro”. Esa es la apuesta a la que no renuncia el certamen dirigido por José Luis Cienfuegos, que arranca en Sevilla este viernes, 6, con la voluntad firme de seguir reivindicando el cine de autor europeo. Y lo cierto es que es difícil atisbar el signo maldito de 2020 entre la inabarcable selección de películas. La sección oficial está, de hecho, marcada por la presencia de cinco de las más potentes e interesantes miradas del Viejo Continente: Christian Petzold, Cristi Puiu, Abel Ferrara, Malgorzata Szumoswka y Grianfranco Rossi. Petzold, probablemente el más brillante cineasta alemán de su generación, presenta Ondina, que recibió el premio Fipresci y el galardón a mejor actriz (Paula Beer) en la pasada Berlinale. Se trata de una historia de amor inspirada en el mito que da título a la película, en el que una ninfa del agua se venga cruelmente de su amado tras descubrir una traición. Por su parte, Cristi Puiu, una de las voces más aclamadas de la Nueva Ola del cine rumano, compite con Malmkrog, en el que un grupo de personajes variopintos pasan la Navidad en la mansión de un aristócrata de Transilvania. La película parte de un texto del filósofo ruso Vladimir Solovyev y mantiene los rasgos formales que ya presentó el director en Sieranevada (2016).

El neoyorquino Abel Ferrara, el gran cronista de la perdición humana, lleva a la capital andaluza Siberia, filme de producción italiana (Ferrara lleva una década asentado en Roma) protagonizado por Willem Dafoe en el que ofrece al espectador un oscuro y poético paseo por su propio subconsciente, para saldar cuentas con su tormentoso pasado, sus pecados y demonios. Además, la polaca Szumoswka firma junto a Michal Englert, su director de fotografía habitual, Nunca volverá a nevar, un filme imaginativo, audaz y excéntrico sobre un masajista con la capacidad de inyectar felicidad en sus clientes; y el documentalista italiano Gianfranco Rosi, que cuenta ya en su haber con un Oso de Oro por Fuego en el mar (2016) y un León de Oro por SacroGRA (2012), viaja a las fronteras de Iraq, Kurdistán, Siria y Líbano para retratar las miserias de la guerra en Notturno.

Colores y tonos diferentes

“Hemos logrado reunir una muestra potente, rica y variada, temática y formalmente, del cine europeo”, explica el director del festival, José Luis Cienfuegos. “Y aunque hay muchos colores y tonos diferentes sí que es cierto que temáticamente hay varios hilos que recorren toda la programación, como puede ser la reescritura de la historia del último siglo en el continente”.

A eso aspira, a sus 83 años, Andrei Konchalovski, en Queridos camaradas, Premio Especial del Jurado en Venecia. El maestro ruso reconstruye un acontecimiento que tuvo lugar en la Unión Soviética en 1962 y que permaneció oculto durante décadas: la violenta represión de una huelga de trabajadores en la ciudad de Novocherkask. Pero también sus compatriotas Ilya Khrzhanovskiy y Jekaterina Oertel vuelcan la mirada hacia la tiranía del régimen comunista en una de las quince películas que han surgido del proyecto cinematográfico más ambicioso y extravagante que se recuerda: diez años de rodaje, 700 horas

de material, 400 voluntarios, 50 actores, un monumental set de rodaje de varios kilómetros cuadrados… DAU. Natasha se titula el filme que compite por el Giraldillo de Oro, que ya recibió el Oso de Plata a la contribución artística en Berlín.

“Hemos logrado reunir una muestra potente, rica y variada, temática y formalmente, del cine europeo”. José Luis Cienfuegos

Otros tres cineastas indagarán en el pasado de sus respectivos países en la sección oficial. La bosnia Jasmila Žbanić sigue los pasos de una traductora de la ONU en el infierno de la Guerra de los Balcanes en Quo Vadis, Aida, el británico Thomas Clay nos lleva hasta la posguerra civil inglesa (siglo XVII) para construir un potente alegato contra el puritanismo en Fanny Lye Deliver’d y el español Luis López Carrasco viaja en El año del descubrimiento a 1992, momento en el que España refulgía como una nación moderna gracias a los Juegos Olímpicos y la Expo de Sevilla mientras en Murcia ardía el Parlamento y la reconversión industrial tocaba techo. Rodada en Hi8, el director presenta un fresco de la clase trabajadora que ha sido premiada en Cinéma du Reel, Tesalónica y Jeonju.

Luis López Carrasco no es el único español que compite por el gran premio en Sevilla. David Martín de los Santos presenta La vida era eso, un drama sobre una joven (Anna Castillo) y una anciana (Petra Martínez) que cruzan sus destinos en un hospital de Bélgica, y María Pérez Sanz estrena Karen, un retrato íntimo y delicado de los últimos tiempos en África dela escritora Karen Blixen (autora de Memorias de África) con Christina Rosenvinge como protagonista.

'Karen', de María Pérez Sanz

Otros dos potentes retratos de caracteres femeninos pugnarán por los grandes premios: Ammonite, del director británico Francis Lee, en el que Kate Winslet y Saoirse Ronan protagonizan la supuesta relación amorosa que surgió entre la controvertida paleontóloga Mary Anning y una joven niñera, y Sweet, de Magnus Von Horn, en la que seguimos a una monitora de fitness para conocer el reverso tenebroso de las redes sociales. Estos dos filmes cuentan con el sello de Cannes, al igual que la poética y luminosa February, del búlgaro Kamen Kalev, y Gagarine, de los franceses Fanny Liatard y Jérémy Trouilh. Completa la sección oficial Borrar el historial, una comedia hilarante y excéntrica que codirigen Benoît Delépine y Gustave Kervern.

Además, el festival mostrará en secciones como Las Nuevas Olas o Revoluciones permanentes propuestas más radicales o minoritarias, con especial atención a directores jóvenes, y se rendirá homenajes a la actriz Emmanuelle Béart, que presenta El abrazo (Ludovic Bergery), y a todo un referente del cine italiano: la nonagenaria Cecilia Mangini, la primera mujer que rodó documentales en la Italia de posguerra.

@JavierYusteTosi