Nicholas Serota

Después de 28 años al frente de uno de los templos internacionales del arte, Nicholas Serota dejará la dirección de la Tate en 2017. Uno de los nombres clave de la historia reciente de los museos, impulsor de la Tate Modern de Londres, abandona su cargo para presidir, a partir de febrero, el prestigioso Arts Council de Inglaterra, institución dependiente del Ministerio de Cultura, que se encarga de invertir el dinero público, proveniente sobre todo de la Lotería Nacional, en arte y cultura.

Durante los años que Serota lleva en la Tate (desde 1988), esta ha vivido sus años de mayor expansión. En 1993 inauguró la Tate St Ives y en 2000 la Tate Modern, convirtiendo una antigua central termoeléctrica de Bankside, en la orilla 'pobre' del Támesis, en el museo de arte contemporáneo más visitado del mundo, con 4,7 millones de visitantes en 2015, por delante del MoMA de Nueva York y del Centre Pompidou de París.

Serota deja el cargo en uno de los momentos más dulces de los últimos tiempos, con la ampliación de la Tate Modern (uno de los retos desde los tiempos de Vicente Todolí) recién inaugurada con un nuevo edificio de Herzog & de Meuron, los mismos que en su día hicieron realidad la conversión en museo de la antigua Boiler House. La joya del imperio Tate (que incluye, además de la ya mencionada Tate St Ives, Tate Britain y Tate Liverpool), ha crecido en un 60%, añadiendo 21.000 metros cuadrados, de los que 5.600 son para espacio expositivo y, sobre todo, culmina una profunda renovación en la relación con su público tras el nombramiento, también, de Frances Morris como nueva directora el pasado mes de enero.

Traer el mundo a Bankside

Como explicaba Elena Vozmediano con motivo de la inauguración el pasado mes de junio, "aunque Serota defiende un modelo de internacionalización intensiva, ha descartado siempre la creación de sucursales en otros países, a pesar de que ofertas, dice, no le han faltado. Su reto ha sido más bien traer el mundo a Bankside". Y lo ha conseguido.

También la Colección Tate ha crecido con Serota. De él dependieron las llegadas a sus fondos de trabajos de Bacon, Beuys, Bourgeois, Brancusi, Duchamp, Horn, Mondrian, Richter, y Twombly, entre otros, y su expansión hacia la fotografía y la performance, algo que se ha acentuado con la ampliación de espacios y la llegada de Morris. Y eso teniendo en cuenta que el presupuesto para compras fue en el ejercicio de 2014-2015 de sólo 65.700 euros, pero el valor de las obras recibidas a través de donaciones fue de 93,7 millones en el mismo período.

"Ha sido muy emocionante trabajar con los sucesivos presidentes, patronos y talentosos colegas para desarrollar el papel que la Tate ha jugado en el estudio, presentación y promoción del arte británico, moderno e internacional. Durante los últimos treinta años, hemos asistido a un importante cambio en la apreciación pública del arte en este país. La Tate está orgullosa de haber formado parte de esa transformación junto a otros museos nacionales y regionales y los nuevos centros en lugares como Walsall, Margate, Wakefield, Gateshead y Nottingham", ha declarado tras hacer pública la noticia.

Nacido en Londres en 1946, Serota empezó su carrera en la Tate como presidente de su Asociación de Jóvenes Amigos, se unió al departamento de artes visuales del Arts Council of Great Britain y trabajó como comisario en la Hayward Gallery. A los 27 años fue nombrado director del Museo de Arte Moderno de Oxford y en 1976, director de la Whitechapel Gallery, donde permaneció durante doce años. En 1981, Serota fue el co-comisario, junto a Norman Rosenthal y Christos Joachimides, de la exposición A New Spirit in Painting, en la Royal Academy de Londres. Y en 1988 sucedió a Alan Bowness como director de la Tate. Una labor que ha sido hoy valorada positivamente por el presidente del Patronato de la institución, Lord Browne, quien ha asegurado que Serota deja a la Tate "en una fuerte posición desde donde construir su futuro".

Según ha asegurado la Tate, la búsqueda de sustituto para Serota comenzará inmediatamente.

@PaulaAchiaga