Alcaraz se lamenta durante el partido contra Norrie.

Alcaraz se lamenta durante el partido contra Norrie. REUTERS

Tenis

Un desconocido Carlos Alcaraz sucumbe ante Norrie y dice adiós al Masters 1.000 de París a las primeras de cambio

El tenista español ganó el primer set, pero comenzó a cometer muchos errores que acabaron por desquiciarle y darle el triunfo al británico.

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Llegó como claro favorito al título, pero se la acabó pegando a las primeras de cambio. Alcaraz ofreció su peor versión de la temporada y se dejó remontar ante Norrie para decir adiós al Masters 1.000 de París en su estreno (6-4, 3-6. 4-6).[Narración y estadísticas en directo].

Fue un partido para olvidar del tenista murciano. Ya mostró algunas dudas en el primer set, pero una cuantas genialidades y errores del rival le sirvieron para precintar la manga. Sin embargo, una vez el británico elevó su nivel de tenis, Alcaraz entró en una cadena de errores constantes de la que no pudo escapar.

Se mostró muy nervioso con el transcurso del partido. Discutió durante varios minutos con su equipo justo antes de comenzar el tercer set. No veía nada claro. Y no pudo cambiar la dinámica en el momento decisivo. Cedió un break con 3-3 en el marcador y desaprovechó después dos bolas de rotura.

Norrie jugó su mejor partido de la temporada. El número 31 del ranking ATP se desquitó de lo ocurrido hace apenas unos meses en Wimbledon donde fue vapuleado por el español y celebró con rabia la que sin duda será la gran sorpresa del torneo.

Fueron 54 errores no forzados. 29 con la derecha. Unos registros que hicieron imposible que sacara adelante lo que fue sin duda su peor partido en todo 2025.

Con esta derrota, Alcaraz mantiene su 'gafe' en París. Nunca ha sido capaz de superar los cuartos de final en sus cuatro participaciones y en esta ocasión se fue a casa el día de su debut. Por delante tiene las ATP Finals de Turín y cerrará la temporada disputando con España la fase final de la Copa Davis.

De más a menos

La Torre Eiffel asomaba por debajo del calcetín del español, recuerdo de las glorias logradas en la capital francesa. Pero el techo del Masters 1.000 impide ver el monumento que sí se aprecia desde Roland Garros, un símbolo del diferente resultado que tiene Alcaraz en ambos torneos.

Alcaraz se chocó contra el aguerrido británico, un correoso tenista de 30 años que actualmente está en el puesto 31 del ránking tras haber sido top-10 en 2022, que saltó a la pista de La Defense decidido a vender cara su piel.

Rápido y acertado en los primeros compases del partido, Norrie obligó a Alcaraz a emplearse a fondo para sacar adelante el set. Llega a todas el británico y eso que por momentos el español ponía el listón muy alto.

Errores no forzados por Alcaraz contra Norrie.

Errores no forzados por Alcaraz contra Norrie.

El partido pintaba más de aplicación que de espectáculo y las abarrotadas gradas del estadio, más de 17.000 almas en el que presume ser la pista cubierta más grande del tenis, tardaban en entrar en calor en un cara a cara bien igualado.

Solo flaqueó en el quinto juego, cuando cedió su servicio, y aunque dispuso de una oportunidad de recuperarlo en el siguiente, la única de todo el set, Alcaraz ya no soltó el parcial.

El mazazo no amedrantó a su oponente, que desde los primeros compases del segundo set demostró sus ganas de competir. 4-1 arriba, el británico se sentía cómodo y aunque Alcaraz tuvo dos ocasiones de recuperar la desventaja, Norrie aguantó bien la presión para empatar a un set.

El descontento del español iba creciendo. Incómodo en la pista, lo expresó de forma clara en la silla, donde se revolvía contra su mal juego en un torneo del que no guarda recuerdos felices.

"Lo único que me salva es el saque. Lo estoy haciendo todo mal", se gritaba el español.

Desconexión total que le obligaba a remangarse de nuevo para doblegar a un rival que, sin embargo, iba encontrándose cada vez más en su salsa.

A duras penas aguantó Alcaraz en los primeros compases del primer set los envites de Cameron, que tuvo hasta cuatro bolas de rotura hasta conseguir doblegar al español.

Norrie celebra su victoria contra Alcaraz.

Norrie celebra su victoria contra Alcaraz. REUTERS

Cada punto era un suplicio, cada intercambio un calvario en el que el británico parecía cómodo y sereno, todo lo contrario que un alterado Alcaraz.

Aunque dispuso de dos bolas para recuperar la desventaja, el camino hacia el precipicio parecía ya marcado. Norrie mantuvo la compostura, no bajó el nivel y acabó por apuntarse la victoria más relumbrante de su carrera