Rafa Lozano y Rafa Lozano Jr. posan ante la cámara de EL ESPAÑOL EL ESPAÑOL
La saga pugilística de los Rafa Lozano, del 'Balita' al 'Balín': "El círculo tiene que cerrarse en Los Ángeles 2028 con una medalla"
EL ESPAÑOL entrevista al seleccionador del boxeo español y a su hijo, que también es su pupilo en el equipo que competirá en el Mundial de Liverpool.
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Rafa Lozano. Pasado, presente y futuro del boxeo español repartidos entre padre e hijo. Comparten nombre y la misma pasión por los cuadriláteros. Uno es seleccionador y el otro es boxeador del equipo nacional, pero mejor que se presenten entre ellos.
Lozano hijo.- "Mi padre es orgullo del boxeo español y del deporte. Ha dado mucho a esta disciplina y a este equipo nacional. Es un referente para todos nosotros. Ha conseguido todo lo que nosotros estamos luchando cada día por conseguir y por eso es la mayor referencia que tenemos. No puede haber otra persona igual que él".
Lozano padre.- "Mi hijo es una persona y un deportista que se ha ido haciendo poco a poco. Con mucha disciplina y con muchas ganas de llegar a grandes logros. Cuando se lesionó del bíceps, lo primero que dijo después de la anestesia fue: 'Papá, quiero ser campeón olímpico'. Tiene un objetivo bien claro, y seguro que lo va a conseguir".
Córdoba vio nacer y crecer a los Rafa Lozano, pero Madrid también es su casa. Ese hogar de tantos boxeadores con un sueño común que Lozano padre pudo cumplir en su día por partida doble, la medalla olímpica. El 'Balita' —llamado así por su baja estatura, que no llega al 1.55, combinada con su velocidad y potencia en el ring— lo consiguió en Atlanta 1996 (bronce) y Sídney 2000 (plata).
24 años pasaron sin que el boxeo nacional se volviera a colgar otro metal en el mayor de los escenarios del deporte. Hasta París 2024. Con Lozano padre de seleccionador, Ayoub Ghadfa (plata, +92kg) y Enmanuel Reyes Pla (bronce, -92kg) cortaron la racha mientras que Lozano hijo, así como varios de sus otros compañeros, rozaron la gloria. Nunca esta disciplina había estado tan bien representada en nuestra historia.
El bullicio del gimnasio del CAR de Madrid durante una sesión de sparring EL ESPAÑOL
En cuatro días arrancará el Mundial que se celebra en Liverpool y el equipo nacional abrió las puertas de su casa, el gimnasio del CAR de Madrid, a EL ESPAÑOL. Dentro se cuece una apetecible tarde de sparring contra integrantes de selecciones como Hungría, Bélgica o Jordania.
Un espectáculo. Ver a los chicos y chicas dándolo todo y al seleccionador, junto a sus ayudantes, de un ring a otro —tres en total— observando y dando indicaciones a los suyos. Entre ellos, claro está, su hijo Rafa, que a sus 20 años compite en -55kg.
El 'Balín' se mueve tan rápido y pega igual de fuerte que como lo hacía el padre. Si no fue heredado, fue por las horas y horas que pasó en un gimnasio desde niño. "Gracias a eso soy la persona que soy hoy en día. Desde pequeño he crecido con los valores del boxeo, que son muy bonitos", dice Rafa Lozano Jr.
"Aunque mi padre nunca me insistió que hiciera boxeo u otro deporte en específico. Quería que disfrutase de cada uno", añade. Cuenta Lozano padre que su hijo, antes del boxeo, hizo fútbol, taekwondo y hasta gimnasia artística: "Ha ido creciendo en el boxeo sin ninguna obligación".
Rafa Lozano Jr. haciendo sparring bajo la atenta mirada de su padre EL ESPAÑOL
Recuerda el seleccionador —en el cargo desde 2013— cuando su niño, siendo pequeño, se juntaba con boxeadores como Samuel Carmona y Youba Sissokho. "Por querer ser como ellos, se fue arrimando al boxeo hasta que, sin darse cuenta, ya estaba compitiendo", explica.
Con esos espejos en los que mirarse, la cosa pintaba bien: "Siempre vio buen boxeo, claro. Estaba en el equipo nacional y no en un club donde la mayoría puede estar empezando. Aquí siempre tuvo boxeadores que están consagrados, técnicos, que tienen táctica, que son boxeadores de verdad; y sus referentes han sido de calidad".
Lo comprobamos cuando a Lozano hijo le toca su sparring. Tres asaltos, un rival por cada. Los domina a todos, mientras su padre, al otro lado de las cuerdas, le da algunas instrucciones. No son muchas e, incluso, celebra algunos de los mejores golpes. Le sale solo. Es su alumno y es su hijo.
"Es un poco difícil gestionar los roles en la relación", nos dice el 'Balita'. "Yo soy su padre y él tiene más confianza, y a veces protesta más de la cuenta. Pero eso es normal. Me apoyo en los otros técnicos para que le digan las cosas, y yo tampoco quiero que se perjudique la relación padre e hijo por ser también entrenador y boxeador. Procuro no ser muy firme con él porque no quiero que eso se pierda", explica a corazón abierto.
