Ter Stegen, durante un calentamiento con el FC Barcelona

Ter Stegen, durante un calentamiento con el FC Barcelona Europa Press

Fútbol

Así explotó la bomba Ter Stegen: los feos del Barça durante meses y la dependencia de desgracias que estalla en la cara de Laporta

El guardameta alemán se niega a firmar su informe médico, lo que desemboca en la enésima crisis del club azulgrana en los últimos años.

Más información: Ter Stegen va a la guerra contra el Barça: se niega a firmar su informe médico y le abren expediente disciplinario

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Marc-André ter Stegen ha plantado cara al FC Barcelona al negarse a firmar su parte médico tras la operación, bloqueando completamente la estrategia para inscribir a Joan García y desatando la tormenta interna que amenaza la planificación del club azulgrana.

Esta situación inédita en LaLiga nunca había ocurrido: un futbolista rechaza compartir sus datos médicos tras una intervención quirúrgica, un trámite rutinario hasta ahora, lo que ha dejado al Barcelona sin margen para liberar el 80% de su ficha, según el artículo 77.

La detonación de la crisis tiene raíces en una campaña de desprestigio sostenida por el propio club. Durante meses, el entorno blaugrana filtró rumores y críticas sistémicas contra el capitán, construyendo una narrativa negativa que facilitara su salida.

Las acusaciones incluyeron que Ter Stegen era un mal líder, que se negaba a hablar delante de la afición, que no viajaba a Milán con el equipo, que presionaba para jugar pese a su lesión y que perdería la capitanía tras once temporadas al servicio del equipo.

Uno de esos episodios más sonados ocurrió en Montjuïc, durante la celebración de La Liga. Como capitán, Ter Stegen debía dirigirse a los más de cincuenta mil aficionados, pero se negó a tomar el micrófono y dejar unas palabras, generando el enfado de la directiva.

Otro gesto polémico, a ojos de las altas esferas, fue su decisión de no acompañar al equipo a Milán para la semifinal de Champions contra el Inter.

A diferencia de otros lesionados, optó por quedarse entrenando en Barcelona en solitario, lo que molestó tanto a dirección deportiva como al cuerpo técnico. Su agente había contactado a Deco para dejarle claro que estaba listo para jugar, pero el cuerpo técnico mantuvo a Szczesny en el arco.

Ter Stegen, en la rúa de campeones de La Liga 2024/25

Ter Stegen, en la rúa de campeones de La Liga 2024/25 Europa Press

La negativa a firmar el parte médico desemboca en un expediente disciplinario inmediato. El club ha considerado que su conducta causa un grave perjuicio a la entidad y al vestuario, y valora sanciones económicas e incluso la retirada de la capitanía.

Sin embargo, cabe decir que esta amenaza de sanción, filtrada a través de los medios, no tiene recorrido a ojos de instituciones como la AFE, ya que se priorizan los derechos del jugador sobre cualquier gestión administrativa.

Lesiones para inscribir

Esta crisis, sin embargo, expone la dependencia del Barcelona de las lesiones propias para sortear el fair play financiero. Desde hace años, el club recurre a la baja de larga duración de sus jugadores para inscribir nuevos fichajes sin superar el tope salarial.

El artículo 77 de la normativa de LaLiga permite a los clubes en déficit registrar futbolistas sustitutos de lesionados graves —más de cuatro meses de baja—, usando hasta el 80% del coste del jugador lesionado como salvavidas económico.

El precedente más conocido fue el de Dani Olmo, cuya inscripción temporal se logró hace un año gracias a la lesión de Andreas Christensen, aquejado de tendinopatía aquilea que lo dejó fuera un largo tiempo, abriendo la vía para el 80% salarial.

Un caso similar ocurrió con Íñigo Martínez, inscrito tras la baja de larga duración de Ronald Araujo, quien se rompió el tendón isquiotibial y permaneció fuera aproximadamente cuatro meses, liberando espacio salarial crucial.

