Las boxeadoras Jennifer Fernández y Laura Fuertes siguen un sparring de dos compañeras

Las boxeadoras Jennifer Fernández y Laura Fuertes siguen un sparring de dos compañeras Cristina Villarino EL ESPAÑOL

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Las mujeres del boxeo español apoyan los test de género tras el 'caso Khelif': "Hay que evitar el intrusismo masculino"

Laura Fuertes y Jennifer Fernández, que competirán en el Mundial de Liverpool, cuentan en EL ESPAÑOL que ya se han sometido a la nueva prueba.

Más información: Trump amenaza con pruebas de género para todas las atletas que compitan en los JJOO de Los Ángeles 2028

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Laura Fuertes (Gijón, 1999) y Jennifer Fernández (Granada, 1995) son las dos caras femeninas principales del equipo nacional de boxeo que representará a España en los Mundiales de Liverpool (4-14 de septiembre). Y van a por todas.

Serán los primeros campeonatos de estas dimensiones organizados por World Boxing, la nueva federación internacional de boxeo, con reconocimiento del COI. Y ha sido la primera en implementar test de género obligatorios para todas las boxeadoras mayores de 18 años.

Esta medida, con partidarios y detractores a partes iguales, responde a las preocupaciones sobre la seguridad y el bienestar de las boxeadoras, especialmente tras el caso mediático de la argelina Imane Khelif, campeona olímpica en París 2024.

Para estas pruebas, las muestras se pueden obtener mediante hisopado bucal o nasal, saliva o sangre. Son las federaciones nacionales las responsables de llevarlas a cabo y de confirmar el sexo de sus deportistas al momento de la inscripción a las competiciones.

Las españolas, incluidas Laura y Jennifer, las realizaron el pasado lunes junto a las integrantes del equipo húngaro, presentes en Madrid para hacer entrenamientos conjuntos. En su caso, les sacaron sangre y diez días más tarde —es decir, para el arranque del Mundial— estarán los resultados.

La selección de boxeo abrió sus puertas en el CAR de Madrid a EL ESPAÑOL, que cuestionó a las boxeadoras sobre los susodichos test: ¿sienten que son necesarios vistos algunos precedentes o creen que es injusto pasarlos todas, además de estar exentos, por ahora, los hombres?

Tanto Laura Fuertes como Jennifer Fernández, así como el cuerpo técnico del combinado nacional, lo tienen claro: los test de género son necesarios en el boxeo femenino.

La boxeadora Jennifer Fernández posa para la cámara de EL ESPAÑOL

La boxeadora Jennifer Fernández posa para la cámara de EL ESPAÑOL Cristina Villarino EL ESPAÑOL

"Soy partidaria de ello. Estoy súper a favor de que se haga", dice Jennifer, la más veterana de las dos púgiles, a punto de acudir a su cuarto Mundial.

"Cualquier prueba que nos hagan, sea para estar en igualdad de condiciones o para proteger nuestra salud, va a ser justa", añade Laura, la primera boxeadora española en ganar una medalla mundial (bronce, en 2022) y en asistir a unos Juegos Olímpicos (París 2024).

El polémico 'caso Khelif'

Ambas tienen muy presentes el caso de la argelina Khelif, así como el de la taiwanesa Lin Yu-ting. Dos boxeadoras que ganaron el oro olímpico en París y que venían de ser descalificadas del anterior Mundial (Nueva Delhi 2023) por el antiguo organismo reconocido por el COI, la Asociación Internacional de Boxeo (IBA).

La IBA determinó que ambas atletas "no cumplían con los criterios de elegibilidad para participar en la competición femenina" y que tenían "ventajas competitivas sobre otras competidoras". No se trataba de una prueba de testosterona, sino de una prueba genética independiente y reconocida.

Solo Khelif amagó con apelar ante el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS), pero retiró su recurso durante el proceso, confirmando como Yu-ting la validez de la decisión de la IBA.

A pesar de las descalificaciones de 2023, el COI permitió que tanto Khelif como Lin Yu-ting compitieran en los Juegos Olímpicos de París. El Comité argumentó que las pruebas de la IBA eran "no legítimas" y "arbitrarias" y se basó en la identidad femenina que constaba en sus pasaportes.

