'Canelo' y Amir Khan posan frente a Óscar De La Hoya.

'Canelo' y Amir Khan posan frente a Óscar De La Hoya. Andrew Couldridge Reuters

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Khan, el paso necesario de Canelo

El kazajo Gennady Golovkin, poseedor de los títulos de la WBA y la IBF, espera al vencedor de la pelea que disputarán el mexicano y el inglés de origen paquistaní en Las Vegas este sábado.

7 mayo, 2016 02:35

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Saúl 'Canelo' Álvarez defiende este sábado su título mundial del peso medio, en versión WBC, ante el inglés de origen paquistaní Amir Khan, excampeón en el superligero. Un combate en el que el campeón mexicano parte como claro favorito ante un rival rápido y de gran talento, pero de conocida fragilidad y que además se ve obligado a subir dos categorías de peso.

Se trata de un emparejamiento inesperado que, cuando se anunció en febrero, cogió por sorpresa a todo el mundo del boxeo. El combate está pactado a un peso de 70’307 kilos, cuando el límite de la división es de 72’575 kg. Aun así, supone un gran salto para el retador, que nunca boxeó con un peso superior a 66’700. Tras un día de rehidratación después del pesaje oficial, Canelo contará con una muy considerable ventaja de peso dentro del ensogado.

Pero posiblemente, para Álvarez y sus mentores, la promotora Golden Boy, lo más difícil vendrá después del combate. El Consejo Mundial de Boxeo ha ordenado que el vencedor de este campeonato tendrá que defender su corona ante el kazajo Gennady Golovkin, el auténtico destructor de la categoría y poseedor de los títulos de la WBA y la IBF. Difícil disyuntiva: o medirse al temible GGG o abandonar el título para evitar al kazajo, lo que sin duda supondría una importante dentellada a la credibilidad y reputación del pelirrojo jalisciense.

Tras la retirada de Floyd Mayweather y Manny Pacquiao, Canelo es el mayor vendedor del boxeo actual. Tiene 25 años, un récord de 46-1-1 (32) y ha sido campeón del peso superwélter. El pasado 21 de noviembre se proclamó campeón del medio de la WBC al derrotar por puntos al puertorriqueño Miguel Cotto, posiblemente su victoria más importante hasta el momento.

Pero a pesar de que desde Julio César Chávez no ha habido un púgil mexicano que levante tanta pasión, tanto en México como en Estados Unidos, y que se haya convertido en el rostro de la nueva era del boxeo, al tapatío no le falta un nutrido ejército de detractores o al menos de incrédulos. Estos le acusan de llevar una carrera en la que se ha buscado maximizar su incuestionable valor de mercado, minimizando los riesgos deportivos.

Los progresos de Canelo son indiscutibles, pero siempre le han facilitado enfrentamientos ante boxeadores físicamente más pequeños que él. Su única derrota en el boxeo de pago se produjo en 2013, cuando fue superado claramente por Floyd Mayweather, aunque era éste un combate en el que el mexicano no tenía nada que perder. Es realmente el choque entre Álvarez y Golovkin el combate más esperado y que más dinero podría generar en la actualidad. De él saldría el indiscutible monarca en la categoría que tradicionalmente se ha considerado la reina del boxeo. Y a día de hoy, el kazajo partiría como favorito.

Canelo durante una rueda de prensa reciente.

Canelo durante una rueda de prensa reciente. Andrew Couldridge Reuters

Pocas opciones le dan las casas de apuestas al aspirante. De origen paquistaní y musulmán practicante, Khan nació en Bolton hace 29 años. Con tan sólo 17, sorprendió con su boxeo alegre, dinámico y de alta velocidad en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004, en los que obtuvo la medalla de plata tras un fantástico torneo en el que solamente se vio superado en la final por el veterano y laureado cubano Mario Kindelán.

Como profesional, el inglés, de 29 años, tiene un récord de 31-3 (19), ha sido campeón mundial en el superligero y en los últimos años ha militado en el wélter. En una carrera con altibajos, ha sido capaz de derrotar a campeones como Gairy St. Clair, Marco Antonio Barrera, Andriy Kotelnik, Paul Malignaggi, Marcos Maidana, Zab Judah, Julio Diaz, Luis Collazo, Devon Alexander o Chris Algieri.

Además, posee una tremenda velocidad y destreza, aunque su rendimiento esta noche en un peso tan alto para él es una incógnita. Khan, de la mano de su experimentado entrenador Virgil Hunter, ha tenido que aumentar su volumen en poco tiempo y habrá que ver cómo puede influir este factor en su velocidad.

Pero junto a sus indiscutibles cualidades como boxeador, hay que destacar su principal talón de Aquiles: su frágil mandíbula. Su más que cuestionable capacidad de encaje ya quedó expuesta en sus derrotas por KO ante boxeadores como Breidis Prescott y Danny Garcia en el peso ligero y superligero respectivamente.

Nada comparable a los temibles bombazos a los que se expondrá cuando se encierre en el ring con un pegador de la talla de Canelo. Aceptando tan complicado reto, Amir Khan asume un riesgo cercano a la temeridad, algo que sólo se explica tras su prolongada, insistente y a la postre infructuosa búsqueda de megacombates ante los ya retirados Mayweather y Pacquiao.

Amir Khan durante la rueda de prensa del combate contra Canelo.

Amir Khan durante la rueda de prensa del combate contra Canelo. Andrew Couldridge Reuters

Lo que se espera, por lo tanto, en el cuadrilátero del T-Mobile Arena de Las Vegas, que esta noche se estrena, es un pleito entre el poderío físico del campeón y la velocidad del retador. Curiosamente, a pesar de la diferencia de peso cuando suban al entarimado, de estatura están a la par y el inglés cuenta con una ligera ventaja de envergadura. Para ganar, Khan tendrá que hacer un combate perfecto, de movilidad, de entrar y salir rápidamente, de huir de las cuerdas y de plantear un combate físico. El británico, que no gana un combate antes del límite desde 2012, no parece tener a priori la contundencia necesaria para incomodar a su fortísimo rival. 

Pero también es sabido que precisamente con quien peor lo pasa Álvarez es con los rivales rápidos y que le plantean un boxeo de movilidad. Canelo ha ido mejorando, se le ve más paciente y maduro y es muy efectivo pegando en combinaciones en las que destacan sus demoledores uppercuts y sus golpes a la línea de flotación del rival. Aun así, le cuesta cerrar las salidas a sus oponentes de más destreza. Se vio en su derrota ante Mayweather y también en sus enfrentamientos ante el escurridizo cubano Erislandy Lara, combate en el que finalmente el mexicano consiguió arañar una victoria por decisión dividida no exenta de controversia.

Si bien a Amir Khan se le puede considerar un boxeador más rápido incluso que Mayweather, el inglés no cuenta ni con la maestría ni el aplomo de éste. No sería extraño que pudiera dominar los primeros compases de la contienda, pero resulta improbable que sea capaz de aguantar en pie 36 minutos ante un rival tan fuerte. Si existieran los trasplantes de mandíbula, Khan no sólo tendría opciones de ganar al mexicano, sino que sería una estrella indiscutible en el boxeo actual.

Pero es difícil que la suya responda en una división que no le es propia. Por su parte, para Canelo, todo lo que no sea una contundente victoria antes del límite será considerado como una decepción. Y Golovkin, a la espera.

Canelo y Khan durante la presentación oficial de su combate.

Canelo y Khan durante la presentación oficial de su combate. Andrew Couldridge Reuters