Janis Joplin es uno de los mayores iconos de la contracultura de los años 60. Entró en la historia de la música por la puerta del rock and roll y, sobre todo, del blues, un género que parecía inventado ex profeso para su voz rota y dolida. La cineasta Amy J. Berg (West of Memphis y Líbranos del mal) ha reconstruido la vida de la cantante en el documental Janis, que se estrena en España el próximo 4 de marzo, en salas y en las principales plataformas de vídeo bajo demanda.

Berg utiliza como hilo conductor de la narración las cartas que Joplin escribió a sus padres, amigos y colaboradores durante años, muchas de ellas inéditas hasta ahora, a las que pone su voz la cantante contemporánea Cat Power. Además, el documental incluye material inédito en audio y vídeo grabado en conciertos y sesiones de grabación.

Marginal y rebelde durante la adolescencia (etapa que relata sobre estas líneas un amigo del instituto), Joplin aparecía encima del escenario bajo el disfraz de un torbellino desinhibido que ocultaba una personalidad quebrada por el sufrimiento y la inseguridad. Cuando llegó a San Francisco durante el amanecer del movimiento hippie, se unió a una comunidad en la que por fin sentía que encajaba. Antes de morir en 1970 (pertenece al triste club de las estrellas del rock que murieron con 27 años) por sobredosis de heroína, publicó cuatro álbumes de estudio, entre ellos Cheap Thrills y Pearl y varios en directo, y dejó para la posteridad dos actuaciones memorables en los célebres festivales de Monterey (1967) y Woodstock (1969).