La fe evangélica de Dani Alves

La fe evangélica de Dani Alves Arte EE

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La fe de Alves tras la agresión sexual: su 'pacto' con Dios desde la cárcel, lecturas de la Biblia y el afán de limpiar su imagen

El exfutbolista brasileño, absuelto de su condena, ha transformado completamente su identidad pública hacia la religión evangélica.

Más información: El pastor de la iglesia evangélica de Dani Alves en Girona: "Es predicador nato"

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La transformación espiritual de Dani Alves no comenzó en el púlpito de la Iglesia Elim de Girona, donde hace una semana compartió su testimonio ante centenares de jóvenes.

Comenzó en un lugar mucho más oscuro: la celda de la prisión de Brians 2, donde el exfutbolista brasileño pasó catorce meses entre rejas acusado de agresión sexual.

Allí, en el momento más bajo de su existencia, Alves pidió una Biblia en su primera semana de su ingreso y emprendió un viaje que lo llevaría desde el abismo de la humillación pública hasta considerarse a sí mismo un discípulo de Cristo con aspiraciones de pastorado.

Lo que muchos interpretaron como una aparición sorpresiva en un templo evangélico catalán es, en realidad, el capítulo más reciente de una narrativa que tiene raíces profundas en la historia familiar de Alves y que se intensificó dramáticamente durante su encierro.

El futbolista nacido en Juazeiro, Bahía, creció en el seno de una familia profundamente religiosa. Su madre, Lucía Alves, siempre ha sido una mujer de fe inquebrantable que, cuando su hijo fue arrestado en enero de 2023, recurrió inmediatamente a las Escrituras para expresar públicamente su apoyo. Publicó versículos de Daniel sobre la liberación divina y escribió: "Dios al mando siempre".

Pero aunque el entorno evangélico no era ajeno a Alves —Brasil es el segundo país con más evangélicos del mundo después de Estados Unidos—, su relación personal con la fe antes de la cárcel era, en el mejor de los casos, tangencial.

Llevaba tatuado el Sagrado Corazón de Jesús en su antebrazo derecho desde su juventud, una marca visible de una religiosidad difusa que combinaba símbolos cristianos con una deidad budista tatuada en su hombro izquierdo.

Era la espiritualidad ecléctica de alguien que había crecido en un contexto religioso pero cuya vida profesional lo había alejado de cualquier práctica devocional seria.

El apoyo en la Biblia

Todo cambió el 20 de enero de 2023, cuando Alves ingresó en prisión preventiva. En sus primeros días de reclusión el brasileño solicitó una Biblia. No fue un gesto casual. Durante los meses siguientes, Alves se dedicó a leer y estudiar el texto sagrado diariamente.

Este no era el estudio estructurado de un seminario teológico, sino la inmersión desesperada de un hombre que buscaba significado en medio del colapso total de su identidad pública.

Durante su intervención en la Iglesia Elim, Alves describió ese momento crucial: "En medio de las turbulencias, en medio de la tempestad, siempre hay un mensajero de Dios. Y ese mensajero, en el peor momento de mi vida, me recogió, me llevó para la Iglesia".

Fue en esa celda donde Alves hizo lo que él mismo describe como un pacto con Dios. "Ahí dentro, mientras caminaba, dije: 'Señor, yo hago un pacto contigo'", relató.

El testimonio de Dani Alves durante una congregación religiosa en Girona

El acuerdo era simple pero vinculante desde su perspectiva: se comprometía a servir a Dios a cambio de protección para su familia y para quienes no lo abandonarían. Este "pacto" se convertiría en el eje narrativo de su nueva identidad, una promesa que repetiría insistentemente en sus apariciones públicas posteriores.

La absolución llegó el pasado mes de marzo, cuando el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña anuló su condena inicial al encontrar lagunas y contradicciones en las pruebas. Alves salió de prisión como un hombre libre legalmente, pero transformado internamente. Tuvo un gesto simbólico al irse, donando al centro penitenciario, entre otros objetos, la Biblia que le había acompañado esos meses.

Los primeros indicios públicos de este cambio aparecieron en mayo de 2024, cuando dedicó a su esposa Joana Sanz un mensaje de cumpleaños repleto de citas bíblicas de Proverbios, Eclesiastés, Corintios y el Evangelio de Juan. Para quienes lo conocían desde su época de estrella del Barcelona, el tono era desconcertante.

