Nacho, durante el último partido liguero en el Bernabéu (14 de mayo, Real Madrid-Sevilla)

Nacho, durante el último partido liguero en el Bernabéu (14 de mayo, Real Madrid-Sevilla) Mateo Villalba GTRES

Champions League

Nacho: “Gracias a Keylor Navas podemos hablar de que el Real Madrid sigue ganando”

Entrevista al jugador blanco antes de la final de Champions. "Cuando lees lo de la 'flor' y resulta que tu equipo sigue ganando títulos, pues al final te ríes" / “Tengo la suerte de tener unos padres que me han enseñado a ser una persona normal”.

31 mayo, 2017 00:19
Pedro Cifuentes Daniel Calle

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Nacho Fernández (Madrid, 1990) se ha convertido esta temporada en un elemento imprescindible del Real Madrid mientras su figura se consagraba definitivamente como símbolo de un momento fecundo de la cantera merengue: una personificación de lo que el madridismo tradicional quiere ver en una plantilla tendente en ocasiones al endiosamiento y al capricho millonario.

Exento de tatuajes visibles, discreto y comedido, residente en su barrio de siempre (en Alcalá de Henares), padre de dos hijos, el defensa es un predilecto de la grada del Bernabéu tras varias temporadas de extraordinaria eficiencia, sin errores dignos de mención.

Miembro habitual de las convocatorias de la selección española, el polivalente central blanco (igual de efectivo como lateral derecho o izquierdo) alcanza la madurez futbolística habiendo ganado todo ya con su club ("me faltaba la Liga, pero la gané el domingo pasado", afirma exultante). Un dato decora su espléndido presente: es el futbolista más veloz del vestuario en carrera de arrancada (5 metros), ese ‘repris’ que separa con frecuencia el éxito del fallo en el deporte de alta competición. 

Nacho conversa con EL ESPAÑOL cuatro días antes de la final de Champions League que monopolizará la atención del planeta fútbol este sábado en Cardiff.

¿Cómo ha sido el proceso de ir ocupando durante esta temporada un lugar preferente en el equipo [es el quinto jugador con más minutos disputados en Liga] y convertirse en un símbolo del madridismo tradicional? ¿Es consciente de esto último?

Sí... Soy consciente, sobre todo cuando hablo con la gente. Al final vas por la calle, te para mucha gente, y noto el cariño del madridismo, que para un canterano, después de tantos años trabajando y luchando por hacerme un hueco en el primer equipo, es muy bonito. Este es el año en que más he jugado, y creo que me lo he ganado; para mí es un orgullo que la gente se sienta identificada conmigo. Un placer.

¿Qué es lo que más le ha sorprendido este año: su progreso futbolístico o ese capital simbólico?

Todo un poco... Yo sabía que era un año muy importante para mí. Tomé la decisión de quedarme en casa, sabiendo la dificultad que tiene jugar con la competencia que he tenido siempre aquí toda la vida, y era un año complicado para mí porque podía salir muy bien, normal o regular... Y ahora, valorando la temporada, ha salido como ni yo podía haberme imaginado. He trabajado mucho, es verdad, pero gracias al míster y a este trabajo las cosas me han salido rodadas. Es un año que nunca voy a olvidar; lógicamente, ahora que he llegado aquí es cuando más tengo que trabajar.

¿Nunca había imaginado jugar tanto?

Sí, por ejemplo eso, o meter ese gol de falta contra el Sevilla... Son cosas que surgen cuando juegas más regularmente; otros años he tenido continuidad y he jugado bastante, pero no tan seguido como este año. Cuando eso pasa, tienes más confianza, te sientes mejor, te sientes importante dentro del equipo y te permite dar ese pasito, que es quizá lo que la gente no entendía del todo. Estoy muy orgulloso de lo bien que ha salido...

¿Lo que la gente no entiende del todo es la dinámica interna del equipo, el poder pegar un grito a un compañero cuando hace falta, o para que haga una cobertura?

