James Cameron el día del estreno de Avatar

Cristina Jaramillo
Ya es oficial, James Cameron es el auténtico mago de la taquilla. El único realizador capaz de superar la inalcanzable cifra de recaudación de Titanic, más de 1.843 millones de dólares, con otra obra suya, Avatar, que en tan sólo seis semanas en cartel ya se ha embolsado 1.859 millones de dólares en todo el mundo. El norteamericano supera así su propio récord y se convierte en el creador de las dos películas más "grandes" de todos los tiempos.

La cifra todavía no se ha superado en Estados Unidos donde Avatar ha recaudado 554.981 millones de dólares, lo que la sitúa a menos de seis millones de dólares de la imbatible Titanic (600.788.188). A pesar de seguir primera en las listas americanas, ya ha empezado a descender el nivel de asistencia a los cines para ver el último taquillazo de Cameron en su país de origen, no obstante se espera que en pocos días el récord se rompa también en Estados Unidos.

No deja de ser curiosa la costumbre impuesta por este realizador entre el público y los medios de barajar millones de espectadores como si fueran miles. Los profesionales del mundo del cine se echan las manos a la cabeza al ver de qué manera se resta importancia a unas cifras vitales con las que se mide el éxito o el fracaso de su trabajo. Para que se hagan una idea, y centrándonos en el producto nacional, una película española que haya ido bastante bien recauda unos cuatro o cinco millones de euros, y recaudar más de diez, como le está pasando, por ejemplo, a Celda 211 es un auténtico bombazo.

El precio de la inflación
Los más escépticos alegan, no sin razón, que estas cifras no tienen en cuenta ni la inflación ni el precio de las entradas en 3D que supera con creces el de la butaca sencilla que en 1998 recogió las lágrimas de todos los públicos mientras la voz de Di Caprio se apagaba en las gélidas aguas del océano. Pero a favor de Avatar hemos de decir también que se ha estrenado en mitad de la crisis más grande conocida desde 1929.

Teniendo en cuenta este dato, el de la inflación, que no es baladí. ¿Cuál dirían que es la película más taquillera de todos los tiempos? Pues pueden poner a Dios por testigo, porque sí, es exactamente, aquel clásico de todos los clásicos estrenado en 1939, Lo que el viento se llevó. Le siguen La guerra de las galaxias (1977) y Sonrisas y lágrimas (1965). En este ranking, Titanic baja al puesto número seis, mientras que Avatar se pierde en el vigésimosexto.

Los números en espectadores
Hasta aquí todo más o menos sabido, pero ¿qué pasa con el número de espectadores? ¿Por qué nunca se nos facilita un dato clave y a primera vista tan evidente? Si hacemos una simple división entre la recaudación y el precio medio de la entrada en el año de su estreno de los taquillazos made in Cameron, nos encontramos con que Titanic la vieron en Estados Unidos 128.099.827 personas (a un precio medio de 4,69 dólares la butaca). Mientras que, hasta el momento, 74.823.021 espectadores han comprado entradas para ver Avatar a un precio medio de 7,46 dólares.

Más difícil es hacer el cálculo, sin embargo, según nos alejamos en el tiempo ya que al no haber televisión, ni vídeo, ni por supuesto DVD, en las primeras décadas del siglo XX las películas se estrenaban en los cines varias veces en función de su éxito. De este modo, resulta casi imposible dar con una cifra fiable de espectadores de una película como Lo que el viento se llevó que regresó en múltiples ocasiones a las salas durante décadas variando así el precio medio de la entrada.

Irrefutable es que Avatar no ha hecho más que comenzar su andadura y desde su estreno lidera las listas de las películas más vistas en la era del apocalipsis del cine haciendo frente a las implacables descargas ilegales. Aún le queda aprovechar el impulso que sin duda le darán los Óscar. Pero el mayor mérito de Cameron reside en haber conseguido en apenas dos meses que el 23% de la población norteamericana haya sucumbido a los encantos del planeta Pandora.