Fernando Alonso en el Gran Premio de Imola 2025

Fernando Alonso en el Gran Premio de Imola 2025 Reuters

F1

Fernando Alonso se abre en canal y echa cuentas de lo que Aston Martin y la mala suerte le han quitado esta temporada

El piloto español lamenta los numerosos abandonos que han empañado una temporada frustrante y sin objetivos claros en el campeonato.

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Fernando Alonso ha llegado a un punto de la temporada 2025 en el que el desencanto supera a la expectativa de fallos aceptables y esperables durante un curso normal.

Tras su abandono en el Gran Premio de Italia, provocado por una rotura de la suspensión delantera de su Aston Martin AMR25, el piloto español hizo balance del año y lanzó un mensaje contundente: "por méritos, creo que tendríamos que estar con unos 20 puntos más de los que tenemos".

El escenario del desencanto fue Monza, donde Alonso vivió otro domingo negro. El asturiano había firmado una clasificación prometedora al entrar en Q3 y su inicio de carrera fue sólido.

El asturiano adelantó en pista y en boxes a pilotos como Antonelli y Bortoleto. Sin embargo, todo se vino abajo en la vuelta 25 de la carrera.

Su coche no resistió más y tuvo que ser retirado tras el fallo en la suspensión. Era el tercer abandono del curso, otro más en una temporada llena de sinsabores y sin aspiraciones reales en el Mundial.

Las cuentas del infortunio

Lejos de quedarse en la superficie del enfado, Alonso cuantificó con precisión la frustración acumulada. En declaraciones a DAZN, explicó que el coche estaba para ser séptimo en Monza.

"Seis puntos. Éramos séptimos y no creo que muchos coches ya tuviesen que adelantarnos", valoró con resignación. Pero no fue un caso aislado. En el Gran Premio de Mónaco, donde marchaba sexto, un fallo en el motor le privó de otros ocho puntos clave.

"Son decenas de puntos que la mala suerte nos está quitando", sentenció Alonso, quien no pudo disimular su decepción.

Aunque sabe que algunas situaciones han sido errores propios, el piloto destaca que en muchas otras la responsabilidad ha sido ajena.

Problemas mecánicos, estrategias fallidas, incidentes imprevistos como banderas rojas o safety cars mal gestionados han ido restando a su casillero sin cesar.

Un año sin rumbo

En el análisis del dos veces campeón del mundo de Fórmula 1, Fernando Alonso reconoció que el equipo no se ha planteado grandes metas esta temporada.

"No tenemos ninguna aspiración este año más que luchar por el Campeonato de Constructores e intentar ayudar al equipo a acabar lo más arriba posible", afirmó, consciente de que la evolución del AMR25 ha quedado por debajo de lo que prometía el arranque de 2023.

Más allá de las averías puntuales, la falta de consistencia en el rendimiento del monoplaza ha sido el gran enemigo.

Monza es solo un reflejo de una tendencia que se ha repetido durante el año. Las mejoras no llegan o lo han hecho tarde y se han sumado a otros fallos, y eso deja a Alonso sin herramientas para luchar por objetivos que sí considera que merecía.

Fin de semana prometedor

Pese al abandono, Alonso defendió el trabajo hecho en pista: "Por nuestra parte creo que hemos ejecutado el fin de semana al 100%", subrayó.

El piloto valoró especialmente su rendimiento en clasificación y en las primeras 30 vueltas de carrera, calificándolo como "excepcional" dentro del contexto del equipo en Monza, donde esperaban ser el noveno equipo más lento.

Incluso cuando analiza el punto exacto de la avería, Alonso aporta detalles técnicos.

"Es un piano que llevábamos cogiendo todo el fin de semana y que siguen cogiendo. Todavía no sé lo que ha sido, pero seguramente algo que tengamos que revisar", explicó, señalando una posible debilidad estructural del coche o una mala gestión en los reglajes.

Resignado y sin respuestas

La frustración del asturiano no es únicamente por los puntos perdidos, sino por la sensación de impotencia, de no poder cambiar nada aunque el trabajo se haga bien.

"No se puede hacer nada. Habrá que seguir intentando", insistió, resignado ante una situación que escapa a su control directo.

El bicampeón del mundo ha demostrado esta temporada que su rendimiento personal sigue siendo competitivo, pero los factores externos lo han relegado a una lucha menor.

"Si no los hemos conseguido (los puntos), ha sido a veces por errores nuestros y otras veces por mala suerte", resumió, consciente de que el resultado final del año será fiel reflejo de un cúmulo de circunstancias negativas.

Fernando Alonso caminando por el paddock en el GP de Austria.

Fernando Alonso caminando por el paddock en el GP de Austria. Reuters

Mirando a Bakú

A pesar del pesimismo general, Fernando Alonso cerró su intervención con una mirada profesional hacia lo que viene.

El siguiente reto será Azerbaiyán, donde Aston Martin necesita puntos para mantener sus opciones en el Campeonato de Constructores.

Sin embargo, las palabras de Alonso dejan claro que lo que resta de temporada será más un ejercicio de resistencia emocional que de ambición deportiva.

"2025", dijo tajante cuando le preguntaron cómo definiría este fin de semana. Una palabra, un año entero de frustraciones condensadas en un coche que no ha estado a la altura de su piloto.

Veinte puntos menos y la certeza de que, con un poco más de fiabilidad y estrategia, el relato de la temporada habría sido completamente distinto.