Sí... Cuanto más juegas, ganas más partidos, más experiencia, y lógicamente dentro del equipo tu nombre suena un poquito más. Siempre me he sentido integrado en esta plantilla, porque tengo la suerte de llevarme bien con todos los compañeros, pero me he sentido importante futbolísticamente, y eso en una plantilla como la del Real Madrid es muy complicado. Tengo la suerte de poder decirlo.

Cristiano celebra con Nacho uno de los goles ante el Sevilla (14 de mayo)

Cristiano celebra con Nacho uno de los goles ante el Sevilla (14 de mayo) EFE

Todos los canteranos trabajamos para eso, para llegar un día al primer equipo y asentarnos. Pero lo más difícil no es llegar, sino asentarse.

Se han dicho muchas cosas en la última década sobre la cantera blanca y su presunto descuido por parte de la directiva del club. ¿Qué opinión tiene al respecto?

Tampoco hay que decir mucho, sólo tienes que coger la plantilla actual del Real Madrid y ver todos los nombres que hay: Lucas, Morata, Carvajal, Rubén… [Más el propio Nacho] Hay poco que discutir: hay una generación espectacular, y estamos ganando títulos. Al final, una cosa va con la otra.

Sí es cierto que hace cuatro o cinco años no había una generación de canteranos como esta. Son ahora ustedes puntales del equipo.

Formamos parte de la plantilla, pero no sólo eso, somos importantes, tenemos una repercusión buena dentro del equipo, y eso para el madridismo y la gente que ama la cantera es especial.

Sólo tienes que coger la plantilla actual del Real Madrid y ver todos los nombres que hay


Después de este año fantástico, si le tocara ver la final (o parte de ella) desde el banquillo, ¿sería una decepción?

Sería una decepción, como para cualquier jugador. Todos están preparados para jugar... Pero al final el míster tiene que elegir once. Si hay competencia en todos los equipos, en el Real Madrid hay mucho más. ¿Decepción...? Bueno... No la llamaría quizá decepción; creo que tengo la suerte de poder disputar una final con el Real Madrid, que es mi tercera, la posibilidad de ganar otra Champions con el club de mi vida, y lo veo como otra oportunidad de seguir haciendo historia en este club. Quiero jugar, y sueño con ello, pero seguramente algún día me toque.

¿En cuál de las tres posiciones donde juega sería más probable que entrara si fuese titular?

No lo sé... Es el míster quien tiene que decidir, pero si me dieran a elegir siempre he dicho que de central es donde me siento cómodo, donde siento que puedo aportar más al equipo. Pero estoy listo para cualquier cosa, incluso mediocentro [risas], sería un motivo de orgullo.

Hace un año fue padre y ganó el mismo día la Champions League. ¿Se supera eso con la ‘Duodécima’ siendo titular?

Yo creo que eso es insuperable. El día que viví el año pasado.... Mira, lo recuerdo y se me ponen los pelos de punta. Fue insuperable, siempre se lo podré decir a mi hijo. Creo que fui el primer jugador de la historia en ser padre y ganar la Champions el mismo día. No hay nada más bonito que eso.

¿Cómo lleva el hecho de que se destaque tanto que vive usted en Alcalá de Henares, como cuando era niño, y que no se dedica al ‘famoseo’?

Me sorprende, francamente. Yo lo único que digo es que me considero una persona normal. Tengo la suerte de tener unos padres que me han enseñado a ser una persona normal, nada de otro mundo, a ser familiar, a ser cariñoso con los míos, tratar bien a la gente, con respeto. No sabría decirte, no lo hago a propósito... Soy una persona normal, me gusta hacer una vida normal con mi gente... La gente a lo mejor tiene una visión de los futbolistas un tanto rara, porque al final estás todo el día en la televisión y tienes una vida diferente a la de la mayoría. Pero yo intento que todo sea normal... Me gusta ser familiar.

