Vitor Roque, el nuevo héroe del Barça más triste que salva el orgullo de Xavi Hernández

En plena crisis económica, donde el Fútbol Club Barcelona tiene que sacar recursos económicos hasta de debajo de las piedras, se sacó de la manga una nueva maniobra para encajar en el Fair Play Financiero el fichaje Vitor Roque. El delantero aterrizó en la ciudad condal durante este mercado de invierno, pero el fichaje ya llevaba meses hechos.

Joan Laporta desembolsó 30 millones de euros inicialmente al Paranaense para hacerse con los servicios del jugador, pero esa cantidad puede dispararse hasta los 60 millones en función de una serie de variables que se pueden ir cumpliendo durante las próximas temporadas. Un pago de nuevo multimillonario en un club camino de la quiebra que despertó todo tipo de recelos.

Con tan sólo 18 años, es cierto que Vitor Roque tiene toda la vida por delante para crecer como futbolista pero siempre es arriesgado pagar una cantidad tan alta por una promesa, especialmente si el contexto es tan complicado como el que rodea al Barça. Quizás su perfil no era lo que más necesitaba en este momento el conjunto culé, pero Roque llegó al rescate para tratar de aportar frescura a un equipo en crisis.

Vitor Roque y Joao Cancelo celebran un gol del Barcelona. REUTERS

Al fin, en su sexta aparición sobre un terreno de juego con la camiseta blaugrana, Vitor Roque consiguió estrenarse como goleador. Lo hizo en el partido ante Osasuna con un gol que sirvió además para darle la victoria a su equipo, así que se convirtió en el héroe indiscutible de un nuevo partido soporífero del Barça que iba camino de convertirse en una película de terror.

Gracias al brasileño, Xavi se libró de firmar un nuevo papelón que no se podía permitir después de la derrota ante el Villarreal. Por el momento el técnico no parece que confíe demasiado en su nuevo delantero, pero el brasileño está empezando a ganarse el derecho a hacerse un hueco.

Su día más feliz

Desde que aterrizó en Barcelona, Vitor Roque no había hecho otra cosa que soñar e imaginarse cómo sería su gol con la zamarra azulgrana. No había tenido demasiadas oportunidades hasta el momento, así que saltó a comerse el césped en la casi media hora que le dejó Xavi Hernández ante Osasuna.

Lo suyo en este encuentro fue un auténtico flechazo. Apenas llevaba unos segundos sobre el terreno de juego cuando vivió sin duda los que hasta el momento son sus momentos más felices en España. Joao Cancelo puso un precioso centro desde la banda izquierda con el exterior de su pie derecho y encontró en el primer palo a Vitor Roque libre de marca.

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El brasileño se adelantó al resto de defensores de Osasuna, despistó también al guardameta, y cabeceó con la portería prácticamente vacía. Seguro que no fue el gol más complicado de su corta carrera deportiva, pero sí uno que guardará en su memoria con un cariño especial.

La celebración fue una muestra de las sensaciones que inmediatamente invadieron el cuerpo de Vitor Roque. Al fin y al cabo, no deja de ser un chaval que tan sólo ha cumplido la mayoría de edad hace unos meses y que de repente se ve marcando goles con el Barcelona.

Xavi y su confianza

En un Barcelona en crisis de juego y de resultados que se llevará por delante la figura del entrenador cuando termine la temporada, ha habido cierto inmovilismo por parte del técnico a la hora de buscar soluciones drásticas a la hora de confeccionar las alineaciones.

Lewandowski, pese a que sigue manejando unos registros goleadores decentes, es la sombra de lo que fue el año pasado (y de lo que ha sido durante su carrera deportiva), Joao Félix ha ido de más a mucho menos y Ferran Torres ha alternado buenas actuaciones con otras más discretas.

Con este panorama, parecía tenerlo en bandeja Xavi para darle la alternativa a Vitor Roque desde el inicio en alguna ocasión. Sin embargo, desde la llegada del brasileño eso todavía no ha sucedido y el joven delantero ha tenido que ir conformándose con algunos minutos en determinados encuentros.

Vitor Roque celebra el gol de la victoria ante Osasuna. REUTERS

Debutó con 12 escasos minutos ante Las Palmas el 4 de enero, pero Xavi tampoco le dio mucho más protagonismo en la Copa del Rey ante equipos de menor categoría. Contra el Barbastro disputó 26 minutos y contra Unionistas de Salamanca apenas llegó a 6. 

Sin participar en la Supercopa de España, tuvo alguna oportunidad en los partidos contra el Betis y el Villarreal, pero en ninguno de ellos llegó a mojar. Eso, hasta que en el choque ante Osasuna, el partido en el que tuvo más minutos de seguido, aprovechó la oportunidad para darle la victoria al Barça y salvar el honor de Xavi.

Sin reacción

Comentó Xavi el día que anunció su marcha al final de la temporada que con su decisión esperaba que se produjera un cambio de dinámica y de mentalidad en el equipo. Confiaba en que los futbolistas se soltaran y pudieran desarrollar sus habilidades, un mensaje de dudoso calado. 

Efectivamente nada de aquello sucedió en el partido ante Osasuna. El Barça volvió a exhibir una versión ramplona, triste, gris y anodina. Aburrió a su público y se llegaron incluso a escuchar algunos silbidos desde la grada porque la afición se estaba hartando de semejante espectáculo.

Sin apenas tiros a puerta en la primera mitad, el Barça terminó sufriendo para llevarse la victoria ante Osasuna pese a jugar durante una buena cantidad de minutos con un futbolista más sobre el terreno de juego. Un poste de los navarros y una ocasión final estuvieron cerca de la tragedia.

Xavi, sin embargo, dijo en la rueda de prensa posterior que ya había visto ese cambio de chip en el equipo y que todo había sido diferente. Una muestra más de que el todavía entrenador del Barça a veces parece ver una realidad muy diferente. Quizás, ahora sí, esta victoria sea de verdad un punto de inflexión.