Rafa Lozano, al fondo, sigue con atención el sparring de su hijo EL ESPAÑOL
El 'Balín' también ve lo bueno y lo malo de que su padre sea su entrenador. Más cosas buenas que malas: "Si hay algo que hacemos los más jóvenes del equipo que no le gusta, al ser yo su hijo, él me lo dice a mí. A veces cuesta, pero para mí es más positivo. Y creo que para él también lo es. Podemos hablar de todo y el boxeo nos ha hecho también tener más confianza como padre e hijo. Yo estoy muy contento de que él sea parte de mi camino, y espero que siempre sea así".
La caída en París 2024
Su relación emocionó a todos en los Juegos de París, los primeros de Rafa Lozano Jr., con 19 años, quedándose a una victoria de colgarse la medalla. Cayó contra el dominicano Yunior Alcántara y en el lado español no estuvieron nada de acuerdo con las puntuaciones de algunos de los jueces.
El abrazo sincero de ambos en el ring, las lágrimas inconsolables del 'Balín' y el cabreo irremediable del 'Balita' mostraron, desde París al mundo entero, el fuerte vínculo que hay entre padre e hijo.
"Sinceramente, ese momento fue duro. Quien yo veía que estaba haciendo por ganar ese combate era Rafa. No porque fuera mi hijo, sino porque se estaba viendo así. El veredicto creo que no fue muy justo", recuerda el seleccionador.
Para Lozano Jr. fue más duro cuando una lesión de bíceps, de la que tuvo que ser operado, casi le dejó sin ir a los Juegos: "Ahí estábamos solos él y yo en el hospital. Hemos vivido bastantes momentos duros, pero al final es parte del camino. Es aprender a vivir con ello".
"Fue una sorpresa también que yo clasificase. Pienso que lo conseguí por mi mentalidad, pero mis Juegos no eran esos. Son los que vienen ahora. Es lo que dice mi padre: tampoco me vi perdedor y mucha gente también lo vio así. Hicimos lo que estaba en nuestras manos para ganar y los jueces no lo vieron así", reflexiona el hijo a días de irse a competir a Liverpool.
Rafa Lozano Jr. atiende al móvil tras acabar su entrenamiento EL ESPAÑOL
Mantener el hambre viva de su hijo fue un trabajo fundamental para el padre este último año: "Los muchachos quieren las cosas pronto y ya. Yo se lo digo a él, que tiene que tener paciencia, que son cuatro años [hasta los siguientes JJOO] y cuando te quieres dar cuenta pues está ya a la vuelta de la esquina; pero ya sé que los muchachos son impacientes".
El Mundial es un buen aliciente y no es lo único que está por venir, como nos desvela Lozano padre: "Él quiere tener una carrera profesional también y posiblemente ya el año que viene la inicie. Compaginará el boxeo profesional con el amateur". El 'Balita' también tuvo una carrera profesional de nueve años, en los que sumó 25 victorias (13 por KO) y apenas tres derrotas hasta su retirada en 2010.
Rafa Lozano, de espaldas, sigue uno de los sparrings EL ESPAÑOL
Lozano Jr. se siente bien, con mucha confianza en sí mismo y en la preparación que han hecho para la inminente cita: "El resultado de París no se puede quitar ni con un título mundial ya. Está ahí hasta que lleguen los siguientes Juegos, pero el pasado es pasado. Ahora vamos a por este reto en esta nueva categoría [en los JJOO compitió en -51kg] y con muchas ganas. Que se preparen los de mi peso porque vamos a por esa medalla de oro", avisa el 'Balín'.
"La preparación está siendo, creo, perfecta", dice el seleccionador a rasgos generales. Antes de Madrid también hizo todo el equipo un campamento de preparación en Sierra Nevada, junto a más púgiles internacionales: "Vamos a ir para Liverpool con ilusión de conseguir lo mismo que en los últimos Mundiales, que nos trajimos tres medallas. El equipo va al 200%".
Varios lustros después de ponerse los guantes por última vez para competir, Lozano padre disfruta más viendo a su hijo que cuando era él quien se metía en el ring. "Estoy contento por lo que yo hice, estoy feliz, pero cada vez que él gana es una una felicidad especial. Diferente. El único que quiero que me supere es él", dice con una pasión rebosante.
A su lado, Lozano hijo escucha y hasta se emociona: "Estoy superorgulloso de ser su hijo y que me conozcan también por lo que ha hecho mi padre. Es la mejor trayectoria que ha habido en España". Y añade con valentía: "Ahora es mi momento, y estoy contento de que esté a mi lado. Estos tres años vamos a sacar el máximo resultado posible para llegar a los Juegos de Los Ángeles, si Dios quiere, y cerrar el ciclo olímpico y familiar con un oro".
Rafa Lozano Jr. y Rafa Lozano, captados por la cámara de EL ESPAÑOL EL ESPAÑOL
De Atlanta y Sídney a Los Ángeles. De Rafa Lozano a Rafa Lozano. La saga continúa y el deporte español lo celebra.