David Bowie

Basquiat, Hirst y Auerbach entre las 400 piezas de su colección privada que saldrá a la venta el próximo mes de noviembre en la sede de Sotheby's en Londres

De David Bowie se ha escrito mucho y su muerte fue un duro mazazo para los melómanos. De su vida, su influencia musical y su trayectoria apenas quedan secretos pero había otra parte en él: la de coleccionista de arte. Esa faceta, aunque no secreta, la mantuvo lejos del alcance público pero se revelará al completo el próximo mes de noviembre en una venta de 400 obras de su colección privada que tendrá lugar en la casa de subastas Sotheby's de Londres el próximo mes de noviembre.

El corazón de la colección está compuesto por un grupo de 200 estimulantes obras de arte británico moderno y contemporáneo del siglo XX de artistas como Henry Moore, Graham Sutherland, Frank Auerbach y Damien Hirst. Pero su inquisitiva mente también le llevó a interesarse por el arte marginal, el Surrealismo, el arte africano contemporáneo y la excéntrica obra del diseñador italiano Ettore Sottsass y el grupo Memphis. Se trata de una colección que en lugar de basarse en la reputación lo hace en la respuesta personal e intelectual que estos artistas tuvieron sobre Bowie.

Frank Auerbach: Head of Gerda Boehm, 1965. A la derecha, Damien Hirst: Beautiful, Shattering, Slashing, Violent, Pinky, Hacking, Sphincter Painting, 1995

El mundo privado y arty de Bowie se podrá ver en una exposición en la salas de Sotheby's de la calle New Bond del 1 al 10 de noviembre. Curiosos, fans, coleccionistas e historiadores podrán así zambullirse en los objetos del cantante. Antes de llegar a la casa de subastas, sus piezas viajarán este verano por Londres, Los Angeles, Nueva York y Hong Kong y además, desde principios de octubre, estará disponible un catálogo sobre la colección. Un portavoz de David Bowie ha dicho que su colección fue configurada por el interés personal del artista y recopilada con gran pasión. Siempre estuvo dispuesto a ofrecer sus obras en préstamos y disfrutó de compartirlas. No obstante, las obras de mayor significado personal se quedarán en manos de la familia.

Además, la pasión de Bowie por el arte no solo se reduce a ser coleccionista de obras de artistas emblemáticos sino que también fue crítico, comisario y editor de revistas. En 1994, en una apuesta poco ortodoxa por parte de una rock star, se unió al círculo académico del consejo editorial de la revista Modern Painters. A raíz de esa inclusión entrevistó a Jeff Koons, Damien Hirst y Tracey Emin. En 1998 lanzó la editorial de libros de artista 21 junto a Karen Wright. Probablemente uno de los hitos, o de los mayores engaños, fue cuando Bowie organizó una fiesta en el estudio de Koons para el lanzamiento de un libro que celebraba la vida y obra de un misterioso escritor llamado Nat Tate, una creación ficcional de su amigo el novelista William Boyd.

Basquiat: Air Power, 1984. A la derecha, Gilman: Interior (Mrs Mounter), 1917

Bowie también pintó a lo largo de su vida y estuvo inmerso en comunidades artísticas no solo en Londres sino en Nueva York y Berlín. Conoció a Andy Warhol en 1971 en Factory y fue aclamado por su retrato del pionero artista pop en el biopic Basquiat de Julian Schnabel.

La colección

"My God, ¡sí! Quiero sonar como se ve eso", dijo Bowie acerca de una obra de Auerbach en el New York Times en 1998. Al artista le gustaban los efectos esculturas del pintor y sintió una gran afinidad con un artista que podía provocar en él reacciones diversas. En la revista Modern Painters en el año 1996 escribió lo siguiente acerca de Basquiat: "Siento cada momento del pincel tocando el lienzo. Hay una inmediatez que quema las decisiones cada vez que se evaporan y prenden la imaginación diez o quince años después, como si hubiera sido pintado por primera vez". La relación que unía a Basquiat con Bowie se retrata en la película de 1996 del director Schnabel en la que Bowie se mete en el papel del mentor del joven artista: Warhol. Air Power la adquirió un año más tarde y sobre ella escribió que "no es un secreto que Basquiat quería ser un cantante de rock ya que su obra se relaciona con el rock de una manera en la que pocos artistas visuales se han acercado". Otra de sus debilidades, y de las pocas que hizo públicas, fue Damien Hirst y sus lienzos caleidoscópicos. "Es diferente. Creo que su obra es extremadamente emocional, subjetiva, ordenada en sus miedos, su miedo a la muerte es muy fuerte, y encuentro sus obras en movimiento constante".

Todas ellas ahora salen a la venta. Se prevé que al menos serán recaudados 10 millones de libras. Estaremos atentos en noviembre.