Las dos acabaron proclamándose campeonas olímpicas, pero su participación generó una controversia mundial intensificada por el abandono de la italiana Angela Carini tras 46 segundos de combate contra Khelif, alegando dolor por los fuertes golpes recibidos.

Es por eso que las boxeadoras españolas reclaman "igualdad de condiciones" y "proteger la salud". No es lo mismo pelear contra una púgil sin un trastorno de desarrollo sexual que hacerlo contra otra que tiene cromosomas XY (típicos del sexo masculino) o niveles de testosterona significativamente más altos que el promedio femenino.

Esto se traduce en mayor recuperación, potencia o fuerza, como se quejó la italiana Carini y como probó en sus carnes Jennifer Fernández. La granadina cayó derrotada contra Lin Yu-ting en los Mundiales de 2023, en los que luego fue descalificada la taiwanesa, y ha comentado siempre que "sus manos dolían mucho", más de lo normal.

Jennifer también estuvo sobre un ring con Khelif, aunque en un sparring y no en competición. Fue en el CAR de Madrid, el mismo escenario que pisó EL ESPAÑOL para hablar con las púgiles españolas. Rafa Lozano, el seleccionador español y doble medallista olímpico, tuvo que parar aquella sesión a los 30 segundos.

A la diferencia de peso (Khelif compite en -63kg y Jennifer en -57kg), se sumó la fuerza con la que se empleaba la argelina. Nada que ver con lo experimentado por la española ante otra compañera femenina. Ninguna de las españolas quiso sentir el mismo daño e Imane acabó con José Quiles (boxeador masculino de -57 kg) como su sparring partner.

Laura Fuertes, a la izquierda, atiende a las instrucciones del seleccionador Rafa Lozano

Laura Fuertes, a la izquierda, atiende a las instrucciones del seleccionador Rafa Lozano Cristina Villarino EL ESPAÑOL

"Quizás deberíamos haber pasado por esto antes para que una persona que tiene la testosterona alta genéticamente pudiera medicarse, y todo esto no hubiera pasado", reflexiona ahora Laura Fuertes ante este diario sobre la integración de los test de género.

Añade la boxeadora asturiana que someterlas a estas pruebas "es otra forma de detectar el dopping".

Jennifer va más allá, incluso, de los casos de Imane Khelif y Lin Yu-ting: "Así evitamos el intrusismo de deportistas masculinos en categorías femeninas, que puede ocurrir, fuera del tema de cromosomas o testosterona".

"Hay que proteger el deporte femenino y esto ayuda", coinciden ambas a pocos días de partir hacia Liverpool para disputar el Mundial. En él no estará Khelif, que rechazó el test y no compite desde París 2024, pero sí se encontrarán, a priori, con la taiwanesa, que aceptó someterse a las pruebas como confirmó su entrenadora.

A por las medallas

Laura y Jennifer irán a Inglaterra con la ambición de subirse al podio y traerse a España una medalla. Cada una con sus luchas particulares.

La boxeadora Laura Fuertes entrenando en el CAR de Madrid

La boxeadora Laura Fuertes entrenando en el CAR de Madrid Cristina Villarino EL ESPAÑOL

Fuertes, que lo hizo en Turquía 2022, porque luego salió de los JJOO con mal sabor de boca por las decisiones de los jueces que la privaron de las medallas: "Después de los Juegos me operaron del codo, de una lesión que arrastraba, y la primera competición que tuve fue otro Mundial en Serbia. Me pasó un poco lo mismo [que en París], me estropeó el pase a medallas un árbitro".

"De eso aprendes y afronto este Mundial queriéndome quitar todas estas espinitas, y con muchas ganas. Espero no dejar motivo a los jueces para que duden de la puntuación", añade la púgil gijonesa.

Jennifer, que es su cuarto Mundial y ve al equipo "muy preparado", lo afronta "con las mismas ganas que el primer Mundial que fui". "Conseguir un buen resultado, una medalla, en este torneo es una de las cosas más grandes que puedes hacer en este deporte junto con unas Olimpiadas", dice.

Y al final del camino, Los Ángeles 2028. "París lo veía alcanzable, lo tuve en mis manos y no descarto que esta vez sí se dé", dice Jennifer. "Es mi objetivo y lucharé por estar allí", señala Laura. Tres años para unos Juegos en los que todas las boxeadoras esperan sentirse protegidas.