José Manuel Sánchez Ron delante de la Escuela Politécnica Federal (ETH) de Zúrich, donde estudió y enseñó Einstein.

El historiador de la ciencia y académico publica Albert Einstein. Su vida, su obra y su mundo, una completa biografía del insigne científico en el Centenario de la Teoría de la Relatividad General.

Aquí puedes leer y descargar un fragmento del libro.

En su último número de 1999, la revista Time nombró a Albert Einstein (1879-1955) "personaje del siglo". No era para menos: el científico que construyó las teorías especial y general de la relatividad, además de uno de los fundadores de la física cuántica, cambió nuestra concepción de la realidad pero también fue "un espejo de la primera mitad del siglo XX": era un judío alemán que se convirtió en la bestia negra del nazismo; adquirió la nacionalidad suiza y la estadounidense, pero siempre se consideró apátrida; fue pacifista, pero recomendó a Roosevelt desarrollar la bomba atómica por miedo a que Hitler lo consiguiera primero; y, por solidaridad ante las injusticias que sufría su pueblo, apoyó la creación del estado de Israel, del que incluso le ofrecieron la presidencia. Todo eso y otros muchos capítulos de su vida los cuenta, con gran abundancia de citas y notas, el historiador de la ciencia y académico José Manuel Sánchez Ron (Madrid, 1949) en Albert Einstein. Su vida, su obra y su mundo, biografía del Nobel de Física editada por Crítica y la Fundación BBVA. El título anuncia la exhaustividad de este libro, que además explica con detalle sus logros científicos, cómo renovaron la obsoleta física clásica, cómo fueron acogidos por la sociedad de su tiempo y cómo marcaron el desarrollo posterior de la ciencia y la tecnología.

Pregunta.- ¿Qué ha querido aportar con esta ambiciosa biografía de Einstein?
Respuesta.- He querido ofrecer una imagen lo más completa posible de su figura. Creo que es el mejor y más amplio libro sobre Einstein en castellano. He integrado su obra, su biografía personal y su contexto político y social, siendo fiel a la importante bibliografía existente sobre todos estos aspectos de la vida de Einstein.

P.- La parte biográfica es muy asequible, pero las explicaciones teóricas no lo son tanto. ¿Quién puede leer este libro?
R.- Algunas partes son más difíciles de entender para un profano, pero es un libro de 500 páginas y saltándose algunas, cualquiera puede entender quién fue Einstein, su importancia y el periodo que vivió.

P.- Como explicó recientemente en El Cultural, otros descubrimientos científicos importantes se palpaban en el ambiente antes de ser enunciados, pero la teoría de la relatividad general es tan original que es improbable que otro científico hubiese llegado a la misma teoría. ¿Dónde estaría, pues, la física hoy si no hubiera existido Einstein?
R.- No podemos saberlo. Es muy difícil imaginarlo, pero también es difícil imaginar que se hubiese mantenido hasta hoy la teoría de la gravedad de Newton, que no es capaz de ayudarnos a entender fenómenos astronómicos como los cuásares, los púlsares o los agujeros negros que se descubrieron a partir de los años 70 gracias a la tecnología. La teoría de la relatividad general es la teoría más original de la historia de la ciencia y la única que describe sin fallos (hasta ahora) la gravitación universal.

P.- El eclipse total de 1919 confirmó, solo cuatro años después de su formulación, la validez de la teoría de la relatividad general al registrar la curvatura de la luz al pasar cerca del sol. Entonces ¿por qué se quedó estancado el estudio de la teoría desde los años 20 hasta los 60?
R.- Precisamente ese es el tema de una conferencia que daré próximamente en la Fundación BBVA, titulada Nacimiento, ocaso y resurrección de la relatividad general. Durante cuatro décadas, la teoría estuvo en manos de matemáticos que exploraban sus aspectos, incluyendo el intento de unificar la gravitación con el electromagnetismo en un mismo esquema parecido al de la relatividad general. Pero cualquier teoría científica necesita el contacto con la experiencia. A partir de los 60, gracias al desarrollo de la radioastronomía, se descubrieron los fenómenos astronómicos que he mencionado antes y fueron un caldo de cultivo para la relatividad general, ya que era la única teoría capaz de explicarlos.

P.- Aunque las teorías de Einstein son incomprensibles para los no iniciados, tuvo una popularidad enorme a partir de 1919. En su primera visita a Nueva York lo pasearon en descapotable y las multitudes lo aclamaban. ¿Cómo es posible?
R.- Es algo insólito pero puede explicarse, en primer lugar, porque la gente acababa de salir de una dramática guerra mundial y quería prestar atención a otras cosas. Además, hay un interés atávico en nosotros por el universo, sobre todo si aparece con grandes titulares en los periódicos. Por último, Einstein era un personaje que daba mucho juego a la prensa por sus opiniones y su imagen personal.

P.- Einstein tenía al final de su vida muchos frentes científicos abiertos. ¿Qué dejó pendiente?
R.- La demostración de la existencia de las ondas gravitacionales, que hoy se ha logrado indirectamente, pero aún no de forma directa; lograr una teoría unificada del electromagnetismo y la gravitación, algo imposible de hacer a la manera que él quería; y, por otra parte, fue crítico con la evolución de la mecánica cuántica, que no fue en la dirección que a él contemplaba.

P.- En esta biografía aporta muchos datos y citas que reflejan la condición moral y política de Einstein, necesaria para entender bien al científico.
R.- Einstein no responde al cliché del científico que se aísla del mundo. Fue un grandísimo científico pero también un auténtico humanista, un pensador que sabía expresar muy bien sus opiniones sobre los problemas sociales y políticos de su época.

@FDQuijano