En octubre de 2024, tras meses de silencio en redes sociales, Alves regresó a Instagram transformado. Su biografía ya no mencionaba sus títulos futbolísticos ni sus equipos. En su lugar, declaraba en mayúsculas: "DISCÍPULO DE CRISTO JESÚS".

A partir de entonces, sus publicaciones se limitaron exclusivamente a versículos bíblicos: Romanos sobre el amor inquebrantable de Dios, Corintios sobre encontrar fortaleza en la debilidad. Los comentarios estaban desactivados. Era un monólogo espiritual dirigido a sus 35 millones de seguidores.

No es un predicador

Paralelamente, Alves comenzó a asistir regularmente a iglesias evangélicas en Cataluña. Fue en este contexto donde recientemente estableció contacto con el copastor Sammy Thomas de la Iglesia Cristiana Elim de Girona.

Según fuentes de la congregación, Alves tomó la iniciativa de contactar con Thomas para expresar su compromiso con la fe y desde la Iglesia vieron la oportunidad de utilizar su notoriedad pública para difundir el evangelio. Este primer contacto lo conectó posteriormente con Jimmy Martín, el pastor principal, quien ejercería como una especie de guía espiritual.

La relación de Alves con la Iglesia Elim no es de membresía formal. Los responsables del templo son enfáticos al aclarar que el exfutbolista no asiste habitualmente a sus servicios y que su participación en el reciente Congreso de Jóvenes fue una invitación puntual como "conferencista" sorpresa.

Así, desde la Iglesia defendían estos días que Alves "tiene un gran testimonio para ayudar a los jóvenes", pero desmintiendo las interpretaciones mediáticas que lo presentaban como predicador oficial de la congregación.

Sin embargo, esas mismas fuentes revelan algo significativo: el deseo de Alves va más allá de compartir ocasionalmente su testimonio: "Su anhelo es predicar". "Es predicador nato, hay a quien le sale rápidamente", decía a los medios el pastor Thomas esta semana en pleno 'boom' mediático, tal y como recogió Crónica Global - EL ESPAÑOL.

Aunque apuntan que para llegar a ser predicador, "primero se tiene que aprender, estudiar", las palabras desde el templo evangélico sugieren que Alves muestra aptitudes naturales para la predicación que podrían facilitar su eventual formación.

Este reconocimiento marca una diferencia crucial entre dar un testimonio personal y ejercer como predicador. En la tradición pentecostal a la que pertenece la Iglesia Elim, existe una progresión clara: primero se comparte la experiencia personal de conversión, luego se profundiza en el conocimiento bíblico y finalmente se predica la Palabra con autoridad.

Alves se encontraría en la primera etapa de este proceso. "Primero se empieza dando tu testimonio y luego, cuando llegas a conocer bien la palabra de Dios, ya puedes predicarla", aclaraba Thomas.

El camino hacia el pastorado ordenado, si Alves decidiera recorrerlo completamente, implicaría años de formación teológica, práctica supervisada y reconocimiento oficial de la congregación.

No existe evidencia de que haya iniciado estudios formales en ningún seminario evangélico, ni de que esté inscrito en programas de formación pastoral estructurados. Lo que existe es una aspiración declarada y un proceso incipiente de mentoría bajo la guía del pastor Martín.

Mientras tanto, Alves ha reorientado completamente su vida. No ha regresado al fútbol profesional y actualmente se dedica a un negocio modesto de açaí premium en Barcelona llamado Twins Açaí.

Esta actividad comercial de bajo perfil le proporciona sustento económico sin las exigencias de la alta competición, dejándole tiempo para dedicarse a lo que ahora considera su verdadera vocación.

El adiós al futbolista

En el plano simbólico, hubo incluso una ceremonia de cierre. Poco después de salir de prisión Alves participó en una celebración donde enterró simbólicamente al futbolista para dar nacimiento al creyente. Este ritual de muerte y renacimiento espiritual, común en tradiciones evangélicas, marcó formalmente su transición hacia una nueva identidad.

Lo que comenzó como la lectura desesperada de una Biblia en una celda de Brians 2 se ha convertido en una transformación pública de identidad. Si Alves llegará eventualmente a ser pastor ordenado o si su rol será el de un evangelista laico con alta visibilidad pública es algo que solo el tiempo revelará.

Lo que es indiscutible es que el hombre que salió de prisión no es el mismo que entró. El pacto que hizo en aquella celda parece estar redefiniendo no solo su fe, sino el curso completo de su vida post-futbolística.