Image: Joe Wright resucita el mito de Peter Pan en clave psicodélica

Image: Joe Wright resucita el mito de Peter Pan en clave psicodélica

Cine

Joe Wright resucita el mito de Peter Pan en clave psicodélica

9 octubre, 2015 02:00

Joe Wright

El director de Orgullo y prejuicio y Anna Karenina se atreve con Peter Pan. El cineasta nos cuenta en Londres que ha pretendido indagar en la oscuridad de la niñez sin apartarse del género de aventuras para crear una fábula sobre el paso a la madurez.

Aunque no pudo leer bien hasta los 16 años porque padecía dislexia, Joe Wright (Londres, 1972) se ha convertido en el gran adaptador de los clásicos literarios de nuestro tiempo. Después de sus exitosas adaptaciones de novelas como Orgullo y prejuicio (2005), Expiación (2007) y Anna Karenina (2012), el director se atreve con un mito del calibre de Peter Pan en Pan (Viaje a Nunca Jamás), que no es exactamente una adaptación del célebre libro de John Barrie sino una precuela de la famosa historia en la que el personaje aún no es un niño que no puede crecer (ni morir) sino un huérfano que viaja a ese país para encontrarse con el mismo mundo de fantasía de piratas y cocodrilos que sí conocemos pero donde el capitán Garfio es joven y aún no es malo. Ese papel de villano lo ocupa un Barbanegra desmedido interpretado por Hugh Jackman.

No es poco riesgo lo que propone Joe Wright, un Peter Pan que no trata sobre "el aspecto más famoso de la historia, que nunca crece, trata sobre Pan aprendiendo a volar. Si se hacen más películas a partir de ésta, ese tema de la niñez eterna será investigado en ellas. Aquí esa idea del deseo de juventud y el miedo a la muerte la protagoniza Barbanegra, que es un personaje consumido por la vanidad", nos explica el director en un encuentro en Londres.

Entre la psicodelia y Dickens, Wright construye una película clásica en la que el mito aprende a volar, otra de sus famosas características. Es un Pan antes de Pan que surge del interés del director por los niños y la infancia que observa a través de sus propios hijos: "La idea era hacer una película que estuviera dentro del género de acción y aventura y tuviera todos los ingredientes como la espectacularidad o el asombro, pero al mismo tiempo tuviera una verdad psicológica que no suelo ver en este tipo de producciones. Creo que lo hemos conseguido".

Peter Pan es un huérfano abandonado en una casa para niños como él gobernada por una monja cruel que sueña con que su madre vaya a rescatarlo. Los piratas, liderados por Barbanegra, secuestran a los niños huérfanos para hacerlos trabajar como esclavos en Nunca Jamás. Allí, el niño descubrirá que está llamado a liderar una revolución que libere a los desdichados niños del yugo de los piratas.

Fotograma de Pan

"No quiero enseñar nada a nadie", dice Wright, "no creo ser más listo que el público. El objetivo de estas historias es reconocerte en ese niño que fuiste, ver tus miedos y cómo el personaje se sobrepone a esos temores y prevalece. Es una película que quiere animar a los niños a usar su inteligencia y su imaginación, a ser valientes y tener confianza en sí mismos. Quizá todas las fábulas hablan de lo mismo, de cómo ingresamos en la vida adulta y superamos el control parental".

La indagación en la infancia es una de las claves. "No creo que las versiones de Disney o Spielberg sean las mejores posibles, y lo digo desde el máximo respeto y admiración. El libro refleja una atmósfera inquietante, hay una extrañeza que no veo reflejada en las películas. Queremos ser honestos respecto a los niños: pueden ser duros, pueden ser envidiosos y es una etapa terrible porque todo depende de unos adultos monstruosos, estás totalmente limitado. Hay una cierta oscuridad en la niñez. También Barbanegra tiene elementos positivos. No quería una película con una distinción tan nítida entre buenos y malos".

Una historia clásica de autosuperación y confianza en uno mismo que Wright cuenta haciendo alarde de una fastuosa recreación de Nunca Jamás a medio camino entre el Mad Max de la mina donde trabajan los niños a una jungla psicodélica, en una película que quiere ir más allá del clásico producto infantil de masas incorporando elementos disruptivos como esa canción de Nirvana que corean los piratas, Smell Like Teen Spirit, o ese aire un poco trance de la parte de la selva. "Me pregunté qué cantarían los piratas y eso me llevó al punk. Haciendo pruebas, nos dimos cuenta de que esa canción de Nirvana funcionaba muy bien".

Respecto a ese audaz aire psicodélico de la película, el director nos habla de sus inicios: "Trabajé para una compañía de luces que hacía los shows de Chemical Brothers y eso ha sido fundamental en mi formación. Pertenezco a la generación de jóvenes de finales de los 80 y principios de los 90 y viví la época de las raves a fondo, eso ha tenido una influencia en todo mi trabajo. Para esa parte de la jungla reunimos a indígenas de todo el mundo y el otro gran referente fue el National Geographic. Utilizamos toda esa iconografía indígena de diversos lugares mirando muchos libros. Llegamos a viajar a Vietnam para visitar unas cuevas".

En el filme, puede verse al director disfrutar recreando ese Nunca Jamás en el que los barcos de pirata vuelan, hay hadas y junglas de una vistosidad espectacular: "La imaginación es un elemento fundamental de esta historia. Estamos hablando de lo maravillosa que es y quería dejar espacio para ella. La imaginación nos puede transportar a cualquier lugar. De todos modos, nada que yo pueda plasmar en una película será tan salvaje y enloquecido como la imaginación humana. Esta película yo la veo como un sueño de Peter".

@juansarda