CaixaForum Madrid exhibe hasta el 21 de mayo el tapiz que Joan Miró y el artista textil Josep Royo crearon en 1980 para ”la Caixa”, tras culminar con éxito la restauración en vivo desarrollada en abril y mayo del año pasado.

Bajo el título La estrella de Miró, el proyecto muestra desde el pasado viernes el tapiz a los visitantes del centro, en una vitrina de cristal y acompañado de plafones que cuentan su historia. Tras la restauración, la obra fue expuesta en CaixaForum Barcelona en lo que supuso su primera exhibición ante el público en 38 años.

Con este proyecto expositivo, los visitantes podrán conocer la historia de la estrella mironiana que forma el emblema de la entidad, así como observar los efectos de su restauración.

A finales de la década de los 70, la entonces denominada Caja de Pensiones para la Vejez y de Ahorros de Cataluña y Baleares asumió la necesidad de unificar y mejorar la imagen de la entidad. Fue entonces cuando nació la marca ”la Caixa”, y también cuando se decidió encargar a la agencia norteamericana Landor la renovación de su imagen. A finales de 1979, se apostó por utilizar la creación de un artista, y Joan Miró (1893-1983) fue el elegido.

El encargo corporativo se convirtió en la obra monumental Tapiz, que fue exhibida por primera vez en noviembre de 1980 en la exposición Joan Miró. Obra gráfica, en el Centro Cultural de la Casa Macaya de Barcelona. La gran puesta de largo del tapiz se produjo en la inauguración del Museo de la Ciencia (hoy, Museo de la Ciencia CosmoCaixa), el 2 de junio de 1981. Estuvo expuesto en la entrada del centro hasta 1984, año en el que fue trasladado al vestíbulo de la nueva sede central de la entidad, en la avenida Diagonal. Allí ha permanecido colgado de forma ininterrumpida durante estos últimos 38 años, por lo que solo los trabajadores y los visitantes han podido apreciarlo en este tiempo.

[Joan Miró, una tarea titánica de superación]

El tapiz, cuyos principales materiales son la lana, el algodón y el cáñamo, mide cinco metros de largo por dos de alto y tiene un peso de 200 kilos. Se trata de uno de los siete grandes tapices que Miró realizó durante los años 70 en una de sus últimas aventuras expresivas, en colaboración con Royo.

Madurez y depuración

Esta obra de gran formato se enmarca en el periodo de madurez de Miró, en el que simplificó su lenguaje visual y profundizó en la exploración técnica y expresiva de la materia, en este caso el tejido. Miró trabajó con el artista textil entre 1969 y 1983, año de la muerte del pintor.

La obra, de grandes dimensiones, junto a los plafones explicativos. Foto: Fundación "la Caixa"

El tapiz posee un marcado carácter icónico, al tiempo que desprende una depuración formal del inconfundible estilo del artista. Espacios vacíos y composiciones figurativas en los que los diferentes elementos asociados al cosmos, la naturaleza y el hombre se posicionan y se relacionan entre sí para transcribir plásticamente los valores de la existencia. El color negro le permitía construir formas y poner énfasis en la expresividad a través de los contrastes que le ofrecían los colores amarillo, azul, verde y rojo.

En el marco del proyecto de restauración del tapiz, el próximo miércoles 18 de enero se estrenará en la nueva plataforma CaixaForum+ el documental Los tapices de Miró. Del hilo al mundo. Se trata de una coproducción entre la Fundación Joan Miró y la Fundación ”la Caixa” sobre los grandes tapices del artista a partir de las tareas de restauración del tapiz de la Fundación ”la Caixa”. El film sigue el proyecto de investigación en el que colaboran ambas fundaciones para profundizar en la conservación de estas obras emblemáticas.

La restauración

Tras 38 años de exposición del tapiz en el vestíbulo de las oficinas centrales de la Fundación ”la Caixa”, se planteó la necesidad de abordar su estudio y restauración integral. Las pocas actuaciones realizadas con anterioridad se habían limitado a la parte frontal y por primera vez se puso el foco en el análisis del reverso.

En 2019, un estudio previo realizado por la Fundació Joan Miró identificó visualmente cambios en los colores de la parte delantera respecto a su reverso, resguardado de la luz. El forro del reverso fue retirado temporalmente para permitir el acceso a la parte posterior de las zonas coloreadas y la realización de una restauración exhaustiva. También fue eliminada la acumulación de polvo y se procedió a la hidratación de las fibras, que con el tiempo se habían ido secando y corrían el peligro de quebrarse.

El proyecto conllevó la construcción de una nueva vitrina y un análisis de la composición de los materiales con objeto de diseñar mejores estrategias de conservación y exhibición.

La restauración fue dirigida por Anna Vila, conservadora científica de la Fundación ”la Caixa”, a la que se sumó la especialista en tapices Marina Blanch.