El médico y bioquímico valenciano Santiago Grisolía, uno de los precursores de la divulgación científica moderna en España, ha fallecido a los 99 años en el Hospital Clínico de Valencia a causa de complicaciones derivadas del COVID-19. Discípulo de Severo Ochoa, Grisolía ganó en 1990 el Premio Príncipe de Asturias de Investigación Científica y Técnica.

La ciencia española pierde así a una de sus grandes figuras, que desarrolló “su labor científica en el área de la bioquímica en campos muy diversos, principalmente en la enzimología del metabolismo del nitrógeno relacionado con el ciclo de la urea y la degradación de las pirimidinas”, según el jurado del citado galardón.

Grisolía nació el 6 de enero de 1923 en Valencia. Estudió Medicina en esta ciudad, donde fue discípulo de José García Blanco. Entre 1941 y 1944 acabó la carrera con matrícula de honor y sacó por oposición la plaza de interno en bioquímica.

En Estados Unidos conoció a Severo Ochoa, con quien mantuvo una relación de amistad desde 1946 hasta la muerte del Nobel en 1993. En Nueva York desarrollaron varios trabajos juntos.

Antes de su regreso a España, en 1977, participó en investigaciones en varias universidades de Estados Unidos

Grisolía participó además en investigaciones en las universidades de Chicago, Wisconsin y Kansas.

En 1977 se instaló en Valencia, donde llevó adelante nuevos proyectos relacionados con las bases moleculares de la patología hepática y el envejecimiento, los efectos del alcohol en el ser humano y los mecanismos de recambio y transporte de proteínas. Participó en la organización en 1988 en esta ciudad de la primera Conferencia Internacional para el Proyecto sobre el Genoma Humano.

Promotor de los premios de investigación Rey Jaime I y miembro de distintas academias, Grisolía era presidente del Consell Valencià de Cultura. Publicó más de 400 trabajos científicos e impartió docencia en universidades de distintos países, en especial España y Estados Unidos. 

Numerosos científicos españoles lamentaron ayer el fallecimiento de Grisolía, del que destacaron su condición de maestro de varias generaciones de investigadores y gran divulgador.

La capilla ardiente permanecerá instalada este viernes en el Palau de la Generalitat entre las 10:30 y las 11:30. Posteriormente se celebrará el funeral en el tanatorio de Valencia.