Xabi Alonso, con el Real Madrid

Xabi Alonso, con el Real Madrid EFE

Fútbol

Cerco a Xabi Alonso: un distanciamiento en el banquillo que llega a Atenas, territorio inexpugnable para el Madrid

Con la confianza del club, pero con el vestuario dividido, el técnico tolosarra trata que la visita al Olympiacos (21.00) sea el inicio de la reconstrucción.

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El Real Madrid salta al césped este miércoles en Atenas (21.00 horas) con la obligación de conjurar demasiados demonios a la vez.

Xabi Alonso, que cumplía ayer martes 44 años en medio de la tormenta más intensa desde su llegada al banquillo blanco, afronta el partido contra el Olympiacos con la presión de revertir una racha negativa de tres encuentros sin victoria y con un vestuario que presenta grietas cada vez más visibles.

El técnico tolosarra necesita una reacción inmediata en un escenario históricamente hostil: Grecia es el único país europeo -en los que ha jugado- donde el Real Madrid no ha logrado ganar jamás en competición continental.

La estadística resulta tan llamativa como incómoda. En sus nueve visitas anteriores a suelo griego, el conjunto blanco acumula tres empates y seis derrotas, un registro que comenzó a escribirse en la final de la Recopa de 1971 contra el Chelsea y que se ha prolongado a lo largo de más de cinco décadas.

El estadio Georgios Karaiskakis, donde el Olympiacos mantiene una racha de nueve partidos europeos sin perder como local, representa el escenario perfecto para que esa maldición continúe o, por el contrario, para que Xabi encuentre el punto de inflexión que su proyecto necesita con urgencia.

A diferencia del ruido mediático que sugiere un técnico cuestionado, la directiva del Real Madrid mantiene su confianza en Xabi Alonso. En las altas esferas del club consideran que el tolosarra entiende mejor que nadie la exigencia de la entidad y confían en su capacidad para reconducir la situación. 

En la rueda de prensa previa al partido celebrada este martes en El Pireo, Alonso despejó cualquier duda sobre su relación con la cúpula directiva. "He hablado esta mañana con el presidente. Con José Ángel también hablamos frecuentemente. El día a día es lo que nos hace estar comunicados", explicó el técnico con naturalidad.

Cuando se le preguntó directamente si había recibido mensajes de apoyo durante esta racha negativa, Alonso fue claro: "No es necesario".

Esta comunicación fluida contrasta con la narrativa de crisis que algunos sectores han intentado construir alrededor del banquillo blanco. El club valora positivamente la gestión que Alonso ha realizado de los momentos de tensión interna y considera que el técnico posee las herramientas necesarias para fortalecer al grupo y estabilizar el rendimiento.

Xabi Alonso, como parte del rondo en el entrenamiento del Real Madrid

Xabi Alonso, como parte del rondo en el entrenamiento del Real Madrid EFE

Sin embargo, sería ingenuo ignorar las turbulencias que atraviesa la plantilla. Según ha revelado The Athletic, Vinicius comunicó al presidente Florentino Pérez a finales de octubre que no tiene intención de renovar su contrato mientras persista la tensión con el entrenador.

El conflicto estalló públicamente durante El Clásico del 26 de octubre, cuando el brasileño abandonó el campo visiblemente molesto tras ser sustituido en el minuto 72. "Siempre yo, me voy del equipo, es mejor si me voy", se le escuchó decir mientras caminaba hacia el banquillo.

Aunque Vinicius pidió disculpas posteriormente a la plantilla y a la directiva, omitió deliberadamente el nombre de Xabi Alonso en su comunicado público, un gesto que las fuentes cercanas al jugador califican como consciente y calculado.

Incluso Rafa Nadal ha entrado en el debate. En una entrevista con Jorge Valdano para Movistar, el tenista manacorí fue directo: "Vini tiene que entender quién es la autoridad y respetar a la autoridad. Entender también al club en ese sentido, por lo que representa ser jugador del Real Madrid".

Sobre estos rumores de fracturas internas, Alonso pidió mesura y respeto en su comparecencia de este martes: "Hay que tener mucho respeto por los jugadores y por los colectivos. Yo no quiero y no voy a hablar de eso porque sé lo que es el vestuario. Tienes que convivir con el ruido externo y eso lo intentamos manejar sin que nos haga perder el foco".

El técnico vasco no rehuyó la autocrítica durante su intervención ante los medios. "Necesitamos un buen partido después de estos últimos y volver a tener el sabor de la victoria", reconoció al inicio de su comparecencia.

Alonso admitió que el equipo no ha sido constante en varias fases del juego y que los tres últimos resultados no han sido los esperados, aunque también recordó que el Madrid sigue líder en La Liga y suma nueve puntos en Champions.

Para afrontar este momento de dificultad, el tolosarra reveló que busca inspiración en quienes le precedieron en el cargo: "Seguro que no soy el primer entrenador que tiene que convivir con estas situaciones. Pienso mucho en cómo lo llevarían en su momento Carlo, Mou o Pellegrini. No son situaciones nuevas". 

Álvaro Carreras, que compareció junto al entrenador, quiso desmentir los rumores sobre un ambiente enrarecido: "El ambiente es muy bueno. Tenemos un grupo increíble, con el míster y los 25 jugadores de la plantilla. Tenemos una buena relación".

Atenas como encrucijada

La visita al Pireo llega en el momento más delicado posible. Tras el triunfo en El Clásico a principios de temporada, el Real Madrid parecía haber encontrado su identidad bajo el mando de Xabi Alonso.

Sin embargo, la derrota en Anfield contra el Liverpool y los empates posteriores ante Rayo Vallecano y Elche han disparado todas las alarmas. El equipo ha perdido la intensidad y la conexión que mostraba en sus mejores actuaciones.

Xabi Alonso, junto a Vinicius en el entrenamiento del Real Madrid

Xabi Alonso, junto a Vinicius en el entrenamiento del Real Madrid EFE

Para agravar la situación, Thibaut Courtois será baja por gastroenteritis, lo que obliga a Alonso a confiar en Andriy Lunin bajo los palos. La lista de ausencias se extiende con Carvajal, Militao, Rüdiger, Alaba, Mastantuono y Huijsen, dejando al técnico con opciones muy limitadas en defensa.

El calendario no ofrece tregua. Tras el Olympiacos, el Real Madrid recibirá al Manchester City de Guardiola en Champions y tiene al Barcelona a solo un punto en Liga. Todo lo que no sea una victoria clara en Grecia amplificará las dudas sobre un proyecto que hace apenas un mes parecía encaminado hacia el éxito.

Xabi Alonso llegó al Real Madrid con el aval de haber conquistado la Bundesliga invicto con el Bayer Leverkusen. Se le consideró el perfil ideal para imponer disciplina táctica a un vestuario plagado de talento pero con carencias de trabajo e intensidad.

Cuando le preguntaron en la rueda de prensa si en menos de cien días al frente del equipo entiende que ya se cuestione su puesto, Xabi respondió con serenidad: "Sabemos el momento que es, también la situación en la que estamos en Liga y Champions. A mí lo que me preocupa es lo que pasa en Valdebebas o mañana en el campo. Al resto no le presto atención".

Atenas, cuna de la civilización occidental y testigo de imperios que cayeron y resurgieron, espera al Real Madrid con la incógnita de si el club blanco podrá poner allí la primera piedra de su reconstrucción o si, una vez más, regresará derrotado de un territorio que nunca ha logrado conquistar.