Mbappé y Vinicius, los jugadores más destacados del Real Madrid ante el Olympiacos.

Mbappé y Vinicius, los jugadores más destacados del Real Madrid ante el Olympiacos. REUTERS

Fútbol OLYMPIACOS 3 - 4 REAL MADRID

Mbappé le da oxígeno a Xabi Alonso: póquer de goles ante el Olympiacos para encarrilar el pase a octavos de la Champions

El delantero francés fue el gran protagonista de un encuentro en el que la defensa blanca quedó como gran señalada.

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Era ganar o ganar. No cabía otra opción para el Real Madrid si quería evitar la apertura oficial de una gran crisis, el primer gran bache de la 'era Xabi Alonso'. Jugó con fuego, pero Mbappé volvió a convertirse en el salvavidas con una exhibición formidable. [Así vivimos la victoria del Real Madrid ante el Olympiacos en la Champions League]

Fue una noche de contrastes. Por un lado el brillo de Mbappé y Vinicius arriba. Por otro, el auténtico drama de una defensa desconectada que permitió tres goles inaceptables. Y pudieron ser más. Es cierto que las bajas lo determinaron todo, pero las tuercas no están bien ajustadas en la zaga.

El final fue feliz por la victoria, pero fue un triunfo con las piernas temblando cuando el guion de la película tendría que haber sido muy diferente. Sea como fuere, el Real Madrid dio un paso de gigante para entrar directamente en los octavos de final de la Champions League.

Obligado a remontar

El desenlace fue fantástico para los intereses del Real Madrid, pero la introducción fue dramática y el nudo amenazó con convertirse en una pesadilla. Con la moral frágil después de los últimos pinchazos y el ruido en torno a Xabi Alonso, el palo inicial pudo ser un drama.

Es cierto que el primero en avisar fue Vinicius. El héroe en la sombra del partido. Los focos fueron para Mbappé por motivos obvios, pero quien encabezó al equipo blanco en los momentos más complicados fue el brasileño.

'Vini' estuvo a punto de inaugurar el marcador con un latigazo desde la frontal del área que obligó a Tzolakis a entrar caliente al partido. Sin embargo, el Olympiacos no se amedrentó por este aviso y golpeó primero.

Chiquinho encontró espacio por el carril central, combinó con varios compañeros y terminó armando la pierna derecha. Un latigazo ajustado que batió a Lunin para encender el infierno griego y sobre todo alimentar las dudas del Real Madrid.

Vivió momentos de zozobra el conjunto blanco en un contexto muy complicado. De repente pensaba en un cuarto pinchazo consecutivo, algo que hubiera supuesto un verdadero desastre y el inicio oficial de una crisis, pero supo reaccionar.

Lo hizo no sin estar a punto de encajar el segundo si no hubiera sido por una gran intervención de Lunin. Durante varios instantes se vio a un Madrid endeble y sin ideas. Tan sólo Vinicius aportaba algo diferente, el único que cambiaba el ritmo y amenazaba al Olympiacos.

Mbappé celebra uno de sus goles ante el Olympiacos.

Mbappé celebra uno de sus goles ante el Olympiacos. REUTERS

Encontró un salvavidas el Real Madrid en el ecuador de esta primera mitad. Vinicius tiró de ingenio y se sacó de la chistera una asistencia con el exterior desde el centro del campo. Con ese pase dejó mano a mano a Mbappé, y el francés, por supuesto, no falló. Este año no las perdona.

Ahí comenzó la remontada exprés. El inicio de un hat-trick en apenas siete minutos, uno de los más rápidos de toda la historia de la Champions. Al minuto siguiente Mbappé remató de cabeza el centro de Güler para hacer el 1-2, y a la media hora de juego el delantero aprovechó la asistencia de Camavinga para definir en el mano a mano.

Se cuenta así de fácil, pero fue un escándalo. Como la temporada de Mbappé. Está intratable y ya se puede decir que empieza a apuntar al Balón de Oro, por qué no.

Mbappé remata para marcar ante el Olympiacos.

Mbappé remata para marcar ante el Olympiacos. REUTERS

Para entonces el Real Madrid ya se estaba divirtiendo. El Olympiacos se hizo el harakiri yendo arriba y adelantando la defensa en exceso. Eso fue un juego para Vinicius, que se estaba comiendo a Rodinei por la banda.

Marcó el brasileño, pero su gol se borró del marcador tras la revisión de VAR. Mbappé, su asistente, estaba en fuera de juego en el origen de la jugada. Todavía tuvo una más el brasileño que se marchó al limbo.

Otro susto

La primera mitad había terminado siendo un auténtico juego de niños para el Real Madrid. El marcador (1-3) se quedaba incluso corto para lo que se había visto sobre el terreno de juego, así que nada hacía presagiar algo distinto en el segundo acto.

Xabi Alonso decidió quitar a Camavinga, con tarjeta amarilla, para darle entrada a Ceballos. Vinicius, empeñado en encontrar su gol, estuvo a punto de conseguirlo con un disparo desde la frontal que se marchó por milímetros.

Pero entonces volvieron a planear los fantasmas. Taremi aprovechó un centro medido desde la banda derecha, y sobre todo la pasividad de la zaga blanca, para conectar un buen testarazo ante el que nada pudo hacer Lunin.

El Kaabi, delantero del Olympiacos.

El Kaabi, delantero del Olympiacos. REUTERS

Inaceptable la versión de la defensa del Real Madrid, desconectada del partido por mucho que fuera una línea de urgencias ante tantas bajas.

De nuevo surgieron las dudas. Quedaba en entredicho la solidez futbolística y mental de un equipo cogido con pinzas en algunos aspectos. Incertidumbre agrandada porque quien estaba enfrente no era precisamente el rival más potente de la Champions.

Pero entonces apareció el de siempre para aclararlo todo de un plumazo. Mbappé con su póquer particular. Tchouaméni sirvió en largo para Vinicius, el brasileño hizo su enésimo quiebro de la noche y le regaló el gol a Mbappé, que sólo tuvo que empujar en el área pequeña.

Ahí parecía haber matado el partido el equipo de Xabi Alonso, pero los fantasmas estaban empeñados en no marcharse demasiado lejos. La defensa fue un puro drama. Todos desconectados, como quedó retratado de nuevo en el tercer gol del Olympiacos.

El Kaabi remató de cabeza libre de marca para apretar de nuevo el marcador. Iba camino de ser un partido plácido, y el Real Madrid terminó pidiendo la hora. Los últimos minutos se convirtieron en un mar de dudas de los blancos, temiendo hasta el final por ceder una victoria amarrada.

El susto no se convirtió en muerte de milagro y el Real Madrid se quedó con los tres puntos. Una victoria que rompe la mala racha, sí, pero una victoria que alimenta las dudas por lo visto en defensa. El Real Madrid ya mira a los octavos de final.