Vinicius, con el Real Madrid

Vinicius, con el Real Madrid AFP7 / Europa Press

Fútbol

¿Qué pasa con Vinicius?: elogiado por Xabi Alonso, pero incómodo por su papel y con un futuro incierto

El brasileño no encaja su pérdida de protagonismo, mientras la renovación sigue estancada y su contrato acaba en 2027.

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La temporada del Real Madrid en la Champions League arrancó con una sorpresa inesperada: Vinicius Jr. comenzó el partido en el banquillo frente al Olympique de Marsella.

Lejos de deberse a una rotación habitual, la decisión de Xabi Alonso terminó de anunciar un nuevo orden en el vestuario blanco. El brasileño, que había sido intocable los últimos años, recibió un claro mensaje: la meritocracia manda por encima de los nombres.

Rodrygo ocupó su lugar en la banda izquierda, desplazando a Vinicius de su posición fetiche. Esta demarcación, normalmente propiedad exclusiva del ex de Flamengo, fue para un jugador que venía de estar al borde de la salida en el último mercado de fichajes.

Rodrygo no brilló de cara a puerta, aunque supo forzar el penalti que inauguró el marcador convertido por Kylian Mbappé. Sin alternativas efectivas en ataque tras muchas ocasiones desperdiciadas, Xabi no dudó: miró al banquillo y apostó entonces por Vinicius.

El brasileño venía de dar que hablar en Anoeta por su gesto de incomodidas mientras era sustituido tras algo más de media hora jugando con diez por la tarjeta roja directa a Dean Huijsen.

Vinicius mostró su enfado al abandonar el terreno de juego, en un momento en que su renovación con el club está totalmente estancada. El vínculo contractual concluye en 2027 y ni club ni jugador parecen dispuestos a ceder, por ahora.

Xabi Alonso, antes del cruce ante el Marsella, dejó claro el papel de Vinícius en el equipo: "He hablado con él e hizo un gran trabajo con un jugador menos el sábado. No eran los mejores momentos para un jugador de ataque, pero se sacrificó. Fue una victoria de equipo. Le he visto bien y está con buena energía para la Champions", explicó el entrenador.

La mano de Medina en una acción con Vinicius que acabó en penalti

La mano de Medina en una acción con Vinicius que acabó en penalti EFE

La suplencia del martes sirvió como un severo recordatorio de que nadie tiene su puesto asegurado en el once titular.

"Va a haber un momento para todos. Nadie va a jugar todos los partidos, nadie tiene que sentirse ofendido por no jugar un partido. Necesitamos a todos porque el calendario es muy exigente. Los cambios están teniendo un impacto muy bueno. Vinicius ha entrado muy bien. No es una cuestión de que solo los que inician son los importantes, el fútbol no va en esa dirección", sentenció Xabi Alonso en rueda de prensa, disipando cualquier polémica.

Uno de los argumentos más sólidos a favor del nuevo método de Xabi es la gestión coral del vestuario, que apunta a un claro reparto de roles. Si el pasado curso se criticaba la falta de presión defensiva por parte de Vinicius y Mbappé, esta temporada la implicación táctica es obligatoria.

Thibaut Courtois lo explicó con rotundidad: "El problema es cuando no defiendes con once. Ahora los extremos, Mbappé, Güler, los centrocampistas, etc. tienen que volver rápido cuando pierden la pelota".

"Nadie tiene que sentirse ofendido por no jugar un partido"

Xabi Alonso

En un segundo plano

No hace tanto tiempo, Vinícius era el protagonista indiscutible en las grandes noches. El pasado 28 de octubre, el Real Madrid organizó todo para que el ‘7’ recogiera en París el Balón de Oro, presumiendo de su estatus como mejor jugador del mundo tras dos Champions en tres años marcando en ambas finales.

Sin embargo, al enterarse que el premiado sería Rodri, el presidente Florentino Pérez y toda la expedición cancelaron su asistencia, dejando clara la importancia que el club le otorgaba a Vinicius.

En menos de un año todo ha cambiado. Con la llegada de la nueva temporada y la consolidación de Mbappé, el brasileño se ha quedado en un segundo plano.

