Arcadi Espada. Foto: Antonio Pastor

El periodista y director de Ibercrea presenta el ciclo de jornadas 'La creación del mundo', que hoy comienza

Periodista, escritor y temido polemista, Arcadi Espada (Barcelona, 1957) dirige desde hace menos de un año Ibercrea, organismo que agrupa a cuatro entidades de gestión de derechos de autor, la Sociedad General de Autores (SGAE) incluida. En un año complicado, en el que acaba de confirmarse que somos los campeones mundiales de la piratería digital, Ibercrea inaugura hoy en CaixaForum (Paseo del Prado, 36) “La creación del mundo”, tres jornadas que apuestan por la imaginación y el talento pero en las que también se va a reflexionar sobre la ley de propiedad intelectual que una sociedad filibustera como la nuestra necesita. Además, Maria del Mar Bonet, Jorge Drexler, Luz Casal ofrecerán conciertos con las quince canciones de su vida, explicando el porqué. Una fiesta a vueltas con la escritura, el teatro, el pensamiento, la ciencia, la gastronomía, el cine, la moda... Pregunta.- ¿Qué es y qué pretende La creación del mundo? Respuesta.- Es una visión. El sueño de un país que respeta a sus creadores, que protege más a las ideas que a las cosas, porque al fin es consciente de que lo contrario es propio de una sociedad en decadencia. La creación del mundo pretende soñar durante tres días con algunos de los mejores creadores de nuestro tiempo. Y en un terreno más básico, como ayer le dijimos al Financial Times, supone un pequeño pero simbólico ejemplo de que España se pone a hacer los deberes. P.- Le planteo la misma pregunta a la que van a responder estas jornadas personalidades como José María Lasalle, Magdalena Vinent, Ferrán Mascarell o José Antonio Millán: ¿Qué ley de propiedad intelectual necesitamos? R.- Una, que fruto del consenso político, garantice que los derechos de autor puedan seguir siendo un elemento dinamizador de la industria cultural. Que concilie la protección de la propiedad intelectual con los derechos de los ciudadanos y con el desarrollo de la industria sin perder ni un ápice de eficacia en proteger el derecho de autores y artistas a decidir el uso que se da a sus obras, a ser compensados por ese uso y a gestionar colectivamente sus derechos de autor. Aunque ninguna ley será eficaz si no se reforma también la Administración de Justicia para evitar que los pleitos duren diez años. Cualquier reforma será inoperante si no hay justicia rápida en lo que respecta a internet. P.- Si Fernando Savater va a explicarnos "Cómo se hace una idea"; Albert Boadella, "Cómo se hace teatro"; Ferrán Adrià, "Cómo se hace un plato" y Ágatha Ruiz de la Prada "Cómo se hace un traje", es su turno: "Cómo se hace opinión"? R.- Con hechos. P.- Los últimos datos sobre piratería intectual en España son desoladores. ¿No cree que el escándalo de la SGAE favorece precisamente eso, la piratería, la falta de respeto a la propiedad intelectual? ¿No hemos retrocedido por culpa de los teddybautistas de turno? R.- ¿'Teddybautistas de turno'. Lo que es un retroceso es que la falta de rigor de buena parte de nuestro periodismo. El único "escándalo de la SGAE" hasta la fecha es el tratamiento mediático dado a una investigación judicial que acaba de comenzar. Y si los jueces acaban sentenciando que hay otro, debería tener tanta influencia en el respeto a la propiedad intelectual como un escándalo en la Policía o la Guardia Civil pudiera tener en el respeto a las leyes. P.- ¿Falta mucho para que el gusto por lo gratuito sea sólo una españolada, como las películas de Esteso y Pajares de los 70? R.- Esperemos que no, porque no habrá una verdadera regeneración económica en España sin una previa regeneración moral que aclare que hay que pagar por los bienes. Aunque vamos tarde. Y el atraso es especialmente grave cuando afecta a las élites: los universitarios españoles son los más tolerantes de Europa con la piratería.