Iniesta, junto a Modric, en el último Clásico líguero.

Iniesta, junto a Modric, en el último Clásico líguero. REUTERS

Copa del Rey BARCELONA VS CELTA (1-1 IDA)

Andrés Iniesta y su lento y controlado final en el Barcelona

Incapaz ya de aguantar un partido al completo, uno de los símbolos del mejor Barça (y España) regatea su adiós culé con una planificación medida. La incorporación de Coutinho es un fichaje estratégico para minimizar la ausencia del capitán azulgrana. Primer partido a vida o muerte para los de Valverde.

11 enero, 2018 01:28

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Ocho años han pasado del momento más brillante del fútbol español. Este verano se cumplirán dos Mundiales del de 2010 en el que España alcanzó su cima de la mano de un equipo de leyenda en el que, con permiso de otros, tuvieron especial relevancia Xavi Hernández, Iker Casillas y Andrés Iniesta.

Xavi abandonó el primer nivel del fútbol a los 35 años para 'retirarse' en Qatar, donde es ahora una de las figuras más amables del régimen, encargado de transmitir al mundo la "felicidad" con la que viven los qataríes. Casillas cerró a los 34 su etapa en el Madrid y se fue a Oporto, fútbol todavía de primer nivel pero en el que ya es suplente. El tercer pilar, Iniesta, está en los 33 y es todavía presente, pero regatea a su futuro.

El héroe de Fuentealbilla, el autor del gol más importante de la historia de España, ve como el tiempo pasa por él con la duda de si será capaz de controlarlo con la misma rapidez que controla un balón. Sin perder esa admiración y sencillez que le hace único, Iniesta ya no es aquél chaval que desequilibraba con cualquier regate, control de juego o disparo. Eso no le quita seguir siendo un gran jugador, pero peor que el de hace un lustro.

Iniesta celebra con Messi su gol en el Barcelona - Málaga.

Iniesta celebra con Messi su gol en el Barcelona - Málaga. REUTERS

El tiempo pasa por todos y Andrés se encuentra en esa horquilla de edad (en verano tendrá 34 años) en la que otros grandes jugadores españoles abandonaron la liga para afrontar retos menos exigentes. Renovado de por vida el pasado mes de octubre en una maniobra más de homenaje al jugador (confianza máxima y que él decida) que de realidad futbolística, Iniesta está en esa etapa de no saber si ir o venir, si seguir o marchar, si aceptar un papel menos importante en el equipo en el que siempre fue titular.

Coutinho avanza su adiós

El millonario fichaje de Coutinho es otro paso más en la renovación del centro del campo culé, en el que, de aquellos que ganaron el sextete con Guardiola, solo Busquets resiste a pleno rendimiento. Nadie oculta que el brasileño es el heredero natural de Iniesta y con el esquema 4-3-3 que sigue usando Valverde, la posición de interior izquierdo es o para Philippe o para Andrés.

Salvo ausencia de Dembélé, Coutinho e Iniesta son incompatibles en un once y es el ex del Liverpool el que viene con el cartel de titular por edad y precio. También por rendimiento. Coutinho, ahora lesionado, es mejor que Iniesta en la actualidad. En tres semanas ya debería estar listo para jugar en Liga (la Copa quizá ya puede estar 'acabada' y la Champions no la puede jugar), por lo que ya se podrá ver hasta donde llega la competencia.

La aparición de Coutinho es indudable que tiene mucha trascendencia en el futuro de Iniesta, que tendrá en los próximos cinco meses un buen tiempo para pensar en su futuro. El Mundial de Rusia de este verano también le servirá como adiós real de la selección (a la Eurocopa 2020 no llegará) y un buen examen para saber sus propias sensaciones.

Muy titular, pero sin aguantar los 90 minutos 

Los datos de Iniesta de esta presente temporada son muy identificativos. Si bien ha sido titular en 19 de los 29 partidos oficiales que ha disputado el Barcelona (un buen dato), solo uno, ante el Málaga en octubre, lo jugó al completo. Andrés ya es incapaz de aguantar un partido entero y este año es habitual la imagen de su cambio alrededor del minuto 70. Una prueba de su lógico descenso en forma y fondo.

Andrés Iniesta en el suelo durante un partido.

Andrés Iniesta en el suelo durante un partido. REUTERS

Su influencia en el fútbol del Barcelona todavía se nota, pero es indudable que el manchego está ya en la fase final de su carrera en el club catalán. Por mucha renovación vitalicia que tenga, se hace prácticamente imposible que su fin llegue en el Camp Nou salvo que no quiera, como hizo Puyol, unos últimos años de retiro dorado en China, Oriente Medio o Estados Unidos.

Cuando Coutinho y Dembélé ya estén asentados, y quien sabe si con la presencia de algún que otro jugador más, Iniesta quedaría en un segundo plano y ahí las opciones son dos: aceptar su nuevo papel, con más presencia en el banquillo, o seguir siendo titular... fuera del Barça.

Iniesta siempre se ha caracterizado por ser un futbolista tranquilo, con los pies en el suelo, lejos de todo movimiento mediático y su fase final de trayectoria así la está gestionando. También potenciado por un Valverde que mide todo, Iniesta está sabiendo controlar su edad, adaptarse a ella y planificar estos años en los que su relevancia en el Barça es menor.

Iniesta para poner orden en Copa

Por ahora, con Coutinho lesionado y el Barça necesitado, sí estará Iniesta en el primer partido a vida o muerte del Barcelona esta temporada. Los culés reciben al Celta de Vigo en la vuelta de octavos de Copa (21:30h) con un peligroso 1-1 de la ida que no les quita el cartel de favoritos pero les puede complicar la noche. 

El entrenamiento del Barcelona previo al partido de Copa ante el Celta.

El entrenamiento del Barcelona previo al partido de Copa ante el Celta. EFE

Tal y como están, en un estado permanente de felicidad, nadie imagina que el Barça pierda el primer título a estas alturas, pero la peligrosidad del Celta ya es conocida y reciente. Los gallegos vienen de amargar más todavía la Liga del Real Madrid y amenazan con helar el Camp Nou.

Para evitarlo, Ernesto Valverde se dejará de experimentos y apostará por los titulares para sellar el pase a cuartos de Copa. Perder este trofeo no es un drama, pero hacerlo en octavos (y cuando los otros favoritos pasan) sí que sería un golpe. Se espera que jueguen Dembélé, Messi, Luis Suárez... el equipo de gala sin Ter Stegen para mantener vivo el espíritu del triplete.

También Iniesta, primer capitán de este Barça, estará en el once, como viene siendo habitual este año. Un jugador que es leyenda del club pero que ahora está en esa fase de regatear fuera del campo con la misma intensidad que lo hace dentro.

Iniesta, junto a Modric, en el último Clásico líguero.

Iniesta, junto a Modric, en el último Clásico líguero. REUTERS