Krejcikova, con el título de campeona de Roland Garros.

Krejcikova, con el título de campeona de Roland Garros. Sarah Meyssonnier REUTERS

Tenis Roland Garros

Krejcikova, la que nadie esperaba: campeona de su primer Grand Slam en Roland Garros

La checa, número 33 del mundo, gana el título en París derrotando 6-1, 2-6 y 6-4 a Anastasia Pavlyuchenkova.

12 junio, 2021 17:10
París (enviado especial)

¿Quién podía imaginar hace dos semanas que Barbora Krejcikova conseguiría ganar Roland Garros? Nadie, quizás ni ella misma. Sin embargo, el deporte, como la vida, recompensa siempre el esfuerzo y premia la capacidad de aprovechar las oportunidades. Eso fue exactamente lo que hizo la checa, que este sábado celebró su primer Grand Slam individual a los 25 años al tumbar a Anastasia Pavlyuchenkova (6-1, 2-6, 6-4 en 1h58m), se aseguró aparecer el lunes entre las 15 mejores de la clasificación y confirmó la irregularidad del circuito femenino: por sexto año consecutivo, la campeona de Roland Garros estrenó su palmarés de grandes títulos en París. [Narración y estadísticas]

“No me puedo creer que de verdad haya ganado”, acertó a decir la ganadora. “Jana [Novotna] fue una gran inspiración para mí. Recuerdo las últimas palabras que me dijo: ‘Disfruta y trata de ganar un Grand Slam'. Sé que desde algún lugar me está protegiendo. La echo mucho de menos”, añadió sobre su entrenadora, la campeona de Wimbledon de 1998, que falleció en 2017 como consecuencia de un cáncer. “Estas dos semanas van dedicadas a ella. Espero que lo haya visto y que se lo haya pasado bien allí arriba”, cerró la checa, convertida en la primera tenista de su país capaz de ganar la corona después de que Hana Mandlikova lo hiciera 1981 aún bajo bandera de Checoslovaquia.

Pavlyuchenkova y Krejcikova, 32 y 33 del mundo, protagonizaron una final completamente imprevista porque nadie contaba con ellas para pelear por la copa. Ambas, en cualquier caso, se abrieron paso hasta el cruce decisivo acabando con grandes rivales (Aryna Sabalenka o Victoria Azarenka en el caso de la rusa; Elina Svitolina, Cori Gauff o Maria Sakkari en el de la checa), ganándose la plaza en el encuentro decisivo del torneo.

Antes de presentarse al gran público llegando a la final el pasado jueves, Krejcikova había vivido sus mejores días como tenista de dobles, alcanzando el número uno y conquistando dos trofeos de Grand Slam (Roland Garros y Wimbledon 2018 junto con Katerina Siniakova, con la que este mismo domingo buscará también coronarse en la modalidad por parejas ante Iga Swiatek y Bethanie Mattek-Sands). Con solo cinco torneos del Grand Slam disputados en solitario, su éxito en París debe valorarse como un acontecimiento insólito y fabuloso. 

Para formar parte de la historia, sin embargo, la checa superó una tarde para cabezas duras. 

Al comienzo del tercer set, todo igualado, las dos rivales habían conseguido gobernar con claridad durante un rato, pero ninguna se encontraba en una posición clara de domino. Primero, Krejcikova borró de la pista a la rusa en el parcial inaugural, haciéndole mucho daño con su revés, sacándole mucho provecho a ese golpe; luego, Pavlyuchenkova tomó la decisión de redoblar la agresividad y se llevó la segunda manga, empatando así el duelo pese a tener que solicitar la presencia del fisioterapeuta para que le vendase el muslo izquierdo.

Con los nervios enganchados a la raqueta, Krejcikova recuperó la versión del inicio, coronó esa tercera manga sorteando la presión y celebró el día más grande de su carrera casi sin acabar de creérselo.

“No tengo pensado cambiar nada”, avisó la checa. “Solo voy a seguir trabajando duro. Esto supone una enorme motivación para hacerlo y disfrutar el camino. Supongo que muchas cosas cambiarán a mi alrededor, pero yo seguiré siendo esa chica de una pequeña ciudad en la que solía jugar al tenis contra una pared”.

Krejcikova, durante la final de Roland Garros.

Krejcikova, durante la final de Roland Garros. Benoit Tessier REUTERS