¿No se considera menos frívolo que otras estrellas del mundo del fútbol

Lógicamente... Como todo en la vida, en cualquier profesión encontrarás gente diferente a otra. Al ser futbolista, me considero normal. Me gusta tratar con respeto a la gente. Los futbolistas tenemos que serlo, además, porque si somos lo que somos es también gracias a la gente y a la admiración que sienten por este deporte

Si somos lo que somos es también gracias a la gente

¿Se va a quedar en el club?

Ojalá pueda decir algún día que me retiro en el Real Madrid. Ojalá todos los años fueran como este... Jugando, ganando títulos. Lo firmaba ahora mismo, con los ojos cerrados.

Ha tenido usted cuatro entrenadores muy reputados y diversos en el Real Madrid hasta ahora. ¿Qué destaca de cada uno?

Todos me han marcado, siempre lo he dicho. Mourinho me hizo debutar, me hizo jugador del primer equipo y le tengo especial cariño porque es el que me dio todo aquí. Con Ancelotti tuve la suerte de que siguió la progresión, aprendí mucho de él, me considero una persona muy cercana a él, me siento muy representado por el tipo de persona que es, cariñosa y respetable. Como ahora Zidane. El cariño que tenemos todos al míster nace de que es una persona que tiene respeto por los jugadores y por todo el mundo. He aprendido mucho de él, como jugador y ahora entrenador; los títulos hablan por sí solos. A Benítez, por cierto, tengo mucho que agradecerle también, porque confió para que siguiese en la primera plantilla.

¿Las continuas menciones a la famosa 'flor' de Zidane le molestaban?

Son cosas que se crean, los jugadores solemos estar aparte de eso. Cuando lees lo de la 'flor' de Zidane y resulta que tu equipo sigue ganando títulos y partidos, pues al final te ríes, te ríes de cómo es posible que puedan estar diciendo esto. Pero lo importante es que estamos en la final de Champions, con un partido espectacular por vivir, y vamos a ver qué tal esa 'flor'...

¿Cuáles fueron su mejor y peor momento como madridista?

La Champions del año pasado, por lo que pasó con mi hijo, y el ascenso con el Castilla junto a mi hermano, que fue precioso vivirlo. ¿El peor...? No sabría decirte. En el primer equipo he tenido a lo mejor etapas en las que he jugado menos, pero enseguida aparecía la oportunidad de jugar y reivindicarme. Quizá el peor momento fue de niño, cuando me dijeron que no podía seguir jugando al fútbol por el tema de la diabetes. Pero a los tres días me dijeron todo lo contrario y fue un premio, una alegría... Por eso te digo que tengo la suerte de tener una vida que firmaría mil veces por volver a vivir: una familia sana, juego en el Real Madrid, mis amigos están bien también...

Tengo la suerte de tener una vida que firmaría mil veces por volver a vivir

Keylor Navas ha completado un año muy bueno... ¿Cómo se vive esa permanente sensación de estar ganándose el puesto, da igual lo que hagas, un poco como le pasaba a usted antes?

Conozco a Keylor... Como jugador me parece un portero espectacular, ha acabado la temporada de forma increíble y gracias a él podemos hablar de que el Madrid sigue ganando cosas... Como persona también es espectacular. Todos los jugadores estamos en ese foco permanente. Quizá Keylor un poco más, porque ser el portero titular del Real Madrid es una labor muy difícil, pero lo está solventando a las mil maravillas. Todos confiamos en él, que es lo importante. Todos estamos en los focos y la prensa todos los días, que si se va o se queda. Nosotros lo vivimos como algo normal, la gente no lo entiende... Lógicamente, nos encantaría que no se hablara tanto.

¿Le inspira miedo el bloque de la Juventus?

Los jugadores no solemos tener miedo, solemos tener respeto por un rival duro, un equipazo. Lógicamente, a nivel defensivo es un equipo italiano, rocoso, en el que defienden todos, pero es que arriba la ‘Juve’ tiene una calidad que también te puede hacer daño. Nos centramos más en nosotros: tenemos una plantilla espectacular, un once titular increíble, y estamos preparados. Hemos visto los partidos contra el Barça; fueron espectaculares... Espero que el sábado no sea igual.