En enero de 2024, Vitor Roque debutó gracias a la misma historia, en ese caso con Gavi como coprotagonista. La fractura de ligamento cruzado que sufrió el centrocampista permitió inscribir al delantero brasileño hasta final de temporada.

El Barça se queda sin tiempo

La tensión actual se centra en la duración estimada de la recuperación de Ter Stegen. Según anunció en sus redes, los médicos calculaban "unos tres meses de baja por precaución", un mensaje publicado sin autorización que irritó sobremanera a la junta.

El club necesita un dictamen de al menos cuatro meses de inactividad para acogerse al artículo 77. Con un período de baja inferior, no habría OK administrativo del Comité Médico de LaLiga ni, por tanto, se abriría la vía para el registro de Joan García antes del arranque liguero —16 de agosto—.

La discrepancia no es casual: el portero conoce las repercusiones financieras de su tiempo de baja y ha decidido bloquear conscientemente los planes de la entidad, en un pulso que enfrenta la salud del jugador con las urgencias económicas del club.

Joan García, durante la gira asiática del FC Barcelona

Joan García, durante la gira asiática del FC Barcelona FC Barcelona

Entre las alternativas para inscribir al guardameta catalán —además de Rashford y Szczesny, también sin registrar— están la validación de los palcos VIP, nuevos patrocinios o un aval personal del presidente. Todas requieren tiempo y negociación, un lujo que el Barcelona no posee en estos momentos.

En respuesta al enfrentamiento, el vestuario ha mostrado un apoyo firme a Ter Stegen. Frenkie de Jong declaró que "el resto del equipo opina igual, que están todos con Ter Stegen", desinflando la versión de aislamiento impulsada por la cúpula.

También Ferran Torres salió en defensa del capitán: "Por un tema de años y de veteranía, creo que Ter Stegen tiene que ser el capitán", subrayando que la autoridad y el respaldo del grupo permanecen del lado del meta.

En Alemania, la polémica ha despertado un fuerte eco. Mario Basler, exinternacional germano, fue duro en Sport1: "Si estás lesionado y ya no te necesitan, te tiran como una bolsa de basura. Los contratos ya no valen nada si un club decide prescindir de un jugador", afirmó.

El seleccionador Julian Nagelsmann también mostró su inquietud la pasada semana: "Me gustaría que reciba alguna información sobre cómo va a seguir esto", dirigiéndose a Hansi Flick para conocer el futuro de su portero titular de cara al Mundial de 2026.

Capitán vs. club

El caso Ter Stegen establece un precedente preocupante en el fútbol español. Por primera vez en la historia de LaLiga, un jugador se niega a firmar un parte médico tras una operación, bloqueando una inscripción. 

Esta situación pone de manifiesto hasta qué punto puede llegar la tensión entre un jugador y su club cuando los intereses económicos se anteponen a las relaciones humanas.

La dependencia del Barcelona de las desgracias ajenas para poder funcionar como club profesional refleja la gravedad de su situación económica. Una entidad que defiende ser del primer nivel se ve obligada a especular con las lesiones de sus propios jugadores para poder inscribir fichajes.

El pulso entre Ter Stegen y Laporta trasciende lo meramente deportivo. Se ha convertido en un símbolo de la crisis institucional que atraviesa el club, donde la planificación estratégica ha sido sustituida por la improvisación constante y la dependencia de factores externos incontrolables.

La bomba Ter Stegen ha estallado en el momento más inoportuno para un Barcelona que necesita estabilidad para afrontar una nueva temporada. El portero alemán, después de once años de servicio, ha decidido que no será cómplice de una estrategia que considera injusta.

Su plantón no solo compromete las inscripciones de esta temporada, sino que cuestiona todo el modelo de gestión de un club que ha convertido las desgracias de sus jugadores en una herramienta crucial de supervivencia económica.