Fotomontaje con Fernando Alonso, Lawrence Stroll, Adrian Newey, Andy Cowell y Lance Stroll

Fotomontaje con Fernando Alonso, Lawrence Stroll, Adrian Newey, Andy Cowell y Lance Stroll Diseño: Deportes EE

F1

Esta es la primera fecha clave para Aston Martin este año: la prueba de fuego para ver si las mejoras por fin no son 'peoras'

La escudería británica vive una situación delicada y busca un punto de inflexión en Baréin tras un inicio decepcionante y sin soluciones inmediatas.

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Aston Martin se enfrenta este fin de semana a un momento decisivo en una temporada que comenzó con más sombras que luces.

El Gran Premio de Baréin se perfila como la primera cita crítica en la que el equipo liderado por Fernando Alonso podría empezar a vislumbrar una salida al túnel de resultados mediocres y expectativas incumplidas.

Lejos quedan ya los podios de 2023, cuando el monoplaza verde se asomaba a la élite. Hoy, el panorama es radicalmente distinto.

Las primeras tres carreras del año han dejado al equipo británico sin puntos por parte de su piloto estrella y con un AMR25 que no cumple en casi ningún aspecto técnico. La campaña 2025 arrancó con un coche inconsistente, aerodinámicamente ineficiente y extremadamente sensible a las condiciones del viento.

Fernando Alonso ha dejado entrever que, aunque el monoplaza presenta mejoras respecto a 2024 en cuanto a consistencia y confianza en pista, sigue sufriendo especialmente en curvas lentas, un hándicap que complica cualquier intento de progreso sostenido.

"Necesitamos optimizar al máximo el coche, la puesta a punto y la estrategia. Todo tiene que ser perfecto cada fin de semana si queremos puntuar", reconocía Alonso tras su discreto paso por Suzuka.

El bicampeón no oculta la realidad: el nivel del AMR25 es insuficiente incluso para competir con regularidad dentro del top 10.

Fernando Alonso, sonriente en el GP de Japón de F1 2025

Fernando Alonso, sonriente en el GP de Japón de F1 2025 Aston Martin

Resignación en Aston Martin

El propio Alonso fue contundente al finalizar el GP de Japón: "No somos lo suficientemente rápidos como para estar entre los 10 primeros. Ni siquiera para estar entre los 18 mejores".

Unas palabras que resumen la frustración generalizada dentro del garaje y que, al mismo tiempo, exponen la presión creciente sobre la escudería, especialmente desde los despachos.

Lawrence Stroll, propietario del equipo, empieza a perder la paciencia. El ambiente en la sede de Silverstone es descrito como "desagradable", y ya se han producido reprimendas internas.

Según informa Motorsport Total, el malestar es notorio y los lunes post-carrera son cada vez más tensos.

Primeras mejoras

La carrera de Baréin aparece en el calendario como la primera ocasión en la que Aston Martin podría implementar cambios visibles en el AMR25.

La intención es introducir algunas piezas nuevas, no un gran paquete aerodinámico, pero sí lo suficiente como para comenzar a evaluar la dirección que debe tomar el desarrollo del coche.

En Suzuka no se estrenaron modificaciones relevantes por la falta de datos acumulados del coche en pista, pero en Baréin se espera romper esa inercia.

La cita asiática es la oportunidad para realizar comparativas con los test de pretemporada, en los que apenas pudieron rodar.

"Llegarán cuando estén", aseguraban fuentes del equipo, reconociendo que trabajan a destajo para cumplir plazos y obtener respuestas antes de Imola o Montmeló, donde tradicionalmente llegan paquetes más consistentes.

El dilema de Newey

Uno de los grandes nombres incorporados recientemente a Aston Martin es Adrian Newey, el considerado mejor diseñador de la historia de la Fórmula 1. Aunque su misión inicial era centrarse en el coche de 2026, los malos resultados podrían forzar su participación en el desarrollo del actual monoplaza.

Andy Cowell, director del equipo, no descarta que Newey pueda aportar alguna idea al coche de 2025, aunque Alonso ha dejado claro que no espera milagros.

"Creo que está más centrado en el coche del año que viene… No tengo conocimiento de grandes ideas para este coche", señaló el piloto asturiano.

Newey es un creativo, un visionario. Ponerle a intentar mejorar un concepto fallido puede no ser la mejor estrategia.

Él mismo lo expresó en su autobiografía: "Lo difícil es saber cuándo hay que dejar de azotar al caballo muerto y pasar a otra cosa". Y el AMR25, para muchos, ya da señales de estar en esa categoría.

La importancia de acertar

La instalación de las primeras mejoras en Baréin no solo se mide en décimas por vuelta. Es una prueba vital para el futuro inmediato y a largo plazo del proyecto. Si los avances no son reales, la credibilidad del equipo sufrirá un golpe que puede comprometer incluso el desarrollo del esperado coche de 2026.

El equipo necesita demostrar que ha aprendido de errores recientes. En 2024, varios paquetes de mejoras no solo no mejoraron el rendimiento del coche, sino que lo empeoraron. Este año, la estrategia será más cautelosa y cada modificación será estudiada con lupa.

Fernando Alonso, en el box de Aston Martin en el GP de China

Fernando Alonso, en el box de Aston Martin en el GP de China Aston Martin

Fernando Alonso lo dejó claro: "Intentamos corregir algunas de las inconsistencias de 2024… Este año estamos mejor, pero las curvas lentas siguen siendo un punto débil".

Las nuevas herramientas del equipo, como el túnel de viento o el simulador de última generación, aún deben integrarse correctamente para generar resultados visibles.

Sin margen de error

Uno de los factores que ha agravado la situación de Aston Martin es la enorme igualdad que domina la zona media. Lo que el año pasado servía para un noveno puesto, hoy puede suponer quedarse fuera del top 10.

Escuderías como Racing Bulls y Williams han dado pasos importantes, desplazando a Aston Martin a posiciones impensables hace apenas un año.

"Dos décimas suponen ocho posiciones este año", alertó Alonso recientemente. Es esa delgada línea entre el éxito y el fracaso la que convierte en crucial cada pequeño ajuste técnico, cada decisión estratégica, cada vuelta en clasificación.

Un año de transición

A medida que el calendario avanza, el dilema se agudiza: ¿vale la pena seguir invirtiendo recursos en el coche de 2025? Todo indica que no.

El objetivo real es construir un monoplaza ganador para 2026, con el cambio normativo como punto de inflexión. Pero antes de cerrar ese capítulo, Aston Martin necesita demostrar que es capaz de evolucionar, de corregir y de aprender.

Si las mejoras de Baréin no funcionan, el equipo podría verse obligado a abandonar por completo el desarrollo del coche actual.

Pero si funcionan, será la señal más clara de que la dirección es correcta, y de que el binomio Aston Martin – Alonso aún tiene algo que decir antes del próximo gran cambio de reglas.

Baréin es, por tanto, mucho más que una carrera. Es la primera oportunidad real de redención, el primer test serio para un equipo que, por ahora, no ha encontrado su lugar en la parrilla de 2025.

Las próximas vueltas podrían definir no solo el destino de la temporada, sino también la confianza que el paddock deposita en un proyecto que prometía más de lo que ha dado.