Ivan Klasnic, exfutbolista croata.

Ivan Klasnic, exfutbolista croata.

Fútbol

El infierno que vive una leyenda del fútbol alemán: "Me medico para sobrevivir y no sé cuánto tiempo me queda de vida"

Ivan Klasnic, campeón de la Bundesliga que ganó el Werder Bremen en 2004, tiene un delicado estado de salud por la fuerte medicación que tomaba en el equipo alemán.

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La vida de Ivan Klasnic pende de un hilo. El croata tiene un estado de salud muy delicado después de haber ingerido una fuerte medicación cuando jugaba en el Werder Bremen y ahora, a sus 45 años le está pasando factura.

Con sus 19 goles y 11 asistencias fue uno de los grandes artífices de la histórica Bundesliga que ganaron los Die Grün-WeiBen (los verdiblancos) en la temporada 2003-04. Sin embargo, después de toda una vida dedicada al fútbol, Klasnic vive ahora un infierno.

El exfutbolista se ha sometido a tres trasplantes y únicamente la ingesta de medicamentos es la que evita su fatal desenlace, aunque él se mantiene en alerta ya que podría llegar en cualquier momento.

Antes de abandonar el Werder Bremen, Klasnic ya había tenido que ser trasplantado en dos ocasiones. El tercero llegó en el tramo final de su carrera deportiva, cuando intentaba seguir en la élite en clubes como el Nantes, el Bolton o el Mainz, donde decidió colgar las botas en 2013.

"Ninguna cantidad de dinero puede devolverme la salud. Me han hecho tres trasplantes, no sé cuánto tiempo más viviré. Solo tengo que agradecer que sigo vivo, aunque tenga que tomar medicamentos para sobrevivir", confesó en un documental de la televisión alemana.

Iván Klasnic pasó ocho temporadas en el Werder Bremen, donde anotó 77 goles en 205 encuentros. Sin embargo, su salida del club alemán fue muy complicada y terminó resolviéndose en los tribunales.

En enero de 2007 se dio a conocer que el delantero croata sufría una insuficiencia renal y necesitaba con urgencia un trasplante. Su madre fue la primera en donarle un riñón, pero el cuerpo de Klasnic lo rechazó; posteriormente recibió otro de su padre, que sí fue compatible y le permitió recuperarse.

Una pesadilla

Tras seis meses alejado de los terrenos de juego, volvió a competir e incluso participó en una Eurocopa. No obstante, en 2008 decidió emprender acciones legales contra el Werder Bremen, alegando que los médicos del club fueron responsables de su enfermedad.

La justicia obligó al club alemán a pagarle 4,5 millones de euros, además de 100.000 euros por las negligencias médicas y recibir un sueldo compensatorio por verse obligado a retirarse.

"Es difícil dejar de tomar la medicación cuando quieres competir. Creo que ningún deporte profesional puede sostenerse sin analgésicos. Pero si hubiera sabido que tenía problemas, no habría tomado esa medicación", reconoce ahora el croata.

Sin embargo, la ayuda económica que recibe no le sirve para mejorar el estado de salud en el que se encuentra. El exfutbolista está condenado a tomar medicación de forma diaria, así como recibir sesiones de diálisis. "Por supuesto que estoy furioso. No le deseo a nadie lo que he pasado".