Paula Badosa, en el suelo en el partido ante Sabalenka.

Paula Badosa, en el suelo en el partido ante Sabalenka. REUTERS

Tenis OPEN DE AUSTRALIA

Paula Badosa cede ante el empuje de la campeona Sabalenka y dice adiós a su sueño en el Open de Australia

La tenista española firmó un gran encuentro, pero la calidad de la número 1 del mundo fue demasiado y se quedó sin el pase a la final (6-4, 6-2).

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El sueño de Paula Badosa tendrá que seguir esperando al menos unos meses más. La tenista española, que anhela ganar un Grand Slam alguna vez en su carrera, cayó en las semifinales del Open de Australia (6-4, 6-2) ante Aryna Sabalenka pese a firmar un gran encuentro. [Así vivimos la derrota de Paula Badosa ante Aryna Sabalenka]

La española rubricó un partido más que digno. De hecho, el arranque fue inmejorable y la primera que consiguió un break en el primer set fue ella, pero poco a poco la bielorrusa se fue entonando y arrastró a Badosa a la cuneta para dejarla fuera del torneo mientras ella busca su tercer entorchado.

Después de una primera manga muy ajustada, intensa y apretada, Sabalenka puso el turbo en la segunda y aprovechó la ola para solventar el choque por la vía rápida. El sueño de Badosa termina, pero puede celebrar este 'renacimiento' que le ha vuelto a llevar al top10 del ranking.

Un buen inicio

El primer juego ya fue el reflejo de la disputa que iba a haber en el primer set. Paula Badosa comprobó en sus propias carnes que iba a tener que sudar hasta la última gota -tal y como esperaba- para poder rascar algo positivo ante Sabalenka.

Los primeros golpes arrojaron intercambios intensos y una mezcla de saques directos y dobles faltas por parte de la española que le llevaron, no obstante, a tomar la delantera. El inicio fue sensacional por parte de Badosa, que apretó al resto en el segundo juego y consiguió aprovecharse de los errores no forzados de la número 1 para hacer el primer break.

Paula Badosa celebra un punto en Australia ante Sabalenka.

Paula Badosa celebra un punto en Australia ante Sabalenka. REUTERS

Nada más empezar, Badosa se vio 0-2 arriba en su primera semifinal de Grand Slam y con la sensación de que podía despegarse y volar. Sin embargo, jugar contra Sabalenka significa que el partido puede volcarse por completo en cualquier momento, y la bielorrusa empezó a entonarse poco a poco.

Badosa llegó a tener tres bolas para colocarse 0-3 en el marcador, algo que hubiera supuesto un gran golpe de efecto, pero ahí su rival empezó a demostrar por qué es la número 1 del mundo. Forzó el deuce, disfrutó de su primera bola de break y no la desperdició para neutralizar la rotura anterior de la española. 

Acto seguido, Sabalenka puso el 2-2 y a partir de ahí metió el acelerador en busca de la victoria en el primer set. Badosa empezó a sufrir al resto. Una, dos, tres... y hasta cuatro bolas de break llegó a tener la bielorrusa al resto. Tras diez minutos de un intenso e interminable juego, la número 1 se adjudicó la rotura para ponerse 3-2, encima por primera vez en el partido.

Sabalenka ejecuta un golpe en el partido ante Paula Badosa.

Sabalenka ejecuta un golpe en el partido ante Paula Badosa. REUTERS

Ahí se le empezó a poner todo cuesta arriba a Paula Badosa. No se desconectó del partido en ningún momento, es cierto, y demostró tener una fortaleza mental muy grande para hacer frente a la situación, pero a remolque no pudo hacer nada por evitar que la primera manga cayera del lado de Sabalenka por 6-4.

Sabalenka, intratable

Con el viento soplando a favor, fue imposible ya parar a Aryna Sabalenka. Paula Badosa arrancó con buen pie el segundo set, adjudicándose el primer juego y tratando de convencerse de que no iba a acusar el golpe de la primera manga. Sin embargo, la realidad le explotó en la cara. 

Enseguida la número 1 del mundo demostró que se mueve como nadie en la Rod Laver Arena. Por algo lleva ganando allí desde 2023 sin que nadie haya sido capaz de derrotarla. Pronto volvió a romper el servicio de Badosa, y lo hizo una segunda vez para dejar prácticamente todo visto para sentencia.

Badosa y Sabalenka, grandes amigas, se funden en un abrazo.

Badosa y Sabalenka, grandes amigas, se funden en un abrazo. REUTERS

Fue demasiado huracán para Badosa, que por más que lo intentó vio que no daba para detener los golpes de Sabalenka. Sus dobles faltas al servicio también le jugaron una mala pasada y todo llevó al desenlace fatal inevitable.

Eso sí, ni siquiera estando a dos puntos de quedar apeada del torneo Badosa perdió esa sonrisa que le hace tan especial. Aceptó la superioridad de Sabalenka, se despidió de su sueño en Australia pero sobre todo se tiene que marchar con la cabeza alta y una lectura que tan sólo puede ser en clave positiva. Paula Badosa ha vuelto.