Rafa Jódar, tras conquistar el Challenger de Lincoln.

Rafa Jódar, tras conquistar el Challenger de Lincoln. EFE

Tenis

El gran salto de Rafa Jódar: un ascenso al top 200 y el reto del Open de Australia para iniciar su camino como profesional

El tenista madrileño de 19 años sigue exhibiéndose en Estados Unidos y tiene cada vez más cerca el salto para competir con los mejores del mundo.

Más información: La progresión meteórica de Rafa Jódar: de conquistar el US Open Júnior a ser la joya de la NCAA y debutar como profesional

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El nombre de Rafa Jódar retumba cada vez más en el mundo del tenis. Hace apenas un año que su figura emergió en Estados Unidos. 12 meses en los que el jugador madrileño de 19 años ha progresado a pasos agigantados hasta colocarse a un paso de las 200 mejores raquetas del planeta.

Un puesto, el 210, que llega fruto de su exhibición la pasada semana en Lincoln donde se alzó con su segundo Challenger. Cinco partidos impecables en los que tan solo cedió un set en la final. De hecho, se vio obligado a remontar y sacó su mejor tenis para superar a Damm Jr y tocar de nuevo metal.

Hasta el momento, su paso por Estados Unidos le ha servido para transformar su juego y hacerlo más competitivo en pistas rápidas. Jódar no se limita al estilo tradicional del tenista español, acostumbrado a la tierra batida ya los puntos largos; también domina la agresividad del llamado tenis de primer golpe, tan habitual en esas superficies.

Lo más llamativo de su tenis no son solo sus resultados, sino la calidad de sus fundamentos: se mueve con agilidad, posee una excelente coordinación ojo–mano y ejecuta sus golpes con una naturalidad sorprendente. Esa combinación lo convierte en un jugador sólido, versátil y resistente en cualquier contexto.

A estos atributos físicos y técnicos —destacando unas extremidades largas que le otorgan una palanca de golpeo formidable— se suma su mayor arma: una derecha de altísimo nivel.

Es un golpe demoledor que utiliza con precisión para cambiar de dirección, especialmente con la paralela, y con el que logra imprimir una potencia excepcional gracias a un pequeño salto justo antes del impacto, como si golpeara en suspensión. Aun asumiendo riesgos, comete pocos errores, lo que convierte su derecha en un recurso decisivo y adaptable frente a cualquier tipo de oponente.

Momento de elegir

Tras conquistar el Challenger de Lincoln, Rafa Jódar está inmerso ahora mismo en el Challenger de Sioux Falls. Venció en primera ronda al georgiano Purtseladze y ahora le llega el turno de medirse frente a Kypson. Busca seguir ganando rodaje, pero parece estar listo para dar el salto al siguiente nivel.

La aparición de cualquier talento precoz siempre es acompañada de cierta cautela y precaución por aquellos que le rodean. Ese es el caso de Jódar. Eso sí, muchas carreras se han quemado por intentar saltarse pasos y entrar en el circuito a las primeras de cambios. Algo que no hizo el jugador madrileño tras alzarse con el US Open Junior. Fichó por la Universidad de Virginia y lleva ya un año cociéndose a fuego lento.

En apenas media temporada ha ganado más de 600 posiciones en el ranking ATP tras ganar dos Challengers, acumular un 21-4 de balance en sus últimos 25 partidos y pisar siete semifinales.

Por primera vez en su carrera está entre los 250 mejores jugadores del mundo, lo que le permite disputar la previa del próximo Open de Australia. Estar en la fase de clasificación de un Grand Slam sería una experiencia muy positiva para Jódar, quien de momento no se ha mojado sobre su futuro más inmediato.

"Cualquier cosa puede ocurrir", dijo Rafa Jódar hace apenas unos días cuando fue preguntado por si estaba listo para dar el salto al circuito profesional.

Tal vez aún sea algo precipitado que Rafa dé el salto definitivo. Quizás lo más conveniente para su crecimiento sería permanecer una temporada más, de enero a mayo, recorriendo el circuito universitario estadounidense, absorbiendo nuevas ideas, sumando horas sobre superficies rápidas y fortaleciendo aspectos de su juego y de su carácter que van más allá de lo puramente técnico. O tal vez no.

Deberá poner todo en la balanza. Estudiar los pros y los contras. Consultarlo y tomar la mejor decisión para su carrera. Es joven, tiene 19 años, y posee un talento para hacerse un hueco en la élite. El tiempo y sus decisiones dictarán sentencia.