El director Emilio Martínez Lázaro. Foto: El Mundo

Estrena este viernes La montaña rusa, comedia muy sexual con Verónica Sánchez, Alberto Sanjuán y Ernesto Alterio

Veterano del cine español y hacedor de éxitos como Amo tu cama rica (1992) y sendas películas de El otro lado de la cama, Emiilio Martínez Lázaro es un clásico del lugar. Regresa con una comedia romántica de corte clásico como La montaña rusa, en la que monta un trío entre Antonio Sanjuán, Ernesto Alterio y Verónica Sánchez. Tres personajes relacionados con el artisteo (Alterio hace de actor, Sanjuán es presentador de un talk show nocturno y Sánchez, violinista) en un Madrid ajeno a la crisis en el que ella decide entre un Alterio convertido en máquina sexual y un Sanjuán con poco instinto carnal. En pantalla, vemos el eterno dilema entre el chico divertido que te lo hace pasar mal y el sensato pero con poco sex appeal. Porque en esta película hay sexo como hace tiempo que no se veía en pantalla. Según Lázaro, porque vivimos tiempos "puritanos".

Pregunta.- Con La montaña rusa da la impresión de que regresa a los tiempos de Amo tu cama rica.
Respuesta.- Yo también lo veo como una vuelta a mis orígenes. El otro lado de la cama tenía un tono más de farsa que funciona muy bien en taquilla pero a mí me gusta menos. En España desde el sainete y etc. eso tiene mucha tradición y los actores le tienen muy pillado el truco, pero a mí me gusta más este tipo de comedia más sutil e irónica. Sin duda, Woody Allen o los hermanos Marx en este sentido siempre son una referencia.

P.- La película plantea a la protagonista una dicotomía clásica para la protagonista con dos tipos de chicos muy marcados...
R.- Para mí la gran diferencia entre esta película y otras mías es la importancia del punto de vista femenino, nunca había tenido a una mujer con un protagonismo tan claro, ella es el centro de todo. Lo que vemos es a una mujer independiente que ha llegado a la treintena y no sabe lo que es disfrutar el sexo. Hasta cierto punto, incluso ha renunciado a él. Todo cambia para ella cuando conoce a Ernesto y por fin descubre lo que es disfrutar de verdad en la cama. Como en toda buena comedia, en esta película los personajes lo pasan muy mal y ahí está la gracia. Todo lo que pasa para ella es una desgracia, nunca lo sabe manejar.

P.- El ambiente de la película vuelve a ser bohemio, como tantos personajes suyos.
R.- Es una historia que quizá con un ingeniero y una ama de casa no funcionaría tan bien. Lo que yo creo que es muy común en la sociedad de hoy en día es esa insatistacción constante que sienten los personajes, ese nunca estar del todo contento.

P.- Ernesto Alterio hace de sexy y Sanjuán de responsable con poca chispa. Ha intercambiado los roles tradicionales.
R.- Eso es mucho más interesante. Se enriquece más el personaje si tiene la apariencia contraria. Todos hemos conocido a hombres como Ernesto Alterio en la película, personas que quizá desprenden muchas feromonas y tienen la capacidad de conquistar a muchas mujeres. Hay gente que es un prodigio en la cama.

P.- Hacía tiempo que no se veía tanto sexo en pantalla...
R.- Estoy harto de las gilipolleces de lo políticamente correcto. En toda mi vida no había visto un momento tan puritano como éste. Ahora enseñas las tetas de una actriz y parece un drama. Ahora todo tiene que ser como las comedias del Apatow, que son cosas como para niños. La montaña rusa es una película que habla de sexo y yo quería que se viera que la protagonista está echando unos polvos monumentales.

P.- No le veo muy contento con los tiempos que corren.
R.- Desde los años 70 hasta ahora ha habido un retroceso moral brutal. Es como eso de que los críticos de cine hablen de cuánto han recaudado las películas, ¿pero desde cuándo importa para que una película sea buena o mala cuánto dinero ha ganado? Me resulta tristísimo.