Szczesny, en el calentamiento previo al partido frente al Real Madrid.

Szczesny, en el calentamiento previo al partido frente al Real Madrid. Europa Press

Fútbol

La impactante confesión de Szczesny que le condiciona en el Barça: "No puedo sostener una botella de agua por el dolor"

El portero polaco vive una auténtica pesadilla desde hace más de 17 años y ha reconocido estar harto del dolor que sufre en las manos cuando entrena.

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Wojciech Szczęsny está siendo víctima de un calvario que le lleva acompañando los últimos 17 años, cuando se rompió los dos antebrazos trabajando en el gimnasio con el Arsenal. Si bien la lesión era conocida, se desconocían las secuelas que le han dejado.

En una entrevista para la revista GQ en su edición polaca, el jugador del Barça ha confesado la pesadilla que lleva viviendo después de que se quedara atrapado bajo una barra: "Llega un momento durante el entrenamiento en que pierdo por completo la sensibilidad en las manos y ni siquiera puedo sostener una botella de agua por el dolor".

Y es que Szczesny se ha abierto en canal: "Los entrenadores y yo bromeamos diciendo que el entreno se acabó porque estoy paralizado otra vez, pero la realidad es que ya estoy harto de este sufrimiento".

El guardameta, de 35 años, convive aún con dos placas de hierro que mantienen unidos los huesos de su mano tras la grave fractura sufrida años atrás.

Según explica, las molestias persisten: "La pretemporada es lo peor, con sesiones muy exigentes. Durante el curso es más llevadero: haces dos entrenos y luego un partido, las manos descansan y el dolor no es tan intenso. Se extiende desde la muñeca hasta el codo", detalló en la entrevista.

Szczesny se lanza al suelo ante Barcola.

Szczesny se lanza al suelo ante Barcola. REUTERS

Ese dolor fue uno de los factores determinantes en su retirada anticipada, pese a que seguía ofreciendo un rendimiento notable en la Juventus y manejaba ofertas atractivas de Arabia Saudí y de varios grandes europeos.

"No era que hubiera perdido la pasión por el fútbol, sino por las opciones que tenía delante, incluso cuando los diez mejores clubes querían ficharme. No se trataba de subir mi precio; no quería seguir jugando solo por dinero. Mi intuición me pedía decir que no. Tres días antes de anunciar mi retirada hablé con Lewy y le dije que no quería jugar más en ningún club", reveló.

Su récord en el Barça

El panorama cambió cuando el Barça llamó a su puerta. Pese a las molestias, que incluso le afectaban a la espalda e impedían que jugara al golf, aceptó viajar a Barcelona para escuchar la propuesta.

"Cuando el Barça me contactó, quizá intuía que podía convencerme. Jugué mi primera temporada gratis. Lo que recibí del club fue exactamente lo que tuve que devolver a la Juve por rescindir mi contrato de forma anticipada", aseguró el meta, que suma nueve apariciones este curso.

Su fichaje por el conjunto azulgrana lo rescató temporalmente del retiro, aunque Szczesny reconoce que extraña "comer sin restricciones".

"A los futbolistas no se les permite ganar peso; los contratos incluyen sanciones severas. Me gusta comer y, aunque siempre me mantuve dentro del límite, llegué a batir el récord de grasa corporal del Barcelona. Una vez, Lewy bromeó en el vestuario de la selección polaca: '¿Cómo pudo Szczesny tener una carrera así con ese cuerpo?'", recordó entre risas.

El portero admite también que no siempre ha llevado los mejores hábitos profesionales. "Nunca fui el que más entrenaba, pero pude sostener un nivel alto durante 18 años. Tal vez nunca estuve entre los diez mejores, pero tampoco bajé del octavo puesto. Si hubiera exprimido mi máximo, habría alternado dieces y seises, pero me mantuve en el ocho constante", concluyó.