Daniel Calparsoro, por Gusi Bejer

Ver una película de Daniel Calparsoro (Barcelona, 1968) debe de ser algo parecido a subir a un ring con las manos atadas. Todo depende de lo atento que estés para esquivar los golpes que, con toda seguridad, saldrán de la pantalla. El autor de filmes entregados a la adrenalina como Salto al vacío, Asfalto y Guerreros ha dejado esta vez el ruido y la furia de las guerras para adentrarse en la mente perturbada de una mujer, Ariadna Gil, y finiquitar así su primera visita al género del terror. En Ausentes, que se estrena el próximo viernes 16, el ruido y la furia van esta vez por dentro.

Pregunta: Cuatro personajes, una urbanización... ¿Después de la gran producción que fue Guerreros, le apetecía algo más "íntimo"?
Respuesta: Soy fan de Lego desde pequeño. Me gustaba construir cosas grandes con muchas piezas pequeñas. Sobre todo cuando las rompía. Luego le pillé el gustillo a trabajar con menos piezas porque era más difícil romperlas.
P: Cine de terror, thriller psicológico, suspense emocional... ¿qué es Ausentes?
R: Una película de miedo. Te identificas con los personajes, les pasa algo que te puede ocurrir a ti. El horror está en uno mismo y en los que te rodean. Ni siquiera nos lo queremos plantear, nos aterra el monstruo que llevamos dentro.
P: En pocas palabras, ¿qué entiende usted por cine de terror?
R: Ese cine que te hace disfrutar de tu lado oscuro y te acompaña de forma íntima en tus pesadillas. Dario Argento es el maestro.
P: En Ausentes,el terror se instala en una urbanización de ricos... ¿Tendría sentido la misma historia en un poblado de gitanos?
R: Aquí y en Sierra Leona, a todos nos aterra la soledad.
P: Los géneros cinematográficos, al menos en Europa, están de capa caída. ¿Por qué todavía usted confía en ellos?
R: Europa no marca la pauta, lo hacen asiáticos y americanos. Nos miramos demasiado el ombligo narrando cosas que ya sabemos. En Europa tenemos miedo del mundo que viene, del que ya es. El género sólo es una forma de narrar, como el propio cine.
P: ¿Ha visto la película documental En busca de Night Shyamalan?
R: He visto sus películas, el documental no. Me gusta cómo utiliza el género para transmitir ideas, aunque sus ideas no me gustan.
P: En cierto modo, ¿le han influido las películas de este director a la hora de escribir Ausentes?
R: Me han influido como muchas otras; salgo a la calle y cojo lo que me seduce, luego vuelvo a casa y trabajo con ello. No
hay que resistirse a un solomillo.
P: Me pregunto si el final sorpresa lo fue también para usted mientras escribía el guión o se encuentra ya en el origen de la historia...
R: En Ausentes la sorpresa da sentido a la película, hace que el espectador la haga suya. Lo que has visto está pasando, quizás a ti mismo y aún no lo sabes. Es una película que habla de ti.
P: ¿Qué le han aportado Ray Loriga y Elio Quiroga al guión?
R: Elio me dio su ilusión, Ray su cerebro. Con uno trabajé el tratamiento, con el otro escribí el guión.
P: Más que el final, me intriga mucho el principio de Ausentes. ¿Está en esa entrevista de trabajo la solución al enigma?
R: El enigma está en tu cabeza. Ausentes es un diálogo con el espectador. Sin palabras, con acciones y sensaciones, donde no se verbaliza el contenido, se transmite.
P: Es como si la frustración laboral activara todo el proceso psicológico que sufre la protagonista. ¿Considera que es el mayor miedo de nuestra sociedad?
R: No llegar a fin de mes es trágico, convierte los sueños en pesadillas. Pero nos hemos habituado a ello, no es lo que más miedo nos da. El horror es no reconocerte a ti mismo.
P: ¿Por qué en todas las películas de terror psicológico tienen que aparecer niños?
R: Porque son los únicos que tienen un mundo propio, no están hipotecados con la sociedad. El miedo es para ellos un sentimiento más.
P: En su caso, ¿cómo ha sido el trabajo con ellos?
R: Los he tratado como adultos y nos hemos entendido bien. Mi hermana Carla los ha preparado.
P: Una de las grandes dificultades de Ausentes es provocar la angustia y el miedo a plena luz del día y en un entorno familiar... ¿Fue el mayor reto?
R: A pleno sol no te puedes esconder de tus verdaderos miedos; están ahí, frente a ti, regodeándose.
P: De algún modo, los personajes acaban devorados por sus propios fantasmas. ¿Cuáles son
los suyos?
R: Dejando a un lado la muerte y la enfermedad, ninguno.
P: ¿Ha investigado sobre la parapsicología para realizar el filme?
R: Hemos trabajado la "psicología perceptiva".
Te miras al espejo por la mañana y no te reconoces. ¿Por qué?
P: Si no hiciera películas, ¿a qué se dedicaría?
R: A hacer películas.
P: ¿Qué película recomendaría para quien quiera sentir verdadera angustia?
R: Ausentes.
P: ¿Tiene alguna superstición?
R: Me empeño pero no lo consigo; creo que son deseos íntimos.
P: ¿Cuáles son a su parecer los miedos / fantasmas del cine español?
R: El amiguismo mata la competitividad; es cómo un cáncer que devora a su huésped.