El Cultural

Paula Izquierdo

"Siempre escribo contra la muerte. ¿hay algo más?"

13 febrero, 2000 01:00

En El hueco de tu cuerpo, Paula Izquierdo reconstruye los fragmentos de una vida rota por la pérdida, de una identidad desdibujada por los recuerdos. La autora, escurridiza en sus respuestas, celebra su cambio de editorial con una novela de iniciación personal.

Pregunta: Parece sentir atracción hacia los caracteres problemáticos. Julia, en La vida sin secreto, se recupera de un intento de suicidio, y Blanca, la protagonista de El hueco de tu cuerpo (Anagrama), es como "el personaje de una tragedia". ¿Pesimista convencida?
Respuesta: Cuanto más conozco más pesimista me vuelvo, dijo alguien y digo yo.
P: ¿Qué hay de autobiográfico en estos personajes?
R: Sólo concibo la literatura desde la experiencia imaginada o vivida. Y en este sentido, todo y nada es autobiográfico en mis novelas.
P: Blanca no encuentra su identidad hasta que "borra el último trozo fabricado con palabras ajenas". ¿También en la literatura hay que borrar las huellas de otros?
R: No, sólo hay que saber elegirlas.
P: ¿Qué escritores han dejado huella en la suya?
R: Sería una lista interminable empezando por Homero.
P: Ella se refugia de la vida en su estudio de fotografía. ¿Dónde lo hace Paula Izquierdo?
R: Me imagino que en la vida que, en mi caso, tiene que ver bastante con la literatura.
P: Las protagonistas de sus novelas son incapaces de tomar las riendas de su vida y tienen una necesidad enfermiza de cariño. ¿Es la vulnerabilidad más literaria?
R: Es más real.
P: "La felicidad no existe y es mejor no buscarla y seguir con lo que se tiene sin hacerse más preguntas". ¿Cuál es el precio que se paga por saber?
R: No quiero pecar de pesimista, pero quizá la decepción.
P: Ha realizado una serie de entrevistas a escritores en su estudio. ¿Cuál recuerda con más cariño?
R: Han sido cuarenta y tres escritores y cuarenta y tres estudios. Sería injusta si mencionara sólo a algunos. Cada entrevista fue un pequeño descubrimiento. Siento ser tan resbaladiza, pero mi respuesta daría para unas cuantas páginas.
P: ¿Cómo y dónde escribe usted?
R: Cómo, lo mejor que sé y dónde, donde me encuentre. Aunque generalmente estoy en casa y con un bolígrafo en la mano.
P: ¿Qué objetos tiene sobre su mesa de trabajo?
R: Si tuviera que enunciarlos no acabaría nunca. Sobre todo hay mil libros escritos y por escribir.
P: ¿Qué retos le plantean esos mil libros?¿El tiempo es el mayor desafío?¿Y la vida?
R: Desde luego el tiempo y la vida son dos desafíos. Hay que tener tiempo y estar vivo para escribir. Una vez superadas estas dos premisas, lo más importante es seguir siendo absolutamente autoexigente.
P: "Si no fuera por los retratos que le hice, ahora la sentiría más muerta", confiesa uno de sus personajes. ¿También usted escribe contra la muerte?
R: Sí, precisamente. Pero, ¿hay algo más?
P: Blanca relaciona "la idea de plenitud" con "el recuerdo del tiempo vivido con sus padres". ¿Es la infancia su paraíso perdido?
R: No, en absoluto, aunque sólo puedo hablar de mi experiencia.
P: Trabajó durante años en la Fnac. ¿Cómo se ve el mundillo literario desde la otra orilla?
R: Creo que no estoy en la otra orilla, en todo caso en mar abierto. A veces yo también hago preguntas como usted.
P: ¿La literatura exige exclusividad?
R: No. Lo que creo es que en literatura hay que ser exclusivo.
P: Allí coincidió con Lucía Etxebarría: ¿Cuál es el secreto de su éxito? ¿Durará?
R: Siempre le he deseado lo mejor. Ahora también.
P: ¿Se considera parte de algún grupo o generación?
R: No, me considero parte de mi tiempo.
P: Hace unos días Lorenzo Silva declaraba en estas páginas que el escritor debe conquistar al lector y asumir el riesgo de que se le lea o no. ¿Lo comparte?
R: Bueno, claro que lo comparto. La escritura no deja de ser una forma de seducción.
P: Francisco Umbral dijo de su anterior novela que era "cruelmente mental, sin ninguna de las enfermedades estilísticas de la moda". ¿A qué enfermedades cree que se refería?
R: Quizá esta pregunta debería contestarla él.
P: Kundera, por su parte, afirmaba que lo peor que le puede pasar a un escritor es que se conozca más su vida que su obra. ¿Qué opina?
R: Desde luego, Kundera tiene razón, pero yo iría un poco más allá: deberíamos conocer sólo su obra. Aunque estará de acuerdo conmigo en que hay vidas más interesantes que las obras, y obras menos interesantes que las vidas.
P: Uno de sus personajes se queja de que en las concesiones de premios el ganador es elegido antes del fallo. ¿Está de acuerdo?
R: No he visitado nunca las cocinas de los premios, de modo que no puedo saberlo. A mí que estén dados o no es lo que menos me preocupa, siempre y cuando lo que se premie y se prime sea la calidad.
P: En unas declaraciones recientes sostenía que no hay decisiones inocentes, que siempre que se da un paso se pagan las consecuencias. ¿Qué precio ha pagado por el éxito?
R: ¿Qué éxito?
P: ¿Cuál estaría dispuesta a pagar?
R: Una de las cosas a que estoy dispuesta es a seguir escribiendo.
P: ¿Cuáles han sido su derrota más hermosa y su victoria más triste?
R: Escribiendo, las derrotas y las victorias se viven día a día y tienen que ver con la búsqueda de la palabra justa.