Sin título, 2004. Cerámica

Bajo el título de Umbral, Alberto Peral presenta su último trabajo que consiste en un amplio catálogo de obras ensortijadas en una espiral en la que se da vueltas a soportes varios: esculturas, videoproyección, dibujos, fotografías, etc. Bordeando la indefinición de estos soportes, Peral parece tratar de diluir los acotados territorios de la creación. De esta forma, como viene siendo reconocido en su más popular trabajo, la escultura se reviste de acaramelada cerámica. De igual modo, en estas piezas, la fotografía deja paso a la intervención del dibujo, y éste a la acción de la imagen en movimiento. Con ello, Peral, explorador de lo insólito, se adentra en arenas movedizas en las que libera una obra que acaba siendo engullida por un encadenamiento de negaciones. Estas obras, derivadas de sus elípticas andadas, muestran un itinerario en el que se suceden equívocos y contradicciones que no hacen sino proyectar un horizonte de actuaciones en el que todo se tambalea. Su recurrente atención al óvalo, visto a través de sus más amplias perspectivas, se adecúa aquí a muy diversas situaciones formales y conceptuales. Así, tan pronto acierta en constituirse en una alegoría del infinito como en la simple semblanza de un viaje. Como el propio artista señala: "tanto los dibujos y fotografías, como el vídeo de esta exposición son pequeñas acciones, actos que una vez expuestos adquieren un modo artístico. El vídeo es un dibujo lanzado al aire, los dibujos fotogramas de una animación, las esculturas un juego constructivo, arquitectura de un puzzle fragmentado, y las fotografías un diario sobre el que he dibujado. Cuanto más diversifico mi obra me doy cuenta de que siempre es el mismo acto".