A. Lajarín: Cubouno, 2004

Entornos próximos es una especie de resultado no previsto de la política museística desarrollada por las autoridades alavesas. La decisión de dotar a Vitoria de un museo de arte contemporáneo y la división de la colección de arte de la Diputación Foral entre dos museos, produjo el daño colateral del cierre de la Sala Amárica, un espacio expositivo que tenía, entre otras, la función de difundir la creación local. Para paliar esa pérdida surge esta muestra, de carácter bianual, instalada en el Artium. Comisariada por Virginia Torrente, la exposición recoge la creación más reciente en el entorno geográfico próximo del museo. Lógicamente, la primera duda que plantea el proyecto es la de su adecuación. ¿Es un museo de arte contemporáneo el lugar idóneo para una muestra de noveles? Es una cuestión a discutir, pero parece lógico que una política cultural correcta comprenda la diferenciación de los distintos niveles de la creación artística y no mezcle churras con merinas, pero esto supone plantear la cuestión a un nivel de gestión que supera al propio museo para pasar al ámbito de lo político. Centrándonos en lo artístico, Entornos próximos plantea lo que podría esperarse de una muestra de este tipo: la obra de los siete artistas seleccionados, Iban Arróniz, Nerea de Diego, Aitor Lajarín, Anabel Quincoces, Manu Uranga y el colectivo formado por Carlos Hermosilla y Leire Galagarza, ofrece un panorama que va desde el net art de estos últimos (una de las mejores piezas) a la reutilización de objetos cualesquiera de Uranga, pasando por la combinación de lenguaje de cómic y tópicos sexistas de Iban Arróniz, que define su obra como "escatología mercantil".