Dos astronautas realizan maniobras sobre el Canadarm en un transbordador norteamericano

Como era de esperar, 2001, el año kubrickiano por excelencia, está deparando muchas sorpresas en el ámbito aeroespacial. A la muerte de la estación rusa MIR después de 15 años de vida y al avance de las investigaciones sobre vida en Marte -con el lanzamiento de la Mars Odyssey 2001-, se une ahora el acoplamiento del Endeavour a la Estación Espacial Internacional (ISS), mediante el cual se instala el mecano más determinante para que la construcción del complejo espacial más grande jamás realizado por el hombre sea posible. Pero sin duda, el acontecimiento de mayor trascendencia en la historia aerospacial de este mítico 2001 está todavía por llegar.
Se llama Dennis Tito. Tiene 60 años. Es californiano, ingeniero aeroespacial y, sobre todo, multimillonario. Y será el primer turista cósmico de la historia de la Humanidad. Si nada (es decir, la NASA) lo impide, el sábado partirá en una nave Soyuz del cosmódromo de Baikonur, situado en la república de Kazajistán, rumbo a la naciente Estación Espacial Internacional. No lo hará solo, obviamente. En la cápsula le acompañarán los cosmonautas rusos Yuri Batunin y Talgat Musabáyev. Una vez que Dennis Tito despegue del cosmódromo ruso, la veda del turismo espacial quedará abierta para siempre.

El intrépido multimillonario

La intención inicial del intrépido multimillonario era viajar a la estación espacial rusa Mir, para lo cual acordó con los rusos pagar 20 millones de dólares (3.760 millones de pesetas), una cantidad de dinero que quedará escrita como la primera tarifa de billete estelar. El hundimiento y definitiva muerte de la vieja Mir no mermó las ambiciones de Dennis Tito, y firmó un nuevo contrato con los rusos por el cual viajaría a la ISS y permanecería una semana de estancia en ella. La reacción de la NASA y de la Agencia Espacial Europea (ESA) en forma de rechazo fue inmediata, y exigió que Tito añadiera más meses de entrenamiento a su preparación y retrasara su viaje hasta octubre. Pero los rusos, necesitados de fondos, no podían permitírselo. La financiación rusa es imprescindible para la construcción de la ISS, y a pesar de los problemas de presupuesto que sufre el país ex-soviético, el sistema de seguridad de la estación depende prácticamente en exclusiva de la tecnología rusa, por lo que una cantidad tan suculenta como la ofrecida por el que será el primer civil en el espacio no puede rechazarse.

Por lo tanto, el viaje del primer turista espacial se producirá envuelto en la polémica, ya que los norteamericanos de la NASA han señalado que Dennis Tito no está suficientemente preparado para la misión, no entiende el ruso y puede llegar a ser un estorbo y posible causante de peligro en las instalaciones de la ISS. La réplica rusa es que el californiano se ha entrenado en sus instalaciones y ya está completamente preparado para una semana de estancia en la estación espacial. Durante los seis días que permanecerá en la parte rusa de la ISS, el californiano se ocupará de los sistemas de comunicación y de energía de la nave Soyuz, el transbordador en el que viajará hasta una altura de 375 kilómetros de la Tierra, donde sobrevuela en órbita el ingenio espacial en construcción. Además, Dennis Tito realizará otras tareas testimoniales, como la grabación en video de un programa que dé cuenta del trabajo de los cosmonautas en la estación y un extenso trabajo fotográfico sobre el complejo espacial y sus maravillosas vistas a la Tierra.

Este aparente triunfo de los deseos espaciales rusos frente a los norteamericanos coincide con la celebración rusa del 40 aniversario del primer lanzamiento de un cosmonauta, Yuri Gagarin, a la órbitra terreste, que se produjo el 12 de abril de 1961. El cosmonauta ruso, que falleció en un extraño accidente de aviación siete años después, cuando sólo contaba con 34 años de edad, se convirtió automáticamente en un héroe ruso, emblema de la supremacía espacial entonces soviética frente a la norteamericana durante los años sesenta.

Robótica cósmica

Un mes después del hito logrado por la ingeniería aeroespacial rusa, en mayo de 1961, el astronauta estadounidense Alan Shepard fue el primer americano en ir al espacio. Shepard fue también uno de los protagonistas de la misión Apolo 14, que consistió en llevar al hombre por tercera vez y que debido a las complicaciones y peligros que acarreó para la tripulación es muy recordada por los ciudadanos norteamericanos. El 30 aniversario de esta aventura espacial -que se ha llevado al cine en varias ocasiones- se celebra también este año.

La partida del turista espacial Dennis Tito prácticamente coincide con el acoplamiento de la nave Endeavour, que partió el 19 de abril de la Tierra al módulo Unity de la ISS. Para el proceso de construcción de la estación espacial, la misión de la Endeavour es de vital importancia, pues en sus bodegas transporta el último instrumento creado por la ingeniería robótica orbital, el Canadarm2. Este brazo metálico es la versión para la ISS del Canadarm original, que desde hace 20 años es parte indispensable de los transbordadores norteamericanos. La versión mejorada hace el brazo más largo (17,6 metros de longitud) y más pesado (1.640 kilos) que el ingenio anterior, y además su libertad de movimientos es sensiblemente mayor. Sin este artilugio, que será controlado por los astronautas desde el interior del complejo, la construcción de la ISS sería inviable. A este respecto, el director de esta novena misión de la NASA a la ISS, Tommy Holloway se ha mostrado categórico: "Este es el brazo robótico más complejo jamás enviado al espacio. Es absolutamente necesario para poder ensamblar las piezas que faltan en la Estación. Sin él no podríamos construir la ISS".

Construido por MD Robotics, el proyecto del Canadarm2 está liderado por la Agencia Espacial Canadiense (CSA). El mecano espacial es capaz de manipular cargas de hasta 116.000 kilogramos con una precisión milimétrica. En un futuro no demasiado inmediato, a este brazo se añadirá un manipulador más sensible, que se trata de un pequeño robot con dos brazos incorporados capaz de coger un huevo sin romperlo, y cuya utilidad estará destinado a cambiar componentes. El robot, con una libertad de movimientos de 15 grados, tendrá siete articulaciones y cuatro herramientas incorporadas. Además, se instalará una base móvil, en forma de raíles, que permitirá a los robots desplazarse de uno a otro lado de los andamiajes de la estación espacial. Por otra parte, los responsables de la ingeniería están trabajando en la posibilidad de sustituir el cableado del complejo (que representa el 10% de su masa) por un sistema de comunicación en fibra óptica, algo que de momento no se ha podido desarrollar debido a que a la fibra óptica es sensible a la radiación.
Si los planes de construcción de la ISS siguen como hasta ahora, es decir, sin dilaciones, el complejo multinacional (en el que están implicados una docena de países) estará completo en 2006. Desde la ISS, que viaja a una velocidad de 27.600 kilómetros por hora en una órbita inclinada 51º respecto al Ecuador, se realizarán experimientos que afectan a todos los campos de la ciencia y que no son posibles en la Tierra.