Sinner y Alcaraz posan antes de un partido.

Sinner y Alcaraz posan antes de un partido. EFE

Tenis

Alcaraz-Sinner y el 14º capítulo del nuevo clásico del tenis: Cincinnati, aperitivo para el US Open y primer paso hacia el nº1

Las dos mejores raquetas del mundo vuelven a cruzarse por cuarta vez en una final en los últimos tres meses.

Más información: Un sólido Alcaraz hace mella en el físico de Zverev y se cita con Sinner en la final de Cincinnati

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Catorce enfrentamientos, cuatro finales en 2025, dos jugadores que han revolucionado el tenis mundial. Carlos Alcaraz y Jannik Sinner escriben este lunes un nuevo capítulo de su épica rivalidad. Cincinnati busca nuevo rey y uno de los dos se pondrá la corona.

Una rivalidad que ha evolucionado hasta convertirse en el "nuevo clásico" del tenis mundial. Ambos jugadores han protagonizado finales épicas que recuerdan la era dorada. Nadie está a su altura. Todos parecen estar a años luz.

Alcaraz y Sinner han conquistado todos los Grand Slams disponibles desde el Open de Australia 2024, monopolizando la élite mundial. El español domina el historial con 8 victorias frente a 5. 

Sin embargo, Sinner rompió la racha de cinco derrotas consecutivas en la final de Wimbledon el pasado mes. Esta será su cuarta final del año tras Roma, Roland Garros y Wimbledon.

Los números avalan la dimensión de esta rivalidad histórica. Son los únicos además de Federer y Nadal en disputar finales consecutivas de Roland Garros y Wimbledon. Una estadística los coloca en una categoría histórica junto a los más grandes de siempre. Su impacto en el tenis moderno es innegable y creciente.

El resurgir de Alcaraz

Alcaraz y Sinner medirán sus fuerzas inmersos en un momento muy dulce para ambos. En el caso del murciano, con el asterisco de la final de Wimbledon, fue hace cinco meses en Montecarlo donde llegó su punto de inflexión.

La debacle de Miami ante Goffin marcó un antes y después en la temporada de Alcaraz. La eliminación en primera ronda supuso un golpe durísimo. El tenista reconoció posteriormente que aquel momento representó tocar fondo en su carrera. "Le vinieron muchos pensamientos a la cabeza" tras aquella dura derrota en Florida.

"Después de Miami me di cuenta de que el camino es no pensar y disfrutar", confesó Alcaraz tras su posterior resurrección. La reflexión fue clave para su transformación.

En el Principado encontró la fórmula para redescubrir su mejor tenis. Ha disputado siete finales consecutivas desde entonces con resultados extraordinarios.

Carlos Alcaraz celebra su victoria en el Masters 1.000 de Montecarlo.

Carlos Alcaraz celebra su victoria en el Masters 1.000 de Montecarlo. REUTERS

El balance del español desde entonces es demoledor: 53 victorias de 59 partidos disputados, con un 89,8% de efectividad que asombra a los expertos.

Ha conquistado títulos en Montecarlo, Roma, Roland Garros, Queen's y Madrid. Además ha sido finalista en Barcelona y Wimbledon con un nivel excepcional.

Solo Federer, Djokovic, Nadal y Sinner igualan esta regularidad en finales durante la era moderna. Su mentalidad ganadora se refleja en cada partido disputado.Sus estadísticas son 21 títulos de 28 finales disputadas, con un 75% de efectividad que pocos igualan en la historia.

En Grand Slams, su registro es aún más impresionante: cinco títulos en seis finales. Únciamente la derrota de Wimbledon ante Sinner como único lunar.

Una máquina perfecta

Si Alcaraz puede presumir de unos registros de altura, poco le tiene que envidiar Sinner. El italiano llega a Cincinnati con números estratosféricos en superficie dura. Su racha de 26 victorias consecutivas en pista dura le sitúa entre los mejores de la historia.

Solo Federer (56), Djokovic (35), Murray (28) y Nadal (26) han logrado rachas superiores en el siglo XXI. Los números de Sinner son verdaderamente históricos.

Sinner, durante el partido contra Aliassime.

Sinner, durante el partido contra Aliassime. REUTERS

En Cincinnati, Sinner no ha perdido un solo set hasta la final. Su dominio ha sido tal que algunos rivales apenas le han inquietado.

El transalpino celebró el viernes su 200ª victoria en pista dura de su carrera. Un hito que refleja su especialización en esta superficie durante estos años.

La máquina italiana ha completado un ciclo histórico al convertirse en el primer jugador desde Djokovic en ganar Australian Open y Wimbledon el mismo año.

Su progresión ha sido meteórica: cuatro Grand Slams con solo 23 participaciones en majors. Supera incluso a Federer, Nadal y Djokovic en precocidad y efectividad.

La batalla por el nº1

Cincinnati representa mucho más que un Masters 1000 para ambos protagonistas. Alcaraz necesita ganar tanto este torneo como el US Open para recuperar el número uno.

La diferencia actual de 3.430 puntos favorece claramente a Sinner tras su triunfo londinense. El español tiene una montaña que escalar en las próximas semanas.

Durante la gira norteamericana, Sinner defiende 3.200 puntos frente a solo 60 de Alcaraz. Esta asimetría ofrece al español una oportunidad única de recortar distancias.

El italiano puede ampliar su ventaja hasta los 5.670 puntos si repite triunfos en Cincinnati y Nueva York. Las matemáticas son implacables para el murciano.

Solo diez jugadores en la historia han logrado el doblete Cincinnati-US Open. Sinner fue el último en conseguirlo en 2024, sumando ambos títulos. Esta estadística añade presión adicional a un Alcaraz que busca emular esta hazaña histórica. Roger Federer lidera este selecto grupo con siete títulos en Cincinnati.

Alcaraz celebra un punto contra Zverev en el Masters 1.000 de Cincinnati.

Alcaraz celebra un punto contra Zverev en el Masters 1.000 de Cincinnati. REUTERS

El head-to-head en Grand Slams podría equilibrarse si Sinner triunfa en Nueva York. Actualmente, Alcaraz lidera 3-2 en los majors tras Roland Garros 2025. Un eventual triunfo del italiano en Flushing Meadows dejaría el marcador en 3-3. Esto añadiría más dramatismo a una rivalidad ya de por sí épica.

Con Alcaraz a los 22 años y Sinner a los 23, el tenis mundial tiene garantizado espectáculo durante la próxima década. Cincinnati será solo un aperitivo.