La boxeadora Imane Khelif en los Juegos Olímpicos de París Europa Press
Imane Khelif planta cara a las pruebas de sexo y recurre ante el TAS la decisión que le prohíbe competir
La boxeadora argelina, oro en París, desafía a World Boxing por la obligatoriedad de pasar los test para competir en el Mundial que arranca el jueves.
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La batalla entre World Boxing e Imane Khelif suma un nuevo capítulo tras el recurso presentado ante el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS), que anunció el lunes 1 de septiembre la impugnación contra la prohibición que le impide competir ante instancias internacionales.
Khelif pide anular decisión de World Boxing, tomada en mayo, que declaraba "no se le permitió participar en la Box Cup en Eindhoven, ni en ningún evento de World Boxing hasta que se sometiera a una prueba genética de sexo", e impidió su regreso a la competición.
Además, la boxeadora argelina exige poder competir sin someterse a pruebas en el Mundial de Liverpool, que comienza el jueves y durará hasta el 14 de septiembre, una petición que, según el TAS, difícilmente prosperará por las reglas de procedimiento y confidencialidad aplicada.
El TAS rechazó conceder efecto suspensivo al recurso presentado el 5 de agosto, recordó que sus procedimientos son confidenciales y que las audiencias se celebran casi siempre a puerta cerrada, por lo que la solicitud urgente careció de efecto inmediato procedimental adicional.
En los Juegos de París, Khelif —al igual que la taiwanesa Lin Yu-ting— fue blanco de ataques y de una campaña de desinformación que la retrató como un "hombre que lucha contra mujeres". Ambas boxeadoras ganaron el oro en sus divisiones femeninas.
La controversia se prolongó después de París: en febrero la IBA —antiguo ente regulador del boxeo internacional— anunció que demandaría al COI por permitir que Khelif participara en los Juegos, una decisión que polarizó opiniones y reavivó el debate sobre quién decide la elegibilidad en el pugilismo olímpico.
La boxeadora reaccionó calificando las acusaciones de "falsas e insultantes" y afirmó que, más allá de su caso, hay mucho en juego: "No se trata solo de mí, sino de los principios más amplios de justicia y debido proceso en el deporte", dijo.
Imane Khelif, con su oro olímpico en París 2024 Europa Press
La argelina, convertida en un icono en su país, replicó rotunda: "No me iré a ninguna parte. Lucharé en el ring, lucharé en los tribunales y lucharé abiertamente hasta que la verdad sea innegable". Anunció además su objetivo para Los Ángeles 2028.
Su demanda ofrecerá la primera ocasión para debatir la reinstauración de cribados cromosómicos en el deporte —no solo en el boxeo, sino también en la natación y el atletismo— una práctica que estuvo vigente en los Juegos Olímpicos entre 1968 y 1996.
El cribado cromosómico excluiría a atletas transgénero y a personas que se identifican como mujeres pero presentan cromosomas XY, una forma de DSD; la medida ha recibido críticas de la Asociación Médica Mundial, organizaciones de derechos humanos y comunidad científica.
Los expertos han abogado que ese procedimiento resulta polémico porque se considera poco fiable y biológicamente reductivo, además de plantear dilemas éticos sobre la privacidad corporal y el derecho de acceso a la competición para atletas con variaciones cromosómicas significativas.
El proceso judicial puede marcar un precedente respecto a las normas de elegibilidad; la audiencia no tiene fecha y las partes intercambian alegatos escritos mientras aumenta la expectación internacional por el eventual fallo del TAS sobre derechos y procedimiento deportivo.