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El francés es ahora el líder absoluto dentro y fuera del campo; es el encargado de lanzar los penaltis y se ha convertido en el rostro del madridismo. Vinicius, con la marcha de Carlo Ancelotti, ha dejado de gozar de cartel intocable y ya no tiene garantizado su puesto de titular.

Las sustituciones se han multiplicado. En cinco partidos oficiales, Vinicius ha comenzado dos desde el banquillo. Lo que antes era impensable en el Real Madrid, ahora es una realidad palpable: el primer partido de Champions en casa, con Vinícius fuera del once, marcó un antes y un después.

El club y el entrenador transmiten tranquilidad y explican que se trata de rotaciones normales, ecordando la exigencia de un calendario cargado, pero la carga simbólica es considerable.

En la plantilla hay varios candidatos para ocupar la banda izquierda, entre ellos Rodrygo, mientras por la derecha la llegada de Mastantuono añade todavía más competencia. El puzle ofensivo ha cambiado. Las jerarquías ya no son las mismas y nadie, más allá de Mbappé, es imprescindible.

Arda Güler, Vinicius y Mbappé celebran el gol del francés ante la Real Sociedad.

Arda Güler, Vinicius y Mbappé celebran el gol del francés ante la Real Sociedad. EFE

La actitud de Vinicius también ha llamado la atención. Durante el choque frente al Marsella, fue notable su lenguaje corporal distante. Mientras otros suplentes, como Jude Bellingham o Brahim Díaz, celebraban los goles con euforia desde el banquillo, el brasileño se mantuvo frío.

Su entrada en la segunda parte, eso sí, remarcó sus ganas de replicar a las decisiones de Alonso. Si en el Tartiere, escenario de su primera suplencia, dio una asistencia y marcó un gol, ante el Marsella metió frescura en el campo y forzó el penalti del 2-1.

Ahora, Vinicius asume que es un jugador más de la plantilla, lo que repercute también en el tema de su renovación. El club no contempla, bajo ningún concepto, otorgarle el mismo salario que Mbappé y se mantiene firme en lo pactado en su día.

La pérdida de protagonismo ha impactado en el ánimo del brasileño. Hasta hace poco, su energía contagiaba al estadio, levantando a la afición en los momentos clave. Ahora, su lenguaje corporal denota frustración.

No se trata de falta de actitud. Vinicius sigue trabajando e implicándose en los aspectos defensivos requeridos por Alonso. De hecho, en Anoeta demostró esa nueva faceta al sacrificarse en defensa cuando el equipo quedó en inferioridad.

Pero su aportación emocional, esa que lo convertía en bandera del equipo, está difuminada. Las sustituciones —todavía no ha completado ningún partido— y las suplencias han dejado huella.

La renovación, estancada

La situación contractual añade aún más incertidumbre a su futuro. La renovación, que antes del verano parecía cerrada, sigue sin firmarse.

El jugador asegura que desea continuar, pero los retrasos alimentan sospechas sobre su continuidad. En Chamartín, la directiva señala el comienzo del próximo verano como fecha límite para resolver el caso: o se renueva o se considerará su venta.

En el club, recordando el episodio del Balón de Oro, se insiste en que siempre han protegido a Vinicius. La postura inamovible es evitar cualquier riesgo de pérdida gratuita de uno de sus mayores activos en la plantilla.

Vinicius, dirigiéndose al banquillo antes del partido contra el Marsella

Vinicius, dirigiéndose al banquillo antes del partido contra el Marsella AFP7 / Europa Press

Si el delantero mantiene la intención de negociar como agente libre y presionar por una prima de fichaje, la salida podría ser inevitable, a pesar de que el objetivo sigue siendo su continuidad.

El futuro de Vinicius en el Real Madrid está más abierto que nunca. Su presencia en el banquillo es el síntoma más evidente de un proceso de cambio profundo, tanto en lo futbolístico como en lo contractual.

La afición y el club esperan la mejor versión de un futbolista brillante, que sigue siendo clave para entender el éxito reciente del Madrid.