
Ricardo de Burgos Bengoetxea dialoga con Raphinha durante el partido
Cuánto dinero ha cobrado Ricardo de Burgos Bengoetxea por arbitrar la final de la Copa del Rey entre Madrid y Barça
La final de Copa del Rey vivió horas de máxima tensión por la polémica en torno a las declaraciones previas de los árbitros designados.
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El Estadio de La Cartuja fue el escenario de la esperada final de la Copa del Rey entre el Real Madrid y el FC Barcelona, celebrada el 26 de abril.
Sin embargo, en el día previo al encuentro, la atención se desvió hacia un protagonista inesperado: Ricardo de Burgos Bengoetxea, el árbitro designado para impartir justicia, y Pablo González Fuertes, encargado del VAR.
Ricardo de Burgos Bengoetxea, uno de los colegiados más reconocidos en España, cuenta con un salario base mensual de 12.500 euros. A lo largo de la temporada arbitra unos 20 partidos de campo y unos 10 como responsable del VAR, cifra que varía si se incluyen encuentros de competiciones internacionales.

Ricardo de Burgos Bengoetxea y Pablo González Fuertes
Además de su sueldo fijo, los árbitros de Primera División perciben 4.830 euros por cada partido dirigido y 2.100 euros por su participación como árbitro VAR. Los derechos de imagen, por su parte, suponen una suma adicional de 25.500 euros anuales.
En conjunto, los ingresos de De Burgos Bengoetxea ascienden aproximadamente a 265.000 euros al año.
En lo referente a la Copa del Rey, la remuneración cambia ligeramente. Por arbitrar un partido de esta competición, el colegiado percibe alrededor de 4.200 euros, mientras que el árbitro de VAR recibe cerca de 2.100 euros.
Controversia en la previa
La antesala del encuentro estuvo marcada por una tensión sin precedentes. En la rueda de prensa previa a la final, tanto De Burgos Bengoetxea como González Fuertes realizaron declaraciones que el Real Madrid consideró como una muestra de "hostilidad" y "animadversión" hacia el club.
González Fuertes, en un tono especialmente contundente, advirtió sobre la necesidad de tomar medidas más serias debido a los vídeos de crítica arbitral emitidos por Real Madrid TV. Sus palabras, en las que señaló al club como responsable de generar un clima de odio en redes sociales, desataron la indignación en la directiva blanca.
De Burgos Bengoetxea, visiblemente afectado, rompió a llorar al recordar los insultos dirigidos a su familia: "Es jodido que digan a tu hijo que su padre es un ladrón", confesó ante los medios.

González Fuertes anima a De Burgos Bengoetxea en la rueda de prensa previa a la final de la Copa del Rey.
La reacción del Real Madrid no se hizo esperar. El club, a través de comunicados oficiales, manifestó su malestar ante lo que consideraban "amenazas" de los colegiados y solicitó a la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) el cambio de árbitros.
Incluso se barajó la posibilidad de no disputar la final, aunque finalmente se optó por jugar en consideración a los aficionados desplazados y por respeto a los valores del fútbol.
La entidad, presidida por Florentino Pérez, decidió no participar en los actos institucionales previos ni realizar las tradicionales fotografías oficiales como forma de protesta.

Ricardo de Burgos Bengoetxea consulta el VAR por un posible penalti sobre Raphinha en el último minuto del partido
Decisión clave en el partido
Ya en el terreno de juego, Ricardo de Burgos Bengoetxea y González Fuertes protagonizaron una acción decisiva en los minutos finales. En el minuto 96, el árbitro señaló inicialmente un penalti de Raúl Asencio sobre Raphinha, que podía haber supuesto el empate para el FC Barcelona.
Sin embargo, tras ser advertido por González Fuertes desde el VAR y revisar la jugada en la pantalla a pie de campo, De Burgos Bengoetxea decidió anular el penalti, concluyendo que no existía infracción suficiente.
Una decisión que resultó clave para el desenlace del partido y que evitó que el marcador variara de manera drástica en los últimos instantes.